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      Llega el Mundial: Kirchner pega patadas y la oposición hace tiempo

      Llega el Mundial: Kirchner pega patadas y la oposición hace tiempoCLAIMA20100521_0007 Diputado y ex presidfnte nestor kirchner
      Redacción Clarín
      21/05/2010 16:56

      El miércoles, Diego Maradona dio la lista de 23 jugadores que irán a Sudáfrica. Ayer empezaron formalmente los fastos del Bicentenario. Es el momento tan anunciado como esperado por la política. Ahora, al fin, se entraría en un túnel de sombra y silencio del que, si todo va bien en el Mundial, los líderes políticos esperan salir dentro de 45 días. Suponen que para entonces la opinión pública ya no tendrá motivos de distracción y podrá empezar a prestarle atención a los juegos de poder orientados a la elección presidencial de 2011.

      La ilusión precedente aplica, sobre todo, a los principales dirigentes de la oposición. Son ellos, más que los kirchneristas, quienes esperaban como agua en el desierto este paréntesis de celebración patriótica y fervor mundialista, que no son exactamente lo mismo pero que los argentinos solemos confundir demasiado.

      Sin liderazgo claro ni método para resolverlo y con problemas para ampliar su territorio el peronismo disidente ; embarrado y demorado en su rompecabeza judicial Mauricio Macri ; preocupados genéticamente por las minucias de la interna entre Julio Cobos y Ricardo Alfonsín los radicales ; avanzando en firme pero desde bastante atrás Pino Solanas ; trepada en soledad a su mangrullo de denuncias Elisa Carrió ; los opositores necesitan un poco de tiempo muerto para ordenar cada uno sus líneas y r efrescar su oferta a la sociedad.

      La sobreoferta posterior a la derrota electoral kirchnerista de junio pasado terminó jugándole en contra a la oposición. Le pusieron límites al Gobierno. Pero menos de los que anunciaron, o se dejaron anunciar. Y lo están pagando con una dosis de descrédito social inexistente meses atrás.

      Para ser justos, hay que decir que a Néstor Kirchner y al Gobierno que comanda Cristina tampoco les disgusta que por unas semanas el foco de la opinión pública se desplace de los asuntos de la política. La recuperación relativa que venían mostrando en las encuestas parece haberse detenido y se estancó en un techo bajo que por ahora no logran quebrar.

      Entre unos cuántos factores a favor , económicos, sociales y políticos, el kirchnerismo acredita dos contrapesos fuertes. Por un lado, la solidez y persistencia del fenómeno inflacionario que promueve la reedición de la vieja carrera entre precios y salarios , una historia que ya se sabe como termina. Por otro, el goteo continuo de las investigaciones por corrupción , cuestión que un consultor próximo al Gobierno define como “el asesino electoral silencioso”, por la incidencia que la acumulación de escándalos termina teniendo sobre un sector muy amplio de la clase media en el momento de votar.

      El momento marca una diferencia de estilos . Mientras la mayoría de los opositores levantan el pie del acelerador y piensan cómo salir de la manera más eficaz posible del túnel del Mundial, Kirchner no descansa y trabaja 24 horas al día, siete días a la semana, para reconstruir su esperanza de permanencia en el poder.

      Kirchner, según le confió a un notorio caudillo provincial con quien conversa muy seguido, tiene un plan de corto plazo que incluye tres tópicos centrales.

      Uno . Antes que la Selección juegue su primer partido en Sudáfrica, se van a repartir más de un millón de decodificadores en los centros urbanos, para que se pueda ver gratis un sistema de canales oficialistas en televisión digital.

      Dos . Está avanzada la elaboración de un plan de empleo joven , apuntado -aunque más no sea en el discurso y la propaganda- a dar alguna forma urgente de respuesta al problema sistémico de desocupación y trabajo precario que sufren los menores de 25 años.

      Tres . Después de generar tanta guerra, Kirchner y Cristina sueñan ahora con un espacio de “pacificación” que les permita recuperar algo de la buena sintonía con la mayoría de la sociedad que perdieron hace tiempo. En esa línea, habrá un intento de firmar el cese de hostilidades con el campo . La Presidenta ya les derramó lisonjas a los productores, la semana anterior, cuando reconoció -más vale tarde que nunca- la incidencia clave de la producción agropecuaria en la recuperación de la economía. Y no fueron casuales las palabras de Agustín Rossi, jefe de los diputados kirchneristas, cuando admitió que podría llegar a analizarse una eventual rebaja de las retenciones.

      Si este plan le va a funcionar a Kirchner, es algo que está por verse . Muchos diseños primorosos de política suelen estrellarse contra la realidad y éste no sería el primer caso. Habrá que ver si todo esto le sirve, además, para remontar la pronunciada cuesta abajo que él mismo y Cristina supieron fabricarse cuando tenían todo a favor. A tal punto que hoy las encuestas, incluyendo las más amigas del Gobierno, lo dan perdiendo fácil en cualquier escenario de balotage contra Cobos y aún contra Macri.

      Eso sí, en el camino a 2011 Kirchner tiene una ventaja comparativa: sus rivales.

      De todos ellos los más orgánicos, los que tienen estructura territorial y cuadros técnicos, y hasta una figura con alto potencial electoral, son los radicales. Pero sus próximas dos semanas están hipotecadas por la interna en la provincia de Buenos Aires, donde los ”históricos” que juegan del lado de Cobos se van a cruzar con los seguidores de Ricardo Alfonsín.

      Superado ese trance, y los traumas que pueda provocar, el radicalismo pretende hacer más profundo el camino de afirmación de identidad, que tuvo un punto fuerte de expresión el último fin de semana, cuando en Mar del Plata los jefes de la UCR coincidieron con la conducción del Partido Socialista y la formación de Margarita Stolbizer, el GEN.

      Sin Elisa Carrió y sin Pino Solanas en el encuentro, los radicales que dirige Ernesto Sanz casi festejaron esas ausencias . Dicen en la cúpula de la UCR que buena parte de la insatisfacción social con los opositores tiene que ver con la idea -equivocada- de que existe un “partido de la oposición” , del cual formarían parte de modo indiscriminado todos quienes están en contra de los Kirchner.

      Por eso, los radicales apuntan a consolidar un perfil socialdemócrata en su alianza con los socialistas. Sostienen que la mayor novedad política de todos estos años es que la presidencia se resolverá en 2011 con segunda vuelta. Confían llegar a ese momento con Cobos como candidato. Y explican que recién entonces será el momento de eventuales acuerdos con otras oposiciones.

      Es una ingeniería de largo plazo . Que puede demostrarse acertada o no. Mientras tanto, Kirchner hombrea bolsas todo el tiempo construyendo su resurrección.