El nuevo restaurante japonés de Narda Lepes e Inés de los Santos para los que no se conforman con buen sushi

Hay previsibles sashimi y niguiris, claro. Pero también Nabe de pescado ("guiso de abuela japonesa”) y en vez de panera, platitos de vegetales. Hay una planta baja con una cocina escenográfica y un primer piso abrazado por el verde zen de las copas de los árboles. En Kōnā Corner, el nuevo restaurante y bar de Narda Lepes e Inés de los Santos en Belgrano, hay placidez nipona y también, mucha información: es todo contrastes.

Para Narda es un retorno a los orígenes -uno de sus primeros trabajos allá por los noventa fue en un restaurante pionero de esta gastronomía, Morizono- y tanto para ella como para su amiga entrañable, la bartender Inés de los Santos, la primera oportunidad de materializar juntas desde cero un gran proyecto gastronómico en el que fusionaron sus equipos de trabajo.

Acompañadas por el chef Pablo Chinen, Narda e Inés, comandan este espacio pensado para ocupar lo que Lepes considera como un lugar vacante entre los restaurantes de sushi o cocina nikkei contemporáneos -algunos de ellos efímeros- y los más tradicionales y de nicho llevados adelante por la propia comunidad nipona.

Cómo es Kōnā Corner, el nuevo restaurante japonés de Narda Lepes e Inés de los Santos

La esquina de Castañeda y Sucre donde durante más de una década funcionó Bruni, un restaurante de Fabián "el Zorrito" Von Quintiero, estuvo en obra durante más de un año y medio para devenir en este espacio donde cada textura, superficie y objeto expresa un aspecto de la cultura japonesa. “Soy obsesiva de que todo tenga un significado además de que sea lindo”, dice Narda.

Detrás de cada detalle (la vajilla de cerámica y de madera, las estampas índigo sobre la barra, las vasijas, las plantas, las flores) hubo energía femenina de las anfitrionas, la interiorista Coty Larguía y la diseñadora Valeria Pesqueira.

Incluso el nombre del restaurante expresa su concepto: “En Japón la palabra esquina no existe. Ellos toman palabras y las hacen propias: kōnā surge de corner (esquina en inglés). Ese sincretismo que tienen con las palabras, los japoneses también los tienen en la cocina. Cuando algo les gusta mucho, lo agarran, lo estudian, lo miran y lo hacen mucho mejor. Sobre eso trabajamos”, explica Narda.

El perfeccionismo y la vocación de superación nipona se imprimieron en el ritmo escalonado de la apertura: “Ahora sólo estamos por la noche. En breve vamos a habilitar el deck en la vereda. En un mes y medio, el bar del primer piso. Después vamos a empezar a abrir al mediodía. Y por último vamos a tener un karaoke para grupos de unas doce personas y la terraza”, anticipa Inés de los Santos.

Qué comer y beber en Kōnā Corner, el nuevo restaurante japonés de Narda Lepes e Inés de los Santos

Una abuela japonesa: según Narda esa es la “unidad de medida” en que se basaron en Kōnā Corner a la hora de definir que entraba y qué quedaba fuera de la carta. “Con un tomate una abuelita japonesa quizás no haría un roll con tomate seco pero sí un agua de tomate”, ejemplifica Narda.

El cubierto de este nuevo restaurante incluye el agua y también un primer paso, el Fukusai (unos platitos de vegetales crudos, cocidos y encurtidos) y una fruta de estación fresca que se sirve de cierre de la comida.

La carta tiene varias secciones. Una de ellas: las frituras (agemono) donde hay desde tempura de pesca del día ($ 3400) hasta Korokke Yoji, una croqueta de choclo y queso apanada en panko ($ 2400). En Obachan (los platos especiales de la abuela) se destacan las gyozas ($ 3800) y los Noodles mapo ($ 4550), fideos con carne y huevo ideales para un cierre suculento.

De la parrilla (Sekitan Hi) sale desde trucha ($ 7600) y ojo de bife tataki ($ 7600) con salsa ponzu hasta molleja con jengibre y verdeo ($ 7000). Para los obstinados del sushi hay desde sashimi del día (5 unidades por $ 3200) hasta maki de pesca ahumada ($ 3700).

El bar, que todavía no está funcionando a pleno, es territorio de Inés de los Santos, también autora de la carta de vinos del restaurante. Una performance que la coctelería nipona expandió a las barras del mundo entero será parte de la transición del restaurante al bar: el tallado a mano de hielo translúcido para beber whiskies japoneses y de otras latitudes.

Quienes gusten podrán ponerse en manos del barman para vivir una experiencia omakase: “Es un menú de nueve pasos que cuentan alguna curiosidad de la cultura japonesa interpretada en la coctelería. Va a abordar esa cosa medio bipolar que tienen de ser super tradicionalistas -todo se hace como hace 600 años- pero también su búsqueda desenfrenada de lo futurista”, anticipa Inés.

En la carta del bar hay desde un Spritz con el umami del tomate (Llegué a Tokio vía Roma $ 1800) hasta un trago con Sake y matcha como el Midori No Kage ($ 2000). De Occidente a Oriente y viceversa, una exploración creativa de la coctelería nipona y sus reinvenciones.

Kōnā Corner. Castañeda y Sucre, Belgrano.  Martes, miércoles y jueves de 20 a 00 hs. Viernes y sábado de 20 a 01 hs. IG: @konacornerba