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      Salario mínimo crea primer conflicto de Rousseff

      La mandataria brasileña enfrenta conflictos con los principales sindicatos, que se niegan a aceptar la propuesta oficial.

      Redacción Clarín
      15/02/2011 16:43

      La presidenta Dilma Rousseff enfrenta el primer gran conflicto político de su recientemente iniciado gobierno, cuando el Congreso esta a punto de votar un incremento del salario mínimo por debajo del reclamo de los sindicatos. Unos 200 sindicalistas y estudiantiles se congregaron el martes en el Congreso para defender un incremento del salario mínimo de 510 reales a 580.

      Sin embargo, la administración de Rousseff defiende un aumento a 545 reales, basado en una negociación vigente con el movimiento laboral, y no cedió a los reclamos de un incremento mayor en momentos de austeridad fiscal. La prueba de fuego para el gobierno será el miércoles, cuando la Cámara de Diputados someta a votación el incremento en el salario mínimo, con el desafío de reunir la mayoría de los votos de las 14 bancadas que componen su base de apoyo y que le dan a Rousseff una cómoda mayoría en las dos cámaras legislativas.

      El gobierno brasileño anunció la semana pasada el mayor corte en el gasto público en su historia, de US$ 30.000 millones en el presupuesto de 2011 para cumplir sus metas fiscales. El ministro de Hacienda, Guido Mantega, acudió el martes al plenario de la Cámara de Diputados para defender la propuesta del
      gobierno por estar basada en un acuerdo con los sindicatos, vigente desde 2007, y explicó que superar el incremento propuesto tendría
      severas consecuencias fiscales.

      ''No tenemos condiciones fiscales para aumentar el gasto en relación a lo que ya fue acordado. Por cada real que aumentamos el salario mínimo, hay un aumento de 400 millones de reales en el pago a los jubilados. Un salario mínimo de 600 reales tendrá un costo de 16.500 millones de reales en el presupuesto de este año'', dijo Mantega a los legisladores. En medio del debate, la oposición en el Congreso presentó propuestas alternativas de incremento en el salario mínimo que superan incluso las exigencias sindicales.

      El conservador partido Demócrata propuso llevar el salario mínimo a 560 reales mientras que sus aliados del Partido de la Social Democracia Brasileña plantearon 600 reales. Para el gobierno de Rousseff, mantener el incremento del salario en el nivel propuesto es clave para convencer a los mercados de que
      va a tomar en serio su política de rigor fiscal y corte de gastos. El secretario ejecutivo (viceministro) de Hacienda, Nelson Barbosa, explicó a diputados opositores que la propuesta oficial se basa en un acuerdo negociado con lo sindicatos en el cual el salario crece con base en la inflación del año anterior, que en 2010 fue de 6,47%, más el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de dos años antes.

      Para 2011 no se incluyó en el cálculo el PBI de 2009 porque ese año hubo crecimiento negativo a causa de la crisis global, pero Barbosa adelantó que para 2012, el mecanismo de cálculo permitirá un aumento del salario mínimo a 616 reales. Pero la exposición de Barbosa no convenció a los legisladores de la oposición, que insistieron en que el gobierno podrá dar un aumento mayor al propuesto. 'Nuestra visión es que hay posibilidad de llegar a 600 reales y
      el gobierno no tiene justificaciones técnicas para negar eso'', sostuvo el diputado Carlos Sampaio, del PSDB, tras la exposición.

      Fuente: AP


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