Sigue sin repuntar el consumo en supermercados y almacenes

Tal como habían pronosticado los analistas del consumo, las ventas en los supermercados, autoservicios y almacenes no repuntaron en enero. La tendencia negativa del 2016 continuó durante el primer mes del año que cerró con una contracción del 4.6%, según los datos que maneja la consultora Scentia. En febrero, el panorama sería "similar" o "peor", según estos registros.

De acuerdo con las mediciones de enero, las diferentes canastas evidenciaron caídas cercanas o superiores al 5%, salvo alimentación y bebidas alcohólicas que cayeron en el orden del 3%.

Detrás de esta caída del consumo en todos los canales de venta,  el efecto inflacionario se hizo notar: la facturación de los comercios, en enero, fue 25.3% superior a la del mismo mes del año pasado. Mientras que las transacciones se contrajeron en un 2.9%, en promedio.

Osvaldo del Rio, director de Scentia explicó: "Sólo las bocas de cercanía (como Carrefour Express, Market, o Dia, por ejemplo) muestran luego de nueves meses consecutivos de retracción, una leve suba de 0,4%, mientras que las grandes superficies (es decir los súper e hipermercados) no logran cambiar la tendencia y caen un -9,4% ", detalló.

Las cadenas de supermercados confirmaron en enero que la tendencia declinante en las góndolas, al comenzar el 2017, seguía intacta.  En algunos casos hablaron de mermas de entre 10 y 15% en volumen.

El "frio" que acusan las cajas registradoras se enmarca en una caída de entre 6 y 8% del poder adquisitivo de la gente en todo el 2016. Algo que, en este primer bimestre, evidentemente continuó frente al aumento de las tarifas, peajes y demás servicios, 

Desde Scentia, adelantaron que febrero continuará con la tendencia de ventas en baja. "No sólo porque no hubo cambios coyunturales sino porque además, este año, el mes tiene un día menos que el año pasado", explicó del Rio.

En este mes, además, los hogares tienen mayor restricción para comprar en el supermercado, dado que deben destinar parte del gasto al inminente inicio de las clases. Una reciente encuesta de Deloitte, en este sentido, reveló que para el 48% de los encuestados, la ropa es el rubro que representa mayor gasto. Le siguen los libros en segundo lugar y materiales y útiles en tercer lugar, con 33% y 19%, respectivamente.

A la hora de surtir la alacena, entonces, se debe agudizar el ingenio. Tal vez por eso, la preocupación de los consumidores por hacer rendir más el ingreso, motivó una mayor concurrencia hacia los autoservicios mayoristas. Según un informe de la consultora especializada Kantar Worldpanel, el consumidor puede ahorrar en estos locales, un 20% en promedio, frente a una compra similar en un hipermercado. 

Este canal sumó el año pasado 400.000 hogares, unos 5,6 millones de familias, que hicieron que el 73% de las categorías de consumo masivo que se monitorean registraran un mayor volumen de compra en 2016 frente a 2015. 

"Los hogares se vieron obligados a cuidar el bolsillo, y dentro de las estrategias que surgieron para optimizar el presupuesto observamos un canal mayorista en el centro de escena, que creció un 9% en volumen en 2016 con respecto a 2015", resaltó Federico Filipponi, director comercial de Kantar Worldpanel.

Hacia adelante, en lo que resta del año, las expectativas sobre el consumo son más alentadoras con respecto a lo que ocurrió en 2016, según la consultora Ecolatina. "Por un lado, hay sectores cuyos ingresos están atados a la inflación pasada, como son las jubilaciones y las asignaciones familiares. Así, en la medida en que los precios desaceleren su ritmo de crecimiento, esos hogares van a tener una mejora real en su haber. Dado que se trata de los sectores de menores ingresos, es probable que gran parte de estas ganancias se destinen al consumo", explicaron sus analistas en un reciente informe.