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      Pinamar, 365 días al año

      El balneario apuesta a convertirse en una ciudad con actividad y población permanente. Los planes de desarrollo en curso tienden a construir y poblar cada vez más lejos de la playa.

      Pinamar, 365 días al añoCLAIMA20111213_0196 UADE. La sede de la universidad tendrá una superficie de 6000 m2 y fue proyectada por el arquitecto uruguayo Carlos Ott.
      Redacción Clarín

      Desde un principio, Pinamar estaba planificada hasta en sus mínimos detalles: barrios residenciales para las vacaciones, barrios para la población permanente, barrios obreros y la cancha de golf en el medio de la trama urbana. Todo estaba previsto por su fundador, el arquitecto Jorge Bunge, que la planificó con calles y manzanas que se adaptan a la forma de los médanos. Pero con el transcurrir de las décadas, el balneario se extendió a lo largo, de Sur a Norte y siempre junto a la playa. Este crecimiento hizo aumentar también la demanda de mano de obra y servicios durante el año, cuando toda la ciudad está en obra.

      “Pinamar creció mucho en los últimos diez años, fundamentalmente desde que hay gas natural y accesos rápidos por autopistas nuevas”, asegura Enrique Shaw, vicepresidente de Pinamar S.A., la firma fundadora y hasta hoy la mayor desarrolladora de la ciudad. De hecho, calculan que la población estable se duplica cada diez años, y que en la actualidad sus habitantes permanentes son muchos más que los 27.000 que midió el último censo de población. “El perfil de personas que se radican es de servicios para la construcción, o profesionales que ya están hechos y viven la mitad del año, trabajan por internet”, comenta Shaw.

      Un hito en la consolidación de Pinamar como una ciudad con actividad durante todo el año es la construcción de una sede de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) de 6.000 m2 proyectado por el arquitecto uruguayo Carlos Ott.

      Según explica Shaw, allí se dictarán básicamente carreras ligadas el negocio del turismo y la gastronomía, y se promoverán las pasantías de alumnos de Buenos Aires durante largas temporadas. De hecho, Pinamar S.A. le cedió el terreno a esta universidad privada tras evaluar que de esta forma se podría contribuir a que la ciudad se transforme en el polo urbano más convocante en todo el corredor que abarca desde el Partido de la Costa hasta las playas más al sur de Villa Gesell. Algo que, según aseguran los Shaw, ya está ocurriendo con la radicación de bancos de primera línea y establecimientos de salud.

      Para hacer frente a este incremento demográfico, tanto en temporada de vacaciones como en el resto del año, el encargo de planificar las ampliaciones del tejido urbano recayó sobre Bodas Miani Anger Arquitectos y Asociados (BMA), como en la década del 80 el elegido fue Clorindo Testa.

      En concreto, el plan de desarrollo urbano más ambicioso en muchos años contempla la expansión del centro comercial pinamarense y del barrio Tridente, desde la esquina de las avenidas Bunge e Intermédanos hacia el Sur y hacia el Oeste, con proyecto urbanístico de BMA y diseño de espacios abiertos y equipamiento de Diana Cabeza. Se trata de un proyecto tanto edilicio como paisajístico que le dará una nueva fisonomía a un área mayor a 50 hectáreas (ha) donde ahora hay sólo médanos y forestación.

      De ellas, una zona de 14 has. será destinada a usos de vivienda multifamiliar y comercial, con 160.000 m2 construibles. Los terrenos de esta zona, llamada Náyades, serán cedidas para su desarrollo a emprendedores privados , y los terrenos se empezaron a comercializar en 200 US$/m2 de incidencia. Otras 40 hectáreas, alejadas unas siete cuadras de la avenida Bunge, serán destinadas a viviendas unifamiliares y servicios de apoyo. Allí se están comercializando terrenos unifamiliares a un valor de 50 US$/m2 el lote.

      Esta zona de baja densidad y altura, donde también se está construyendo la UADE, tendrá espacios de encuentro social diseñados por Cabeza y calles anchas de tierra o de reticulado de ladrillos de cemento, una solución que absorbe el agua de lluvia y obliga a reducir la marcha de los autos. Para este sector, la inversión estimada es de 15 US$/m2, considerando la superficie vendible, pero Shaw informa que se van a vender tierras sólo a quienes presenten un proyecto concreto para desarrollar . “No vamos a permitir la especulación con el valor de la tierra”, asegura.

      Los proyectos en curso abarcan también el centro comercial o paseo de compras Náyades Plaza, del que Pinamar S.A. será desarrollador y locador . Ubicado a 2 kilómetros de la playa, estará destinado a uso de la población permanente, y su diseño incluirá espacios públicos de encuentro social y recreación.

      En tanto, para el segmento vacacional, la misma desarrolladora acaba de lanzar el barrio Isla del Golf, dentro del ya existente Barrio Alamos, con 50 lotes de unos 1.000 m2 promedio en el medio del golf, rodeado de un bosque y con calles con cul de sac. El desarrollo de tierras demandará una inversión de 12 US$/m2, y el valor de los lotes oscila, según su proximidad al golf, de 60 a 140 US$/m2. Shaw explica que el desarrollo de esta zona, con atractivos únicos pero no directamente sobre la playa, está orientado a completar la trama urbana hacia el interior, a más de cinco cuadras de la playa, en las zonas que históricamente quedaron vacantes.