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      “Querían limpiar mis demonios”: una activista trans develó cómo son las terapias de conversión sexual

      Danne Aro Belmont reveló las aberrantes técnicas a las que fue sometida.

      Danne Aro Belmont es una activista colombiana.
      Redacción Clarín

      Danne Aro Belmont usa en su Instagram “naturalmente trans, como frase clave para identificar sus contenidos.

      De nacionalidad colombiana, tiene 29 años, es activista y es directora de la ONG Gatt- Grupo Acción y Apoyo Trans- que trabaja por los derechos humanos del colectivo trans.

      A simple vista, su propia experiencia la llevó a tomar ese compromiso.

      Tal como ella cuenta, de muy chica, cuando ni tan siquiera tenía una plena consciencia de su elección sexual, sus padres la sometieron a aberrantes terapias de conversión, que tenían un supuesto matiz espiritual.

      “Tenía one años y ni siquiera sabía qué significaba ser gay. Usaba el el nombre masculino que me asignaron. Yo sólo sabía que me gustaban otros niños y que quería cosas diferentes a las que querían mis hermanos", contó como punto de partida en una nota para BBC Mundo.

      En esa etapa de cambios físicos y de inicio de la ebullición hormonal, sus padres escucharon las conversaciones con un amigo, los interrumpieron y comenzaron a interrogarlos.


      Sus sometimientos

      Al descubrir la sexualidad de Danne, iniciaron una búsqueda de terapias sin ningún fundamento y que implicaban el fuerte sometimiento de su hijo.

      "Me hicieron tomar pastillas para subir mi nivel de testosterona”, dice en la nota citada. También comenzaron a especular sobre supuestos traumas o motivos psicológicos, como una sobreprotección o una violación en la infancia. Aunque él aclara en la charla que afortunadamente no sufrió abusos.

      Danne Aro Belmont fue sometida a terapias de conversión sexual.Danne Aro Belmont fue sometida a terapias de conversión sexual.

      Las terapias de conversión sexual

      El siguiente paso que siguieron los padres fue obligarlo a que acudir a una presunta corrección sexual que se realizaba en una iglesia de Colombia.

      Danne tenía 16 años. Un día sus padres le pidieron que los acompañara a hacer unos trámites. Sin pensar en una intención más allá, fue con ellos.

      Ese supuesto trámite era en realidad una visita a la iglesia. Cuando lo presentaron, Danne advirtió que ya sabían acerca de su historia. Ahí comenzó su experiencia nefasta.

      El proceso tuvo varios tramos que él contó en su nota para BBC. “Me hacían exorcismos durante horas y al final me preguntaban si seguía siendo gay".

      Luego le tiraban cenizas y le decían que su espíritu estaba marcado y que había que limpiarlo.

      Las terapias de conversión sexual, una aberrración contra el LGTB Foto Luciano Thieberger.Las terapias de conversión sexual, una aberrración contra el LGTB Foto Luciano Thieberger.

      También lo llevaron al púlpito y empezaron a rezar por él y el resto de los asistentes. Me decían que había algo malo en mí.

      "Veía cómo a otros les tocaban la cabeza y se iban hacia atrás. Después me agarraban a mí la cabeza e intentaban echarme para atrás, pero yo no tenía ganas de echarme a ningún lado. Era muy raro", relató.

      La pregunta sobre si seguía siendo gay y si el espíritu había salido de mi cuerpo era constante.

      Al terminar, estaba muy cansada y le explicaron que era porque "los espíritus habían sanado su cuerpo y eliminado los demonios".

      “Terminas creyendo que sí hay algo malo dentro de ti y que sí te están limpiando de algo", explica.

      "Mentí para salirme de ahí. Les dije que ya no era más gay. Me di cuenta que de lo contrario la tortura iba a extenderse", agrega.

      Toda esta situación lo llevó a profundas depresiones y varios intentos de suicidio. Tal vez, para sanar su experiencia eligió contarlo y dedicarse a visibilizar la discriminación.


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