Un alce joven que caminaba penosamente por la nieve en busca de comida vio plantas verdes en el vestíbulo de un edificio médico en el Parque de Salud de Providence, en Anchorage, Alaska, y decidió entrar en busca de una dosis de vegetación.
El alce fue muy ingenioso ya que él mismo activó los sensores en las puertas automáticas del edificio que alberga el centro de cáncer del hospital y otras oficinas médicas, dijo Randy Hughes, director de seguridad del hospital.
“Recibimos una llamada de uno de nuestros pacientes informándonos que un alce acababa de entrar al edificio”, dijo Hughes.
El alce se movió a sus anchas dentro del Providence Alaska Health Park, en Anchorage, Alaska, hasta que finalmente elos guardias de seguridad lo acorralaron y logaron sacarlo del edificio. Foto: APHughes cree que es el mismo alce que ha estado dando vueltas por el campus. Y aunque los alces son comunes en Alaska, hicieron un anuncio por el intercomunicador de la presencia de los alces por motivos de seguridad.
“Pero parecía que era un imán para que la gente viniera a verlo”, dijo. “No todos los días se encuentra un alce entrando a un edificio, por lo que todos estaban emocionados de tomar fotografías y cosas así”.
En un video publicado en las redes sociales, se puede escuchar a una mujer con una máscara y vestida con un uniforme médico diciendo: "Eso es una locura", mientras caminaba junto al alce, tomando una foto con su teléfono.
El alce estaba demasiado ocupado comiendo a su paso todas las plantas de los lugares por donde caminaba para darse cuenta del revuelo que estaba causando.
Los agentes de seguridad formaron un semicírculo para acorralar al alce y espantarlo por la puerta. Un oficial incluso agarró un trozo de la planta que el alce había estado comiendo y trató de atraerlo.
“Finalmente, creo que tuvo suficiente de que todos lo miraran, lo vieran comer”, dijo Hughes.
Una ruta de Anchorage, Alaska, señalizada para que los automovilistas tengan en cuenta la presencia de alces en las inmediaciones.El alce abandonó el edificio, pero se quedó un rato en el camino semicircular de la entrada antes de dirigirse otro lado a descansar.
Esta no fue la primera vez que un alce entró en uno de los edificios del complejo hospitalario, de hecho hasta un oso intentó una vez ingresar a la sala de emergencias.
Hughes finalizó diciéndole a la agencia AP: “Nunca hay un momento aburrido aquí en el hospital”.
Mirá también
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO