Jade: para qué sirve y cómo activar sus propiedades para la buena suerte y protección

Las piedras y los cristales se han convertido en un preciado amuleto para quienes buscan protección y belleza en una sola pieza. El jade ha sido venerado por distintas culturas: lo envuelve una creencia ancestral que le adjudica propiedades curativas.

Por su belleza ha sido utilizado para la elaboración de joyas pero también ganó popularidad como piedra protectora, incluso en su estado natural.

Los orígenes del jade

El jade se originó en distintos lugares del mundo, como China, México, Nueva Zelanda y Guatemala. A lo largo de la historia las distintas culturas usaron esta piedra para crear herramientas y joyas. En la cultura China, por ejemplo, se creía que el jade tenía propiedades curativas. Era usada para atraer la buena suerte y proteger a las personas de las enfermedades.

En las culturas maya y la azteca, el jade también tenía un destacado rol en rituales y ceremonias.

Cuáles son las propiedades que se le adjudican

El jade se asocia a la armonía, la buena suerte y, sobre todo, la protección. La creencia popular considera que esta piedra sirve como una especie de escudo energético que absorbe las malas energías y promueve el equilibrio. Además se asocia con la sabiduría y la serenidad, por eso se convirtió en un aliado para quienes buscan serenidad.

Para aprovechar al máximo el potencial protector del jade muchas personas activan de manera consciente sus piedras y cristales con algunos pasos simples.

Primero, la limpieza energética. Clave para empezar a usarlas y evitar que se contaminen con energías negativas que puedan haberse “acumulado” en la piedra. Se puede limpiar con agua y sal, dejándola reposar toda la noche. O pasar la piedra de jade por humo de salvia o incienso.

La intención

Otra de las alternativas para explotar al máximo el potencial de la piedra de jade es “programarlas” con intenciones específicas.

¿Qué quiere decir? En un breve ritual, tomando la piedra entre las manos. Cerrando los ojos y visualizando la energía de protección que se desea que la piedra brinde. Luego repitiendo intenciones o deseos hasta sentir que está “cargada” con esas intenciones.

A la luz de la luna

Colocar el jade bajo la luz de la luna llena o del sol para recargar sus energías es otro ritual repetido entre quienes utilizan esta piedra con fines de protección. La luz lunar y solar son fuentes de energía natural que pueden aumentar y renovar la potencia de las propiedades que se le adjudican al jade.

Una vez cumplidos los rituales de limpieza y programación el jade se puede usar, ya sea en forma de joya o como amuleto, para recordar esas intenciones o esos deseos que depositamos en su energía y usarlo como escudo protector para todos los días.

Si bien las propiedades curativas del jade no cuentan con un respaldo científico, encontrar en estos rituales beneficios y protección puede resultar tranquilizador y contribuir a encontrar armonía en la rutina diaria.

Ya sea como una joya que acompaña y recuerda las intenciones o los objetivos o como un amuleto, el jade es una excelente fuente de inspiración.