Madeleine McCann: la dramática conclusión de los investigadores tras analizar las pruebas del último operativo

La desaparición de Madeleine McCann es uno de los casos sin resolver que más ha llamado la atención en los últimos años. Ahora, se ubicó nuevamente en el foco de la atención pública mundial debido a un masivo operativo de búsqueda que se realizó en Portugal.

Sucede que a pedido de las autoridades alemanas, a fines del mes de mayo -entre el 22 y el 24 de ese mes, precisamente- tuvo lugar la investigación más importante desde 2014.

Durante esas jornadas, decenas de agentes recorrieron la represa de Barragem do Arade -que se ubica a unos 50 kilómetros del lugar donde Maddie fue vista por última vez- en busca de elementos que pudieran dar una nueva pista.

La dramática conclusión de los investigadores tras analizar las pruebas del último operativo

De acuerdo al testimonio de una fuente, los policías que buscaban nuevas pruebas en el caso de Madeleine McCann se encontraron con un "obstáculo", informó The Mirror.

Luego de recibir los objetos recolectados, los fiscales alemanes dedicaron las últimas dos semanas a revisar cuidadosamente los elementos encontrados durante la búsqueda.

Sin embargo, como habría indicado está fuente cercana al caso, los nuevos hallazgos no arrojaron ninguna pista que pudiera hacer avanzar la investigación.

"Lamentablemente, parece cada vez más que la búsqueda del depósito no proporcionará ninguna respuesta ni pistas nuevas. Es demasiado fuerte decir que fue una pérdida de tiempo, pero los oficiales, naturalmente, están realmente decepcionados", indicaron en diálogo con The Sun.

Y sumaron: "Parece que tenemos un obstáculo. Sin embargo, todavía hay algunos elementos para controlar y el equipo de policía continuará trabajando arduamente para hacer todo lo posible para tratar de asegurarse de que no quede piedra sin remover. Se revisará cada artículo incautado de ese depósito".

Madeleine McCann: el último operativo

La policías portuguesa, británica y alemana trabajaron en el embalse de Barragem do Arade, a unos 50 kilómetros de Praia da Luz, donde Maddie fue vista por última vez.

¿Por qué ese lugar? Porque la fiscalía alemana que investiga el caso descubrió fotos y videos del área en una computadora de Christian Brueckner (45), el principal sospechoso de la desaparición de la pequeña.

Además, de acuerdo a testimonios de gente con la que se vinculó en aquel momento, el alemán -que actualmente está preso por la violación de una mujer de 72 años en el Algarve cuando sucedió lo de Madeleine- se refería a la zona como "mi pequeño paraíso".

Según medios portugueses, los investigadores recogieron muestras del suelo durante las búsquedas (para ver si coincidían con las de la minivan en la que se movía Brueckner), así como varios trozos de tela que encontraron.

La zona ya había sido peinada en 2008 durante una investigación privada encarada por la familia, pero los submarinistas solo encontraron restos animales en el embalse.

Madeleine McCann: el caso que aún debe ser resuelto

Madeleine McCann desapareció poco antes de cumplir cuatro años, el 3 de mayo de 2007, en Praia da Luz, en el sur de Portugal, donde pasaba las vacaciones con su familia.

Esa noche, la niña dormía en la habitación del complejo turístico junto a sus hermanos, los gemelos Sean y Amelie, de 2 años.

Sus padres, Kate y Gerry McCann, cenaban con amigos en "Tapas", el restaurante del centro vacacional, a unos 50 metros de la habitación. Habían llegado allí a eso de las 20:40 y cada 20 minutos se turnaban para ir a vigilarlos y comprobar que todo estuviera bien.

Alrededor de las 22, tras una de esas visitas, la mamá de la pequeña regresó llorando y gritando a la mesa. "Se la llevaron", repetía una y otra vez.

Su desaparición generó una excepcional campaña. Las fotos de la niña de ojos claros con una característica mancha en el iris, dieron la vuelta al mundo y, durante meses, ocuparon portadas de periódicos y horas de televisión.

La investigación estuvo estancada por años antes de que las autoridades se fijaran en el alemán Christian Brueckner, un hombre que vivía en esa época a unos kilómetros del hotel.

"La investigación sobre el sospechoso de 46 años de Brunswick continuará probablemente durante mucho tiempo", advirtió la fiscalía.