Cómo rezar a las almas del purgatorio, según la tradición católica

La Iglesia, en su catecismo, enseña que el Purgatorio recibe a las “almas que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificadas”. Agrega que, “si bien la Iglesia muchas veces se refiere al Purgatorio como ´fuego purificador´, también enseña que el sufrimiento de este proceso es distinto del castigo de los condenados”.

“Para aliviar el sufrimiento de las almas del Purgatorio y reducir el tiempo de este proceso, la Iglesia invita a todos sus hijos a hacer oraciones y sacrificios (indulgencias) en favor de ellas”, explica el catecismo.

En este contexto, mucha gente le pide favores a estas almas en la creencia de que pueden interceder ante Dios en nuestro su nombre. La manera adecuada de hacer estas peticiones implica adentrarse en la conexión entre los vivos y los muertos, y en una serie de creencias y prácticas.

¿Cómo pedir un favor a las almas del Purgatorio?

Siempre según la Iglesia, “a diferencia del Cielo y del infierno, que son destinos eternos del alma, el Purgatorio define a un proceso de purificación temporal por el que solo pasan algunas personas después de su vida terrenal”. El infierno está reservado para aquellas personas que mueren en pecado mortal, sin haberse arrepentido y sin abrazar la misericordia de Dios. Es un estado de sufrimiento eterno y de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios.

Una forma común de ayudar a las almas del Purgatorio y, por ende, de pedirles favores, es a través de la oración y la celebración de misas en su nombre. Se cree que nuestras oraciones pueden ayudar a acelerar el proceso de purificación de estas almas, permitiéndoles alcanzar más rápidamente la presencia de Dios.

Asistir a misas por el descanso de las almas del Purgatorio o rezar el rosario por su intención son prácticas que se consideran beneficiosas tanto para las almas como para quienes las realizan. En la tradición católica, las indulgencias son una forma de remisión ante Dios del castigo temporal por los pecados ya perdonados, tanto para el penitente en la Tierra como para las almas en el Purgatorio.

Participar en ciertas acciones piadosas, como visitar una iglesia en un día determinado o rezar ciertas oraciones, puede ganar indulgencias que se aplican a las almas del Purgatorio. Buscar la obtención de indulgencias y ofrecerlas por estas almas es una manera de pedirles favores mientras se contribuye a su proceso de purificación.

También se cree que los santos tienen un papel especial en la intercesión entre los vivos y Dios. Por lo tanto, dirigirse a un santo en particular, conocido por su devoción a las almas del Purgatorio, puede ser una forma efectiva de pedirles favores. San Gregorio Magno, por ejemplo, es considerado un poderoso intercesor por las almas del Purgatorio debido a sus enseñanzas y acciones relacionadas con la oración por los difuntos.

Finalmente, realizar penitencias o acciones de caridad en nombre de las almas del Purgatorio es otra manera de buscar su intercesión.