Aunque el gobierno de Yemen suspendió ayer la Constitución y prohibió las protestas, miles de habitantes de la capital siguen marchando y reclamando contra el régimen de Ali Abdullah Salleh, quien el martes prometió renunciar a fin de año (adelantando elecciones en enero de 2012) tras 32 años de gobierno. Ya hubo más de 60 muertos. El viernes, los rebeldes harán una gran marcha contra su régimen.
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