El 51% de los catalanes rechaza la declaración de independencia

El 51% de los catalanes rechaza la propuesta de los partidos independentistas para que el parlamento regional anuncie el inicio oficial de la independencia de España, según una encuesta de opinión publicada ayer.
La propuesta rupturista presentada por Juntos por el Sí, con mayoría absoluta en el Parlamento, que ha creado la peor crisis institucional en el contencioso del gobierno central con Cataluña. Esta coalición está integrada por Convergencia Democrática, liderada por el presidente regionalArtur Mas, y Esquerra Republicana.
El problema es que Juntos por el Si solo ha obtenido 62 diputados mientras que el resto de la oposición suma 63 legisladores. Para poder imponer un gobierno por mayoría absoluta, los independentistas necesitan los diez votos de Candidatura por la Unidad Popular, CUP. Esta es una alternativa radical de izquierda, anticapitalista y partidaria de aplicar una desobediencia implacable contra las instituciones españolas, como no pagar impuestos y exigir la creación inmediata de unos servicios sociales de la Republica Catalana que reemplacen a los españoles.
La encuesta publicada por el diario El País producida por Metroscopia, la más prestigiosa agencia en sondeos, añade que el apoyo a la secesión de Cataluña de España descendió del 45% hasta el 41% después de las elecciones regionales del pasado 27 de setiembre.
Un 49% de los consultados se opone a la separación contra un 46% a favor registrado en las elecciones mencionadas. En el caso que la ruptura comportara la salida de la Unión Europea, el apoyo descendería al 37%.
La opción mayoritaria entre los catalanes para resolver esta crisis, señala el sondeo, sería mejorar y blindar las competencias de esta región dentro de España. En este caso, un 45% apostaría por esta opción, mientras que un 26% apoyaría aún la secesión y un 20% mantener las competencias actuales.
El martes, las listas independentistas, con mayoría absoluta en la cámara regional, presentaron una resolución a aprobar en el próximo pleno del parlamento que “declara solemnemente el inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente en forma de república” y propugna el no sometimiento a las instituciones españolas.
La propuesta rupturista va más allá y proclama que no se aceptarán las instituciones españolas como el Tribunal Constitucional, que previsiblemente va a declarar ilegal una declaración separatista.
También se insta al parlamento a no aceptar ninguna medida española y sólo acatar las decisiones del parlamento catalán.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, reaccionó de inmediato señalando que utilizará todo el peso de la ley para oponerse a los planes secesionistas. Ayer inició una serie de consultas con todos los voceros parlamentarios.
Los dos primeros encuentros fueron con Albert Rivero, de Ciudadanos, y Pablo Iglesias de Podemos. Ambos expresaron al finalizar las reuniones por separado que es necesario no solo una solución legal sino otra política que aproxime las posiciones y genere un diálogo.
Mientras tanto, el ambiente ya muy crispado continúa abrumado por las revelaciones sobre nuevos hallazgos de pruebas de corrupción que comprometen a la familia Pujol.
El diario La Razón, muy próximo al gobierno y por lo tanto con excelentes fuentes de información, reveló que el grupo especial de investigación de la Policía Nacional sigue el rastro de numerosos movimientos de grandes sumas de dinero de los Pujol desde sus cuentas en Andorra y paraísos fiscales desde 1990.
A través de cinco testaferros, uno en Rosario, Argentina, se habían dirigido después de numerosas transferencias internacionales unos 900 millones de euros que están en cuentas secretas en el paraíso fiscal centroamericano de Belice.
También se han detectado blanqueos mediante compras de diamantes en Nueva York por 450.000 euros, numerosos autos de lujo y de carreras, íconos religiosos, objetos de arte y otros géneros.