“Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del gobierno pero no acepto pagar el precio que me piden para hacerlo”, dijo este martes en el Congreso Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP) y candidato a la presidencia de España.
En el primer día de su debate de investidura, Núñez Feijóo se refirió así al apoyo del independentismo catalán que condiciona su “sí” o su abstención al candidato que le garantice una amnistía por los delitos cometidos en 2017, cuando organizaron un referéndum de autodeterminación ilegal y declararon unilateralmente la independencia de Cataluña.
“Ningún fin, ni siquiera la presidencia del gobierno, justifica los medios”, dijo Núñez Feijóo en un debate que, él lo sabe, es la crónica de una derrota anunciada.
Porque a pesar de haber ganado las elecciones de julio, el triunfo en las urnas no es sinónimo de obtener la presidencia.
Según el sistema parlamentario que rige España, es preciso que el candidato obtenga el apoyo de la mitad más uno de los 350 diputados que integran el Parlamento. Y Núñez Feijóo no cuenta con ellos.
Pocas expectativas
España amaneció este martes con muy pocas expectativas sobre el gran acontecimiento que sucedería horas después en el Congreso: el primer debate de investidura de un candidato a presidente, más de dos meses después de las elecciones generales del 23 de julio.
Designado por el rey Felipe VI, jefe del Estado, para intentar formar gobierno, Núñez Feijóo habló durante casi dos horas.
El jefe de Gobierno español y candidato del PSOE, Pedro Sánchez. Foto aFPEntró al hemiciclo a las 12.03, donde los 137 diputados de su partido lo esperaban en sus bancas para aplaudirlo.
“En el proyecto que vengo a presentarles no figura la amnistía, no figura la autodeterminación ni fórmulas análogas o equivalentes”, dijo el candidato del PP.
“Para mí, ni jurídica ni éticamente es aceptable. Fuera de la Constitución no hay democracia”, insistió.
“Lo que el independentismo plantea, además de ser una aberración jurídica y moral, es un ataque directo a los valores democráticos esenciales de nuestro país”, subrayó.
“Tengo principios, límites y palabra”, agregó Núñez Feijóo, consciente de que cuenta con 172 apoyos abiertamente confirmados: 137 diputados de su partido, 33 de la ultraderecha de Vox, 1 de Coalición Canaria y 1 de Unión del Pueblo Navarro.
Sin embargo, si no hay sorpresas, 178 diputados le dirán que no.
Contra Sánchez
En su discurso, Núñez Feijóo disparó contra su principal adversario, el actual presidente en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que lo escuchó sin hacer ni una mueca.
El candidato a la investidura propuso la incorporación al Código Penal del delito de deslealtad institucional y que se volvieran a aumentar las penas para quienes malversan fondos públicos.
Basó su candidatura en seis pactos de Estado y un acuerdo para “defender la integridad territorial” de España.
Cuando llegó el turno de réplicas, Pedro Sánchez se quedó sentado en su banca. Aunque nadie lo confiesa, la estrategia del presidente en funciones sería evitar roces y exposición que desgasten su imagen.
Si no hay imprevistos, la investidura de Núñez Feijóo quedará en nada y ahí será su momento, si termina de acordar con el independentismo catalán la amnistía que le exige Carles Puigdemont, el ex presidente de Cataluña que huyó de España en 2017 para evitar ir a prisión.
En nombre del PSOE habló el diputado Oscar Puente, ex alcalde de Valladolid.
Le recriminó a Núñez Feijóo haber conseguido gobiernos a cambio de unirse en coalición con Vox. “Era enternecedor verlo reclamar respeto para el ganador de las elecciones”, ironizó el diputado del PSOE.
“Explíqueme, señor Feijóo: en todas aquellas ocasiones en las que su partido ha podido gobernar a base de alianzas post-electorales, a pesar de no haber sido el partido más votado, ustedes han formado gobierno desplazando al partido más votado e integrando, sin rubor alguno, a la ultraderecha. Eso es lo que ha hecho usted, señor Feijóo”, le recriminó Puente.
“Quiero dejarle claro que no hay nada ilegitimo en ello -dijo-. Es la aplicación de la Constitución y de la ley.”
“En una democracia parlamentaria no gana la lista más votada. Gana quien logra formar gobierno”, afirmó Puente.
Retos y advertencias de Vox
Santiago Abascal, de Vox, confirmó su apoyo a la investidura de Núñez Feijóo sin evitar recriminaciones y advertencias:
“La obsesión de ustedes en no depender de Vox en ese gobierno que algunos aduladores les prometían, les llevó a cometer el gravísimo error y tolerar una campaña de demonización de Vox que venía impulsada desde la izquierda”, le dijo Abascal al candidato Núñez Feijóo.
“Vamos a gobernar juntos en muchas autonomías, en muchos municipios y creo que no es lógico ni comprensible que desde el propio partido se ataque a los gobiernos de coalición”, agregó.
¿Sí a la amnistía?
El independentismo catalán reivindicó la negociación de una amnistía.
“Una amnistía por los hechos del 1 de octubre (fecha del referéndum de 2017) debe sentar las bases para que se produzca un nuevo 1 de octubre”, sentenció Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana.
Míriam Nogueras, portavoz de Junts Per Catalunya, el partido de Puigdemont, fue clara en el “no” a Núñez Fejóo y en la amnistía como moneda de cambio a un futuro apoyo a Pedro Sánchez: “Las condiciones de Junts no han cambiado. No estamos para recordarle la historia, estamos para cambiarla”.
El debate duró hasta pasadas las nueve de la noche. El miércoles será la primera votación, en la que Núñez Feijóo tendría que conseguir la mayoría absoluta del Parlamento.
Si no lo logra, tal como se prevé, tendrá una segunda oportunidad 48 horas después.
Esta vez, podría lograr ser nombrado presidente con mayoría simple, es decir, obteniendo más “sí” que “no”.
Una opción que tampoco se presenta como probable en el horizonte del candidato del PP.
PB
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