La dictadura en Nicaragua deja en libertad al obispo Rolando Álvarez, quien podría ser enviado a Roma

El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, quien fue condenado a 26 años de cárcel por traición a la patria, fue excarcelado y se encuentra bajo resguardo de la Conferencia Episcopal, informaron este miércoles medios locales, que citan fuentes eclesiásticas y diplomáticas.

Monseñor Rolando Álvarez, "ya no está en la cárcel Modelo", donde se encontraba en una celda de máxima seguridad desde el 9 de febrero de 2023 por los presuntos delitos de "conspiración contra la soberanía nacional y propagación de noticias falsas", precisaron las fuentes citadas por el diario nicaragüense El Confidencial.

"Sabemos que existen contactos entre el Gobierno, la Conferencia Episcopal, y el Vaticano para liberarlo y enviarlo al exilio", indicaron dos fuentes diplomáticas, pero dijeron desconocer cuáles son los términos de la negociación y si el obispo aún se encuentra detenido.

El dirigente opositor Félix Maradiaga confirmó que desde el lunes por la noche el obispo "ya no se encuentra en el centro de detención" y señaló que podría salir del país en las próximas horas.

"Extraoficialmente, se ha mencionado, por parte de fuentes creíbles y bien informadas, que Monseñor Rolando Álvarez podría ser enviado fuera de Nicaragua en las próximas horas, probablemente mañana", indicó Maradiaga, citado por la agencia de noticias Europa Press.

"Ha estado sufriendo una detención arbitraria, bajo acusaciones falsas. Además, fue sentenciado a 26 años de prisión, despojado de su ciudadanía y trasladado de su arresto domiciliario a la cárcel", criticó el político opositor.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) exigió la semana pasada la liberación del obispo, pidiendo a las autoridades nicaragüenses que garanticen "un trato digno" al prelado "mediante el acceso inmediato a servicios de salud, medicamentos y alimentación adecuada", así como el contacto con "familiares y abogados", puesto que el detenido se encuentra en una situación de "extrema vulnerabilidad".

En los últimos meses, el Gobierno de Daniel Ortega ha privado de nacionalidad a disidentes, ha expulsado del país a embajadores y ha clausurado miles de ONG nacionales e internacionales, así como medios de comunicación y organizaciones religiosas.

Ortega ha criticado en numerosas ocasiones a la Iglesia Católica, a la que ha calificado de "dictadura perfecta" y de "usar" a sus obispos para "dar un golpe de Estado" en el país centroamericano.

Aseguró que algunos sacerdotes hicieron llamamientos al derramamiento de sangre durante la ola de protestas contra el Gobierno en 2018, que se saldó con la muerte de más de 300 personas.

Agencias