Los socialistas y la extrema derecha van a segunda vuelta en Francia

Una elección legislativa parcial en Doubs puso a prueba en Francia "el espíritu del 11 de enero", cuando 4 millones de franceses marcharon republicanamente para repudiar los actos terroristas en París contra los periodistas de Charlie Hebdo y los clientes de un supermercado kosher. Pero el desafío no entusiasmó a los electores. Bajo la nieve, con frío y con solo el 40 por ciento de participación, se impuso en la primera vuelta el xenófobo Frente Nacional por el 32,6 por ciento de los sufragios en la cuarta circunscripción electoral del país. Los socialistas fueron segundos con el 28,85. El conservador candidato de la UMP, Charles Demouge, fue eliminado con el 25 por ciento.

El vencedor de esta elección en el balotaje sucederá como diputado al ex ministro de Economía Pierre Moscovici, el socialista que renunció, después de su nominación como comisario a cargo de las cuestiones económicas en la Unión Europea.

Los socialistas suspiraron aliviados con su performance. El "espíritu del 11 de enero" les ha devuelto la esperanza, después que el presidente François Hollande recuperara su popularidad hasta llegar a un 40 por ciento, en el nuevo clima de unión republicana en Francia. En Doubs, el PS frena de alguna manera la serie de derrotas que ha tenido desde que Hollande llegó al poder. En los últimos dos años, la derecha había ganado doce de las trece elecciones legislativas parciales en Francia y en cuatro de esas elecciones, los socialistas fueron eliminados en la primera vuelta.

En este clima, no fue el triunfo del Frente Nacional en una zona obrera sino la performance del candidato socialista pos masacre en Charlie Hebdo la gran novedad de la elección.

Con el conservador Nicolás Sarkozy buscando reingresar a la política como el salvador de la derecha, los resultados en Doubs fueron una inmensa frustración para la UMP y sus seguidores el domingo por la noche.

El dilema esta ahora en las manos de la UMP para elegir una estrategia para la segunda vuelta, cuando las elecciones presidenciales son en el 2017 y algunos buscar consolidar la figura de Sarkozy, que no tiene demasiados amigos entre los nuevos líderes de su partido. No será fácil .

Dominique Bussereau, cofundador de la UMP, llamó a votar al partido socialista, en un pacto republicano contra el FN y Le Pen en el ballotage para frenarlos. Una idea que podría ser apoyada por el ex primer ministro y canciller Alain Juppe y Nathalie Kosciusko-Morizet. Pero otros aspirantes a ese liderazgo, como Laurent Wauquiez y el candidato en alza Bruno Le Maire, se oponen firmemente a ese movimiento.

Una vez mas, la UMP va a dividirse para la segunda vuelta y aparecerá ante el electorado de derecha como un partido atomizado, que prioriza su lucha de caciques y ambiciones personales.

Sin pacto republicano entre la UMP y el PS, el Frente Nacional se vería beneficiado en la segunda vuelta con los votos de los conservadores derechistas. La líder del FN, Marine Le Pen hizo campaña en Doubs junto a su candidata Sophie Montel. Ella fue quien distribuyó material en la fábrica de PSA en Sochaux sobre "el peligro islamista" en las últimas semanas.

Los sociólogos que analizaron los resultados de Doubs, la cuarta circunscripción francesa, llegaron a la conclusión de "que no hubo una real progresión del Frente Nacional sino una fuerte baja de los partidos republicanos, que convencen de menos en menos a los electores a desplazarse a votar", según Le Monde.

La abstención fue un récord en estos comicios, donde el 60,44 por ciento no fue a votar. Pero aun así , el Frente Nacional consigue movilizar a sus electores para ir a la urna. Doubs tiene menos desempleados que la media francesa (9,9 por ciento) y se debe a la fabrica de Peugeot en Monttbeliard, que no está en la circunscripción pero en las cercanías.

En estas horas, el candidato socialista Frederic Barbier llamó a la la unidad de "todos los demócratas, de todos los republicanos" para enfrentar al Frente Nacional en el balotaje.

Lo apoyó en ese llamado el primer ministro Manuel Valls, recién llegado de China, con los ojos puestos en los comicios departamentales del fin de mes de marzo y el voto de la polémica ley Macron del nuevo ministro de Economía.

"Hay una responsabilidad a hacer la unidad. Es necesaria, no solamente por los socialistas, no solamente por la izquierda, pero simplemente para los franceses" dijo Valls.

La razón es simple: por quinta vez,en las 14 elecciones legislativas parciales que se han realizado desde mediados del 2012, el Frente Nacional llega al balotaje y les roba los electores a los partidos tradicionales.