A una semana de la Navidad, se multiplican nuevamente las restricciones en el mundo ante la variante ómicron del coronavirus, que hizo explotar los casos en algunos países como Reino Unido, Austria, Francia y Países Bajos. En este último, las autoridades decidieron retomar el confinamiento total.
La variante, identificada un mes atrás en Sudáfrica, ha sido detectada en cerca de 80 países y avanza aceleradamente en Europa, donde podría convertirse en dominante para mediados de enero, según la Comisión Europea.
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) dijo que espera “un nuevo y rápido aumento de los casos en los próximos dos meses”. El organismo advirtió que la vacunación “no es suficiente” y llamó a reintroducir acciones “fuertes” y “urgentes” frente al rápido avance de la cepa, como la vuelta al teletrabajo, el uso de tapabocas y la limitación de aforos en espacios públicos.
Países Bajos decidió retornar al confinamiento total ante el avance de la variante ómicron. (AP)Ante este panorama, varios países del bloque reforzaron las medidas sanitarias al acercarse las fiestas de fin de año o están a punto de hacerlo.
El gobierno de Países Bajos declaró este sábado, tras una reunión de emergencia, un confinamiento estricto a partir de este domingo y hasta el 14 de enero. La medida implica el cierre de los colegios y las universidades, y la suspensión de todas las actividades no esenciales.
En una rueda de prensa en La Haya, el primer ministro en funciones, Mark Rutte, explicó que solo permanecerán abiertas los comercios imprescindibles, como supermercados, farmacias y estaciones de servicio. Todo lo demás, incluidos comercios, restaurantes, cines, teatros o gimnasios, deberán cerrar sus puertas casi un mes.
Además, se permitirá un máximo de dos invitados por hogar al día, pero habrá una excepción de cuatro visitantes por casa durante Nochebuena y Navidad.
Reino Unido registró ayer 90.418 nuevos casos, mientras el gobierno continúa recibiendo presiones para que imponga más restricciones y Londres declaró el estado de “incidente grave” en la ciudad por la extensión de la pandemia.
La cifra de contagios de este sábado es ligeramente más baja que la del viernes, cuando se contabilizaron 93.045 casos, pero es casi el doble de la comunicada hace una semana. Ayer hubo otras 125 muertes y 900 hospitalizaciones en las últimas 24 horas.
La alarmante propagación del covid, especialmente en Londres, donde está actualmente el centro de esta epidemia nacional, forzó al alcalde de la ciudad, Sadiq Khan, a declarar el estado de “incidente grave” por la falta de sanitaristas, ya que muchos se han contagiado y están obligados a permanecer en casa.
“El aumento de los casos de la variante ómicron en nuestra capital es tremendamente preocupante, así que una vez más estamos declarando como incidente grave por la amenaza de la covid-19 en nuestra ciudad”, señaló Khan.
Mientras, el país continúa con el amplio programa de vacunación, incluso con la apertura de estadios de fútbol para inmunizar, a fin de cumplir el objetivo de que todos los británicos mayores de 18 años reciban la dosis de refuerzo (la tercera) antes de que termine el año.
Los asesores científicos del Gobierno británico, según reveló la BBC, están a favor de establecer pronto nuevas medidas en Inglaterra para detener el alza de las hospitalizaciones, que pueden llegar a 3.000 por día a causa de ómicron.
El Ejecutivo impuso recientemente la obligatoriedad de llevar mascarilla en el transporte público y espacios cerrados, así como presentar un pase covid, que demuestre que una persona está vacunada o tiene test negativo, para entrar en grandes eventos.
Austria también está complicada. El gobierno anunció que a partir del día 20 de diciembre quienes lleguen a su territorio tendrán que disponer de un certificado de vacunación válido o haber superado el covid. De lo contrario, someterse a un aislamiento que puede romperse con un test PCR tras cinco días.
“Estas normas de entrada más estrictas plantean grandes retos, especialmente para las personas que viajan al extranjero durante las vacaciones de Navidad. Sin embargo, son necesarias especialmente en este momento para contrarrestar la propagación de ómicron en Austria”, declaró el ministro austríaco de Sanidad, Wolfgang Mückstein.
Otros países europeos, como Irlanda, Portugal y Grecia exigen a los viajeros europeos, incluso a los vacunados, presentar una prueba negativa de covid-19, ante el temor de contagios masivos.
Dinamarca, donde la enfermedad resurgió, va a cerrar durante un mes (a partir del domingo) los teatros, cines y salas de concierto, así como parques de atracciones y museos.
En Francia, el gobierno pidió a las alcaldías cancelar los conciertos y fuegos artificiales previstos para la noche de Año Nuevo. En París se anunció este sábado la anulación de celebraciones en los Campos Elíseos.
Italia registró 28.064 nuevos contagios de coronavirus este sábado y 123 muertos, una de las cifras más altas del año que mantiene alerta a las autoridades, pendientes de secuenciar la evolución de la temida variante ómicron.
Alemania, que el viernes clasificó a Francia y Dinamarca como zonas de “alto riesgo”, impondrá un período de cuarentena a los visitantes no vacunados. A partir del domingo, la medida se aplicará también a Noruega, Líbano y Andorra.
Las regiones alemanas pidieron el sábado al gobierno central que suspenda el tráfico procedente de Reino Unido.
Fuentes: AFP, EFE, AP y ANSA
DV
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