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      Refuerzan el empleo para combatir a Le Pen en Francia

      El,premier Valls anunció medidas que favorecen la generación de trabajo. El blanco principal son los jóvenes

      Refuerzan el empleo para combatir a Le Pen en FranciaCLAIMA20151215_0276 Jefa. Marine Le Pen, líder del Frente Nacional, con otras figuras de su partido (AFP).

      A 40 horas de las elecciones regionales, el gobierno socialista y la clase política francesa buscan una respuesta en la urgencia al mensaje de cambio inmediato de los electores, a la frustración social y a la amenaza que representa el Frente Nacional (FN) de los Le Pen para las presidenciales del 2017.
      Si bien el presidente Francois Hollande continúa mudo y como “jefe de la nación”, fue su primer ministro, Manuel Valls, quien anunció una serie de medidas nuevas para el empleo. El desempleo, especialmente juvenil, está en el corazón de esta cólera electoral de los franceses, cuando ha alcanzado el 10.2 por ciento.

      Valls mencionó tres ejes: la formación para los desempleados, a quienes el reentrenamiento les podría permitir conseguir nuevos trabajos; los empleos de servicios a la persona, como el de cuidado de niños, la ayuda a domicilio, el mantenimiento de jardines; y el aprendizaje de los jóvenes, entre quienes el desempleo es más fuerte, especialmente en los suburbios de París y las grandes ciudades.

      Las medidas concretas se conocerán en enero. Hollande está convencido de que si ellos consiguieron imponer y pasar por el Parlamento la legislación del estado de urgencia en una semana tras los atentados, la misma emergencia se puede aplicar para combatir el desempleo.

      Ellos saben que el “voto cólera”, que luego se transformó en “barrera republicana” al FN, les exige una respuesta urgente. Esta puede ser la última posibilidad que tienen para darla a conocer. Sociólogos y politólogos hablan de la amenaza de un voto consolidado de Marine Le Pen en el 2017 y su presencia en el balotaje, si el mensaje del electorado no es finalmente interpretado por la clase política. Es la última advertencia.

      El primero en entenderlo fue Xavier Bertrand, el Republicano que ganó a Marine Le Pen en Nord Pas de Calais Picardie, en el balotaje, con el apoyo de la izquierda, que retiró sus listas y lo votó para que el pudiera ganar. “Los electores nos han dado la última oportunidad”, dijo el día del triunfo, que él vivió como una derrota. El ex primer ministro Jean Pierre Rafarin habló de “trabajar en conjunto con el gobierno” en los proyectos porque “juntos” le habían ganado al FN.

      Son ellos los que han lanzado “un proceso de recomposición político,” que exigen de inmediato a una clase que no se renueva, que repite sus candidatos presidenciales por años, donde nadie renuncia si pierde o si rompe las promesas, como sucede en los países anglosajones.Valls comparte este proyecto de renovación: el partido socialista debe regenerarse profundamente y aceptar la idea de reformas si quiere tener chance en 2017, según su idea.

      En un sondeo de Odoxa, el 68% apoya la idea de que la izquierda, la derecha parlamentaria y el centro (Republicanos y UDI) se unan para hacer proposiciones comunes para el pais. El 31% se opone.
      “Nosotros no podemos seguir así. Hay que actuar contra la precariedad y debemos emprender la competitividad y la refundación de la escuela”, diagnosticó Jean Christophe Cambadelis, secretario general del partido socialista.También incluye la unión de la izquierda, dispersa y peleada por luchas ideológicas sobre el plan “social liberal” de Hollande, y no unida solamente ante la amenaza del Frente Nacional. El llamó “ a la ruptura”, a una “Alianza Popular que incluya a los republicanos”, como fue el Consejo Nacional de la resistencia ( CNR).

      El mensaje de los electores franceses fue a los políticos: “Renuévense, escuchen, hagan, renuncien, respeten las promesas y déjennos participar”. Bruno Le Maire,el diputado Republicano y aspirante a candidato presidencial en las primarias de su partido, conoce ese rechazo: “Los que bloquean los cambios son los políticos”, alertó.

      La inmigración que inquieta a los franceses, la desesperanza social, una Europa impopular que exige la austeridad sin fin, la ruptura entre representantes y representados deberán ser tratados y solucionados en Francia para que este escenario no vuelva a repetirse.


      Sobre la firma

      María Laura Avignolo

      mavignolo@clarin.com

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