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      La guerra Rusia-Ucrania: la OTAN desplegará más tropas en Bulgaria, Eslovaquia, Hungría y Polonia

      Los 30 jefes de Estado o de Gobierno se reúnen este jueves con el presidente ucraniano Zelenski como invitado por videoconferencia.

      La guerra Rusia-Ucrania: la OTAN desplegará más tropas en Bulgaria, Eslovaquia, Hungría y PoloniaEn Jarkov, una carcaza de una bomba rusa en el cementerio. Foto EFE

      Los 30 jefes de Estado o de Gobierno de la OTAN se reúnen este jueves en Bruselas con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski como invitado por videoconferencia y con la misión prioritaria de mostrar unidad y anunciar más despliegues militares en el flanco oriental ante el temor a Rusia.

      El estadounidense Joe Biden trae a la capital belga el mensaje de la necesidad de seguir apretando las tuercas a Rusia y de mantener la unidad transatlántica.

      El secretario general de la Alianza Atlántica, el noruego Jens Stoltenberg, anunció la tarde del miércoles que se doblará el número de tropas hasta ocho los batallones multinacionales. Habrá más en Bulgaria, Eslovaquia, Hungría y Polonia.

      La OTAN tiene 40.000 hombres bajo su mando directo en la región, acompañados de todo tipo de material militar, desde cazabombarderos de última generación Eurofighter y F35, hasta blindados, carros de combate y helicópteros pasando por baterías antimisiles Patriot.

      Militares ucranianos en una barricada en Jarkov. Foto AFPMilitares ucranianos en una barricada en Jarkov. Foto AFP

      Los flancos

      Durante la reunión podría haber más anuncios similares, pero los dirigentes también tendrán sobre la mesa cómo la Alianza Atlántica pretende vigilar lo que considera que son sus puntos más débiles.

      Los movimientos de la OTAN para proteger esos puntos empezaron el mismo día del ataque ruso a Ucrania. Horas después del ataque, la OTAN ordenó a la Armada alemana enviara cinco navíos a Letonia. El cuartel general de la Alianza Atlántica ve en los Bálticos una de sus flaquezas.

      Durante décadas, cuando la OTAN y el Pacto de Varsovia se repartían Europa, el Báltico no era de importancia estratégica para la Alianza occidental. Estonia, Letonia y Lituania eran parte de la Unión Soviética, Moscú tenía continuidad territorial con Kaliningrado, Polonia era miembro del Pacto de Varsovia.

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      Gonzalo Sánchez, enviado especial de Clarín, recorre las cercanías de un aeropuerto ucraniano en donde las bombas dejaron casas destruidas

      Suecia y Finlandia no eran (y no son) miembros de la OTAN, por lo que la Alianza Atlántica no tenía el compromiso de defenderlas.

      El Báltico era importante, no imprescindible. En caso de conflicto generalizado, Turquía cerraría el paso de la flota rusa del Mar Negro al Mediterráneo y Dinamarca haría lo propio en sus estrechos. La mayor parte de los submarinos nucleares rusos y sus destructores quedarían bloqueados.

      En caso de guerra mundial, el Atlántico estaría libre de la amenaza rusa y Estados Unidos podría suministrar lo necesario a Europa occidental. Sólo tendrían libre navegación los buques rusos del Ártico.

      La expansión​

      La situación cambió con la ampliación al este de la OTAN a partir de 1999. Polonia, Estonia, Letonia y Lituania son miembros de la Alianza occidental pero su situación geoestratégica, en lo que se refiere al transporte marítimo, depende de que Rusia no use Kaliningrado para bloquear la salida al mar de los Bálticos y de que no haya problemas en los estrechos daneses que separan ese mar interior del Mar del Norte.

      Entre Bielorrusia y Kaliningrado (territorio ruso fuertemente armado, también con misiles Iskander de hasta 500 kilómetros de alcance y capaces de llevar una cabeza nuclear) hay apenas 65 kilómetros sin grandes accidentes orográficos, la conocida como “brecha Suwalki”.

      Conecta, con una autopista y una línea férrea, Polonia y Lituania. Si Rusia atacara ahí cerraría el paso terrestre entre los tres bálticos y el resto de la Unión Europea y la OTAN. Quedarían tras el nuevo telón de acero.

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      El equipo de Clarín salió a la calle luego del toque de queda de 36 horas. La población trata de seguir con sus actividades, mientras en las cercanías continúan los bombardeos.

      El trabajo de la OTAN ahora mismo se centra en asegurar que el Báltico seguirá siendo navegable. Su cierre es sencillo: basta con colocar minas marinas o con hundir unos mercantes en algunos puntos de los estrechos daneses y Polonia y los Bálticos se quedarían cortados de las rutas marítimas internacionales.

      Los cinco navíos alemanes serán reforzados en días por otros tres: un danés, un belga y un estonio. Tres letones y un lituano completan una pequeña armada de 12 buques. Su primer trabajo será asegurar que la zona no está minada porque unas pocas minas marinas a la deriva podrían cerrar el acceso a los puertos bálticos.

      La OTAN quiere estar preparada ante estas debilidades. Además del reforzamiento de su flanco oriental, Estados Unidos lleva días enviando material militar a Alemania, Bélgica, Países Bajos y Polonia. Se trata de tener en Europa más helicópteros, carros de combate, blindados, lanzagranadas, armas antiaéreas y demás material que pudieran necesitar tropas estadounidenses enviadas de urgencia a Europa.

      PB


      Sobre la firma

      Idafe Martín
      Idafe Martín

      Colaborador de Clarín en Bruselas elmundo@clarin.com

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