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      Historia de amores y traiciones, en la interna del socialismo francés

      Segolene Royal fue derrotada en el primer turno. Ahora, apoyará a su ex marido.

      Historia de amores y traiciones, en la interna del socialismo francésCLAIMA20111013_0052 SIN NADA. SEGOLENE, AL VOTAR EL DOMINGO PASADO EN LAS PRIMARIAS. AHORA, APOYARA EN EL BALOTAJE A SU EX MARIDO.
      Redacción Clarín

      La Madonna lloró y los franceses se conmovieron. Hasta su ex pareja y triunfador, François Hollande, consoló públicamente a Segolene Royal, ex candidata presidencial francesa, que llegó cuarta en las elecciones primarias socialistas del domingo, pero vio que sus ideas de renovación partidaria se imponían. Sin ella, pero gracias a ella.

      Las crueldades de la política . Su ex vocero, Arnaud Montebourg, será el arbitro de la elección del próximo domingo para nominar el candidato presidencial socialista, al haber conseguido el 17% de los votos.

      Después de las lágrimas, Segolene hizo su análisis político y lanzó su consigna de voto: llama a sus seguidores a apoyar a Hollande, su ex pareja y padre de sus 4 hijos. El mismo día que Hollande y Martine Aubry debatían en televisión, antes de la segunda vuelta de las primarias. Dio tres razones para decidirse por Francois: porque llegó primero, porque las ideas de ella serán tomadas en cuenta por él (desde la reforma bancaria hasta los despidos bursátiles y la moralización de la política) y para aventajar a la derecha. El le agradeció “la elegancia y la responsabilidad en la decisión de quien fue nuestra candidata en el 2007” y su nueva mujer, Valerle, se sumó al gesto en Twitter, por su apoyo “sincero, desinteresado y sin ambigüedades”.

      La fría y bella Segolene Royal se “quebró” frente a las cámaras de la TV el domingo por su derrota, ante el asombro de los franceses, enfundada en su blazer colorado, que -esta vez – no le dio suerte: “Es tan duro, tal decepción para toda esa gente que me acompaña”, dijo con voz cascada y enrojecidos ojos celestes. “Gracias, Segolene”, gritaban sus fans conmovidos. No sólo había perdido, sino que había ganado Hollande, la pareja que perdió en la última elección cuando decidió que sería ella y no él la que iría por la presidencia. El se fue con Valerle, una periodista de París Match. Ella hizo la campana sola, hasta la derrota, para anunciar su separación definitiva la noche de la victoria del ahora presidente Nicolás Sarkozy. Más tragedia de Shakespeare que telenovela, a los franceses no les gusta el sentimentalismo cursi. Prefieren y entienden otra épica.

      Con cuatro hijos en el medio y una separación traumática, Hollande homenajeó a su ex mujer la noche del triunfo: “Yo entiendo la decepción de Segolene”, dijo con caballerosidad de “gentleman” británico. “Pero muchas de sus ideas han sido adoptadas por todos”, le anunció, como premio consuelo.

      Durante la campaña, ella lo había acusado de “mediocre” y cuando dijo públicamente si alguien sabía lo que él “había hecho en 30 años”, Hollande demostró una vez mas su sentido del humor y su discreción: mostró los cuatro dedos de la mano. Ellos corresponden a los cuatro hijos que tuvo con Segolene, su compañera de curso en la ENA, la escuela de élite para la administración francesa. Los cuatro chicos Royal-Hollande hicieron un pacto salomónico: apoyarían a cualquiera de los dos padres que ganara la primaria. No todos tienen en el mundo dos padres que disputan el mismo sillón: la presidencia de la República. Flora, la hija más chica, está estudiando psicología. “Para tratar de entender”, sostiene Hollande, con una sonrisa.

      La “Maison Royal” se derrumbó en estas elecciones primarias. Los franceses dieron vuelta la página a la candidata de 2007 y si se proyecta esta actitud, puede ser que adopten la misma conducta frente a una eventual candidatura presidencial del conservador Nicolás Sarkozy en las elecciones presidenciales de 2012 y en un marco de aguda crisis. El 7% que consiguió Segolene en la primera vuelta no la dejará ser el árbitro que todos esperaban entre Hollande y Martine Aubry, pero necesitan de los votos de sus seguidores. Una difícil elección: ambos la traicionaron. Aubry le clavó un cuchillo en la convención partidaria en Reims y Hollande la engañó y se fue con Valerie , la periodista política, en plena campaña, donde la minimizó como presidenciable, cuando ella más lo necesitaba y él era secretario general del Partido Socialista. Ella no quiere hacerles a ellos lo que ella sufrió en 2007.

      ¿Pero a quién se dirigirán los votos de Royal? Dilema emocional, que apasionó tres días a los franceses. Las opiniones de los psicoterapeutas analizaron el fenómeno y se disputaban la intención de quien recibió 17 millones de votos en 2007 en la elección presidencial. Pero todos coincidían en que Segolene tenía una herida narcisista a resolver. Si a su 7% no lo destinaba a Hollande, podía parecer que continuaba en una frenética Guerra de los Roses con su ex pareja y proyectar una mala imagen de su personalidad y frente a sus hijos. Pero quien más la disminuyó y la bajó del pedestal fue Aubry, que la considera populista y política menor.

      “A menos que sea una Pasionaria de la vida afectiva, esta herida de haber perdido su candidatura presidencial debe ser más fuerte que el resto”, dijo el psicoterapeuta Roland Coutanceau. Según él, debería apoyar a su ex pareja Hollande y no a Aubry. Aunque la nueva mujer, Valerle, la deteste y esté celosa de ella. Para otros analistas, Segolene, educada en un convento de monjas en la laica Francia, debería seguir siendo su Juana de Arco. “Esta derrota va a reforzar a Segolene Royal en su postura de mujer sola”, dice el psicoterapeuta Serge Hefez.

      El árbitro de la elección, el abogado antimundialista, Arnaud Montebourg, la fue a visitar el lunes, solidario frente a sus lágrimas, pero para encontrar una posición común, con el 17% de él y el 7% de ella. No es una fuerza a despreciar en las elecciones del domingo, cuando se debe votar entre Hollande y Aubry en el balotaje de las primarias.

      El presidente Sarkozy se siente amenazado por estas primarias, un modelo que –según él– traiciona el espíritu de la V República. Si hay primarias en la UMP, podrían arruinarle su eventual candidatura a presidente.