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      Ante una posible invasión a Taiwán, Estados Unidos sella un acuerdo estratégico y ahora rodea a China en el mar

      El acuerdo con Filipinas permitirá a EE.UU. posicionar equipo militar y rotar tropas en nueve bases de cara al Mar de China Meridional.

      Ante una posible invasión a Taiwán, Estados Unidos sella un acuerdo estratégico y ahora rodea a China en el marManifestaciones en Manila, en contra del acuerdo militar con Estados Unidos. Foto: Reuters

      Estados Unidos está aumentando su presencia militar en Filipinas, anunciaron ambos países el jueves, sumando acceso estadounidense a cuatro bases más y afirmando el papel de la nación del sudeste asiático como un socio estratégico clave para Washington en caso de un conflicto con China por Taiwán.

      El acuerdo se anunció cuando el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, estaba en Filipinas para un viaje que comenzó el martes. El acuerdo permitiría a Washington posicionar equipo militar y rotar sus tropas a través de nueve bases militares controladas por Filipinas. Sería la primera vez en 30 años que Estados Unidos tiene una presencia militar tan grande en el país.

      La visita de Austin se produce en medio de crecientes temores en la región sobre una posible invasión china de Taiwán, la isla democrática que China reclama como su territorio.

      Activistas filipinos protestan por la presencia de tropas de Estados Unidos en el país. Foto: ReutersActivistas filipinos protestan por la presencia de tropas de Estados Unidos en el país. Foto: Reuters

      Entre los cinco aliados de tratados que Estados Unidos tiene en Asia, Filipinas se encuentra entre los más cercanos geográficamente a Taiwán, con su isla más septentrional de Itbayat a solo 93 millas de distancia. Los funcionarios estadounidenses dicen que obtener acceso a las islas más septentrionales de Filipinas es crucial para contrarrestar a China en caso de que ataque Taiwán.

      Filipinas es el aliado por tratado más antiguo de Estados Unidos en Asia. Washington está apuntalando su presencia en el país luego de que las relaciones se deterioraran durante el sexenio del expresidente Rodrigo Duterte, que finalizó el año pasado.

      Durante su mandato, Duterte criticó con frecuencia a Washington y se quejó de que Estados Unidos, el exgobernante colonial del país, había creado tratados de defensa que pesaban mucho a favor de los estadounidenses. Dijo que las tropas estadounidenses se llevaron sus armas modernas después realizar ejercicios militares.

      Los funcionarios estadounidenses se preocuparon cuando Duterte amenazó con desechar el Acuerdo de Fuerzas Visitantes, un pacto de defensa de larga data que permite ejercicios militares conjuntos a gran escala entre los dos aliados.

      También amenazó con ignorar el Acuerdo de Cooperación de Defensa Mejorada, el acuerdo que permite a Estados Unidos colocar equipo militar y tropas en Filipinas.

      El cambio con Ferdinand Marcos Jr.


      Desde que asumió el cargo en junio, el presidente Ferdinand Marcos Jr. ha buscado revivir la relación de su país con Estados Unidos, sorprendiendo a muchos expertos en política exterior. Durante la campaña electoral, Marcos había indicado que intentaría forjar lazos más estrechos con China, un sello distintivo del mandato de Duterte.

      El jefe del Pentágono Lloyd Austin III en Quezon, Metro Manila. Foto: ReutersEl jefe del Pentágono Lloyd Austin III en Quezon, Metro Manila. Foto: Reuters

      Marcos, el hijo del ex dictador Ferdinand Marcos, ha dicho desde entonces que “no puede ver Filipinas en el futuro sin tener a Estados Unidos como socio”.

      Según el plan, al menos 16.000 soldados filipinos y estadounidenses se entrenarán juntos en la provincia norteña de Ilocos Norte, el bastión de la familia Marcos, a finales de este año.

      Hace tres décadas, la presencia de Estados Unidos en Filipinas era un punto delicado entre muchos filipinos. Se consideró que las bases militares mantenidas por los estadounidenses durante casi un siglo eran un vestigio del colonialismo estadounidense. En 1992, Estados Unidos tuvo que cerrar su última base estadounidense en Filipinas tras protestas callejeras y una decisión del Senado filipino.

      En 1992, Estados Unidos tuvo que cerrar su última base estadounidense en Filipinas tras protestas callejeras. Foto: APEn 1992, Estados Unidos tuvo que cerrar su última base estadounidense en Filipinas tras protestas callejeras. Foto: AP

      Pero cuando China comenzó sus incursiones militares en el Mar de China Meridional, la opinión pública sobre la presencia de Estados Unidos en Filipinas cambió.

      Filipinas ahora espera obtener el apoyo estadounidense para defenderse de la continua acumulación militar de Beijing en el Mar de China Meridional. Manila y Beijing han estado enfrascados en un desacuerdo de larga data sobre las aguas en disputa que ambas partes reclaman como propias.

      Entre algunos sectores, el aumento planificado de la presencia militar estadounidense en Filipinas sigue siendo polémico.

      Entre algunos sectores, el aumento planificado de la presencia militar estadounidense en Filipinas sigue siendo polémico Foto: ReutersEntre algunos sectores, el aumento planificado de la presencia militar estadounidense en Filipinas sigue siendo polémico Foto: Reuters

      En un comunicado, Renato Reyes, secretario general del grupo político activista nacionalista Bayan, dijo que los filipinos “no deben permitir que nuestro país sea utilizado como escenario para ninguna intervención militar estadounidense en la región”.

      “Permitir que Estados Unidos use nuestras instalaciones nos arrastrará a este conflicto, que no está alineado con nuestros intereses nacionales”, dijo Reyes.

      Como parte del acuerdo anunciado el jueves, los estadounidenses también acordaron aumentar su asistencia humanitaria en Filipinas después de cualquier desastre natural.

      c.2023 The New York Times Company

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      Sobre la firma

      Sui-Lee Wee

      The New York Times

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