El manager musical Irving Azoff, fundador del grupo empresario Global Music Rights y manager de Pharrell Williams, le iniciará una demanda a You Tube por 1.000 millones de dólares si el sitio no retira más de 20 mil canciones sin licencia de reproducción.
Según informó The Hollywood Reporter, la compañía que es dueña de los derechos de grandes artistas -además de Pharrell, John Lennon y The Eagles-, había advertido al gigante de Google que retirara esos temas hace un mes. Ante la negativa del sitio, los abogados de Azoff irán por la vía legal.
La demanda se da a poco más de un mes en que You Tube anunciara el lanzamiento de “Music Key”, un servicio de suscripción -aún a prueba- que habilitará la reproducción de videos musicales sin estar conectado a Internet y que costará 10 dólares por mes. La adhesión al servicio -que competirá con otros similares como Spotify y Pandora- permitirá acceder a canciones y videos de grandes discográficas y sellos independientes.
Al parecer, el sitio de videos ya había hecho acuerdos con varias discográficas, pero no hizo todos los arreglos necesarios con los artistas que representa GMR. Y esas regalías que reclama la compañía de Azoff pertenecen a casi el 40% de sus representados, entre los que se destacan, además de los tres nombrados, Smokey Robinson, Chris Cornell y George e Ira Gershwin.
La pregunta es por qué Azoff va contra You Tube y no contra los otros servicios. “Son los que se han mostrado menos cooperadores. La compañía y sus clientes consideran que han sido los peores infractores”, explicó el productor a THR.
En tiempos de descarga y streaming gratuito, hace rato que el debate sobre los reales derechos de los artistas y su música en la web, se instaló en la industria. Sin ir más lejos, ayer se supo que Madonna puso el grito en el cielo porque ya 14 canciones de su nuevo trabajo se filtraron a las redes sociales.
En cuanto a los servicios de streaming, su futuro no parece ser el mejor. Volviendo a Pharrell Williams, el website Consequence of Sound informó que Happy, uno de los singles más populares de 2014, tuvo 43 millones de reproducciones en Pandora, pero que le rindió sólo unos 2.700 dólares.
Spotify, por su parte, recibió un duro golpe el mes pasado, cuando la estrella country Taylor Swift decidió quitar del sitio toda su discografía -sabiendo que perdería seis millones en ventas- y llamó irónicamente a los servicios de streaming “grandes experimentos”.
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO