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      Fiestas de egresados: ¿rito deseado o memoria impuesta?

      Cada etapa escolar cierra con festejos y memorabilia. ¿Es una necesidad de los chicos o un gesto adulto que impone qué recordar?

      Fiestas de egresados: ¿rito deseado o memoria impuesta?Fin de curso. Antes, las fiestas de egresados eran tradición al terminar la escuela secundaria. Actualmente, existen también cuando acaba la primaria y hay festejos y "merchandising", incluso, cuando los chicos se despiden del jardín de infantes.

      Cuando se acerca el final del año, los padres con chicos en edad escolar vivimos una ansiedad desconocida en nuestros tiempos de estudiantes. Es costumbre hoy festejar los finales de cada ciclo estampando remeras, buzos, banderas que dan cuenta del pasaje de los chicos al nivel superior.

      Hay "egresados" de cinco años que no empezaron a cambiar los dientes de leche y ya tienen un diploma para colgar. O de 12, que se preparan para empezar la escuela secundaria, no sin antes compartir un viaje iniciático junto a sus compañeros. Para cuando llegan a la universidad, nuestros hijos se han doctorado en la emoción del logro y de la despedida. 

      Me inquieta un poco esa lógica de "etapa superada" que imprime tics adultos en la infancia. Su contribución innegable al negocio de la nostalgia (el merchandising del egreso es suculento), ¿se origina en una necesidad de los chicos o sincera un modo encubierto de formatear su memoria -"hay que recordar esto"- con hitos que define la mirada de los grandes?

      A veces, los recuerdos perduran más allá de los ritos. No tuve fiesta de egresados a los 5 años. A mi maestra de jardín le decía Tante Susi, aunque no era nuestra tía (eso es Tante en alemán). Tenía anteojos ahumados, pecas y fue la cara más amable de un colegio nuevo. La quise muchísimo.

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      Sábat, con la luz de los elegidos

      El genio inolvidable. Menchi Sábat fue desde 1973 el caricaturista de Clarín y recibió, entre muchos reconocimientos, el Premio Konex de Brillante. Aquí, en su oficina en la redacción del diario. Foto: Ariel Grinberg.El genio inolvidable. Menchi Sábat fue desde 1973 el caricaturista de Clarín y recibió, entre muchos reconocimientos, el Premio Konex de Brillante. Aquí, en su oficina en la redacción del diario. Foto: Ariel Grinberg.

      Porque la memoria tiene su propio idioma ante lo irreparable, la mía elige para llorar la muerte de Hermenegildo "Menchi" Sábat un aforismo del padre de la medicina, el griego Hipócrates: "La vida es breve, el arte es largo, la ocasión es fugaz, la experiencia es engañosa y el juicio difícil".  Sospecho que Menchi sabía que vivir teniendo presente esa advertencia nos permite hacer foco en lo que importa y nos cura en salud.

      1945. Hermenegildo Sábat, según su cédula de identidad. El artista uruguayo, fallecido el 2 de octubre de 2018, escogió esta imagen de su álbum personal para la contratapa de su libro "Rebelde ileso" (Planeta).1945. Hermenegildo Sábat, según su cédula de identidad. El artista uruguayo, fallecido el 2 de octubre de 2018, escogió esta imagen de su álbum personal para la contratapa de su libro "Rebelde ileso" (Planeta).

      Para cerrar con humor Rebelde ileso, suerte de autobiografía pictórica en la que compiló cincuenta años de retratos y paisajes, eligió reproducir la foto que acompaña estas líneas. El ceño adusto muestra ya en el niño la elección de un punto de vista personal para mirarlo todo.

      Felices, quienes disfrutamos de su coraje y su talento para hacer periodismo y arte en el mismo trazo. Brilló con la luz de los elegidos y estamos aquí para contarlo.


      Sobre la firma

      Raquel Garzón
      Raquel Garzón

      rgarzon@clarin.com

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