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      Radicales, de vuelta al ruedo

      Leandro N. Alem (1842-1896), fundador de la Unión Cívica Radical, partido que cumple este año 130 años de historia.

      El radicalismo se aproxima a cumplir sus 130 años de historia yendo a internas para dirimir espacios, conducciones y candidaturas en sus principales distritos: lo hicieron en Córdoba el domingo pasado y lo harán este domingo en la Provincia de Buenos Aires y en la Ciudad. Al dia siguiente, el presidente Alberto Fernández será consagrado presidente del Partido Justicialista, por lista única y sin elecciones internas. 

      Como partido, los radicales han visto disminuido su caudal electoral, no así como parte de coaliciones que conforman principales fuerzas de oposición, gobiernan tres provincias, cinco capitales provinciales y más de 400 municipios en todo el país. Recuerda Diego Barovero en “Radicalismo. 130 años de historia argentina” (Docencia, 2020) aquellos días de 1891, cuando la Unión Cívica, nacida de la Revolución del Parque en 1890, eligió la fórmula opositora Bartolomé Mitre-Bernardo de Irigoyen para enfrentar al orden conservador hegemonizado por el partido del general Roca.

      Libro de Diego Barovero, sobre la historia del Radicalismo, desde 1891 hasta nuestros días.Libro de Diego Barovero, sobre la historia del Radicalismo, desde 1891 hasta nuestros días.

      Mitre acordó con Roca suprimir la lucha electoral con una fórmula unificada pero ese acuerdo con los conservadores fue rechazado por los "cívicos", que liderados por Leandro Alem e Hipólito Yrigoyen crearon la Unión Cívica Radical, el 26 de junio del ’91.

      En la Argentina que se acostumbró a llamar “revoluciones” a lo que no eran sino restauraciones conservadores que se instalaban de prepo con el aducido propósito de aventar amenazas revolucionarias, el radicalismo que nació del fracaso de una revolución cívico-militar en favor del sufragio en 1890, se fue transformando en una fuerza moderada, un “partido de la civilidad” y la Constitución, entre los extremos representados por el autoritarismo y el populismo.

      Raúl Alfonsín, a los 36 años, en una imagen de 1963, cuando hizo campaña por el futuro presidente, Arturo Illia, que asumió ese mismo año.Raúl Alfonsín, a los 36 años, en una imagen de 1963, cuando hizo campaña por el futuro presidente, Arturo Illia, que asumió ese mismo año.

      Recobró su potencial de fuerza mayoritaria con Raúl Alfonsín, liderando la recuperación de la democracia y desde entonces fue socia de alianzas que consagraron dos presidentes. No hicieron buenos gobiernos, aunque garantizaron que hubiera alternancia en lugar de un régimen de partido hegemónico donde siempre gobiernan los mismos.

      Vuelven las urnas. Acto de cierre de campaña de Raúl Alfonsín en la 9 de Julio, octubre de 1983.Vuelven las urnas. Acto de cierre de campaña de Raúl Alfonsín en la 9 de Julio, octubre de 1983.

      Al igual que el peronismo, el radicalismo se ha diseminado hasta cubrir casi todo el espectro. Pero a diferencia de aquel, su marca registrada no contiene a los que se fueron. Podría decirse que pasó de ser plato principal a condimento o acompañamiento. Hay radicales cerca de Cristina K. y de Macri, y en la vereda de enfrente de ambos. Los hay más inclinados a la izquierda o a la derecha. Una diáspora que acompaña las nuevas formas de armado político que sirven de plataformas para atraer audiencias y votos.

      Forma parte, con sus luces y sombras, de la cultura política argentina y sigue vigente en los modos de interpretar la realidad y tomar partido, aunque vacante de liderazgos aglutinantes, una brújula y una hoja de ruta que indiquen hacia dónde propone marchar y cómo. Acaso de este ejercicio de la democracia interna surjan algunas señales al respecto.


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      Fabian Bosoer
      Fabian Bosoer

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