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      Sindicalistas y sindicatos sí, trabajadores no

      Cuando el Gobierno muestra sus cartas y no habla, sino que procede, su presunto progresismo se derrumba como un castillo de naipes. La respuesta oficial a la huelga del gremialismo opositor fue que no es prioridad modificar el impuesto a las Ganancias ni reabrir las paritarias. Cabe consignar que, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, los asalariados argentinos son quienes más sufren en la región las podas salariales por Ganancias.

      Aunque curioso, como se consignó en Clarín, el mismo día del paro la Casa Rosada abrió el grifo y soltó $ 1.215 millones extra a la Superintendencia de Salud para la asistencia financiera de las obras sociales en la prestación de servicios médicos de “alta complejidad”, generosa dádiva de último momento, que reclamaba la CGT oficial. Un convite de esos que pocos sindicalistas resisten en pie. Acaso como el que también había llevado al jefe sindical de la UTA, Roberto Fernández, a sacar a la calle a los colectivos el día del paro. Pero ayer, otro sindicalista leal a la Rosada, Ricardo Pignanelli, mandamás del SMATA, admitió que en el sector automotor el 50% de las terminales está con suspensiones” (Pág. 10).

      Con este marco, hoy se reúne el Consejo del Salario, donde cámaras empresariales y el gremialismo oficialista de Caló y Yasky debatirán junto a representantes oficiales el nivel del salario mínimo, hoy atornillado en $ 3.600 desde julio de 2013.

      Según trascendió, la Casa Rosada quiere fijarlo en $ 4.600, una suba menor al 30%. Pero hasta sus laderos gremiales más obsecuentes, como el propio Yasky, parecen apuntar a un alza del 35%. Lo de Yasky es en defensa propia: si el salario mínimo queda como quiere el Gobierno, el sueldo básico de un docente, su gremio, estaría por debajo de ese mínimo. El progresismo K no falla: hay plata para los sindicatos y sus sindicalistas sumisos, pero no para el conjunto de los trabajadores.

      La realidad es que, según datos del propio INDEC del segundo trimestre, el 75% de la gente ocupada gana menos de $ 6.500 al mes.

      En tanto, y en base a informes de la Dirección de Estadística de la Ciudad de Buenos Aires, los gastos de una familia tipo en el distrito subieron 39,3% en julio de este año con relación al mismo mes de 2013. Así, un matrimonio con dos hijos necesita $ 9.022 por mes y $ 11.184,64 si debe alquilar una vivienda.

      Los costos del ajuste y los platos rotos del festival de subsidios K los pagan obreros calificados y clase media.

      En el primer semestre del año se redujo el consumo en los súper, es menor el movimiento de gente en los shoppings y bajó la venta de nafta Premium. El INDEC admitió que la industria lleva 12 meses de caídas interanuales, lo que revela la densidad de la crisis. Las causas: el derrumbe de la fabricación de autos y la caída libre de la construcción, que perdió 20 mil empleos formales en dos años. No hay relato que pueda con la realidad.


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      Osvaldo Pepe

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