Aparece la autora fantasma que tuvo en vilo al socialismo español

El escándalo empezó como una trama de corrupción y terminó como una novela de misterio, finalmente develado. El director de una Fundación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se quedaba con miles de euros por cada columna que publicaba bajo la firma de una autora fantasma. Carlos Mulas, director de la Fundación Ideas, se llevaba al bolsillo 3.000 euros por cada columna que escribía una tal e inexistente Amy Martin. Cobró en total 50 mil euros. Algunos dicen 60 mil. Así lo reveló en exclusiva el diario español El Mundo, y, ergo, Mulas terminó eyectado de la fundación de manera fulminante.

Mulas negó haber cometido delito alguno, pero nunca pudo explicar quién era la misteriosa Martin. Ni siquiera facilitó datos para identificarla o rastrearla. Apenas una dirección de mail y un celular, que nadie contestaba. Los periodistas españoles andaban enfurecidos. ¿Quién es ésta Amy Martin que cobra 3 mil euros por nota?

La buscaban todos. Nadie la conocía.

La periodista española Julia Navarro (Diario Siglo XXI), habló de Amy Martin en una nota: “Llevo más de treinta y cinco años ejerciendo como periodista y me atrevo a decir que sé quienes son buena parte de los periodistas de nuestro país. Vamos, que cualquiera que ejerce el periodismo sabe el quién es quién de nuestra profesión. Pero mire usted por donde resulta que hay una periodista, de nombre Amy Martin, absolutamente desconocida, que es la mejor pagada de España y de buena parte del mundo. A la tal Amy le pagan nada menos que tres mil euros por artículo”, tronó Navarro.

Pero ayer, la cosa cambió.

“Amy Martin, soy yo”, sorprendió a todos la ex mujer de Mulas, la blonda y reconocida escritora de mirada lánguida, Irene Zoe Alameda. “Yo, la autora Irene Zoe Alameda, hago público que Amy Martin es el seudónimo utilizado para firmar numerosos trabajos realizados para la Fundación Ideas y para el diario Público”, escribió en un comunicado. Consideró que la figura de su ex marido “se ha visto vilipendiada de forma insólita e irracional, aplastada por una especie de enorme bola de furia que pone de manifiesto la sed de sacrificios de nuestra herida sociedad”.

La fundación Ideas, dirigida por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se define a sí misma como una “factoría de pensamiento” dedicado a diversos ámbitos, desde la igualdad hasta la economía y la ecología. Allí iban a parar las (costosas) columnas de Martin.

Durante dos años, la escritora fantasma publicó artículos sobre una amplia galería de temas.

Según Alameda, Mulas nunca supo que ella era la autora fantasma. “No tuvo conocimiento de que Amy Martin era un seudónimo y no una persona real hasta bien entrado el día de ayer, 23 de enero”, cuando El Mundo le había achacado en tapa a él la identidad de Amy Martin y también sus artículos.

Y todo fue porque a la blonda se le ocurrió “poner en práctica” en la vida real una de sus novelas, en la que una escritora, bajo el nombre de Adda Weinstein, escribía brillantes obras sin que nadie supiera nada de ella, protegida en el anonimato por su agente literaria. “Irónica y trágicamente”, señala, “la trama remeda la historia que estoy viviendo”.

Finalmente Alameda pide “públicamente perdón” y promete “devolver todo el dinero cobrado de la Fundación Ideas”. Y reclama que se ponga fin a la “injusticia y crueldad” sufridas por su ex esposo, un hombre “honesto”. Pero aún quedan dudas sobre si realmente Mulas no sabía quién era la verdadera autora de los artículos.