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      Huracán padeció un final de película

      Juan Arraya, que había hecho el primer tanto del equipo de Kudelka, desperdició una gran oportunidad para poner el 3-2.

      Huracán padeció un final de películaCLAIMA20131031_0055 MARCELO CARROLL. Casi gol. Arraya se queda con las ganas justo en el final. /MARCELO CARROLL.
      Redacción Clarín
      31/10/2013 01:45

      Sir Alfred Hitchcock, el maestro del género de suspenso y el thriller psicológico, hubiera imaginado algo así para completar alguna de sus notables películas. El recorrido final del partido obligó a estar atento a cada escena de los protagonistas. A no descuidar los detalles finos, los que pueden cambiar la trama y entregar un epílogo inesperado. Vaya que lo tuvo, no apto para corazones sensibles. Enésimo centro al área, un despeje infortunado del arquero y el zapatazo letal de Gutiérrez. De salida, un desborde fortuito y Arraya, pegadito junto al palo, no alcanzó a conectar al gol. La atónita platea, que había enmudecido en ese tercer minuto adicional, descargó a viva voz su reprobación. Un final increíble.

      Huracán tuvo todo para ganarlo, pero la suerte volvió a serle esquiva y sólo pudo conformarse con un tibio empate 2-2 con Independiente Rivadavia. Poco para un equipo que comenzó la temporada pensando en los puestos de privilegio y su presente lo encuentra penando abajo. Un déficit alarmante: obtuvo cinco puntos de los últimos 27.

      “Si no se puede ganar, tampoco hay que perder. La meta es sumar en cada partido, para eso trabajamos”, confesó Roberto Trotta en la previa. Una premisa que sus dirigidos cumplen a rajatabla. Con sus limitaciones, claro. Pero su serie invicta de 11 partidos (ganó 3 y empató 8) le permite a Independiente Rivadavia incrementar su promedio y acomodarse mejor en la tabla. Y el punto logrado ayer, frente a un rival directo en la lucha por la permanencia, se transformó en un negocio nada despreciable.

      Huracán mostró una imagen elogiable cuando los más aptos (Milano, Villafañez y Defederico) manejaron el juego mediante eléctricas triangulaciones. Ese esfuerzo se desmoronó al ofrecer espacios vulnerables en la marca ante un rival que apostó a los contraataques como recurso ofensivo.

      En su segunda aproximación al área, el visitante se puso en ventaja con un anticipo de Rossi tras el envío de Tonetto. Huracán lo dio vuelta con un cabezazo de Arraya (sorpresivo centro de Capurro) y el remate de Villafañez tras combinar con Defederico. El final, para el infarto: error de Monzón y un zapatazo de Gutiérrez inatajable.

      “A la gente le pido paciencia, sé que no la tienen. Ayúdennos”, clamó el DT de Huracán, Frank Kudelka. Una respuesta que por lo expuesto ayer, primero deberá buscarla entre quienes juegan.