Declaró el supuesto entregador de la nena y negó conocerla

Por más de dos horas, Leonardo Jara, el hombre acusado de ser el entregador de Candela Rodríguez, declaró hoy ante el fiscal de Morón, Marcelo Tavolaro y negó conocer a la nena de 11 años asesinada.

Sin embargo, el hombre -de 34 años y que ya tenía una condena a 18 años de prisión- seguirá preso sospechado de prestar una colaboración necesaria en el secuestro, aunque también podrían imputarle el delito de "abuso sexual", un hecho que hasta ahora no fue atribuido a ninguno de los ya imputados.

Jara fue arrestado la noche del martes durante un allanamiento realizado por la policía en la casa que alquilaba en José C. Paz y, según la hipótesis del fiscal Tavolaro, fue quien engañó a la nena para poder llevársela el 22 de agosto sin que opusiera resistencia, ya que –según figura en la causa- "le hacía de novio a la nena".

Frente al fiscal Tavolaro, Jara, de 34 años, negó haber sido el novio de la nena y desmintió a los testigos que lo involucraban en un affaire amoroso con la menor, dijeron fuentes del caso. Sin embargo, sí reconoció que conocer a otro de los detenidos, a Fabián Gómez, con quien cumplieron una condena en el mismo lugar.

Después de su testimonio, Jara quedó detenido por su participación en el secuestro de la nena, como entregador de la menor, y fue trasladado a una comisaría de Ituzaingó.

Jara es el 11° detenido en la causa. También están acusados Héctor el Topo Moreyra, por quien el fiscal Tavolaro deberá resolver en las próximas horas si solicita la prisión preventiva; Hugo Bermúdez, señalado como autor material; Néstor Altamirano y Gladys Cabrera, señalados como los dueños de las casas donde estuvo retenida Candela, y Fabián Gómez, Guillermo López y Alberto Espíndola, sospechados de haber tenido participación en la logística que necesitaron el secuestro y cautiverio de la nena.

A los últimos seis se les dictó la prisión preventiva y cinco de ellos apelaron la medida, salvo Altamirano, cuyos familiares y amigos se presentaron hoy ante el juez de Garantías Alfredo Meade para convencerlo de que dicte la prisión domiciliaria del carpintero.

Además, la defensa de Altamirano insistió en reclamar la detención del testigo de identidad reservada que aseguró que la nena había estado en la casa de Charrúas al 1000 y que la esposa del carpintero también la había estado cuidando.

Fuente: DyN.