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      Para la abogada del carpintero, los resultados de ADN favorecen a su cliente

      Redacción Clarín

      Mientras desde la Fiscalía de Morón dicen que las muestras tomadas en los allanamientos “se siguen procesando” y no habrá “nada definitivo hasta dentro de un mes”, la defensora del carpintero Néstor Altamirano, uno de los primeros detenidos por el crimen de Candela Rodríguez, descartaron que la niña haya estado cautiva en su vivienda en función pericias de material genético realizadas en la casa de su cliente.

       

      María Florencia Srur, abogada del carpintero Néstor Altamirano, le dijo a Télam que los elementos secuestrados en la casa de Charrúas 1081, de esa localidad del partido de Hurlingham, dieron negativo al ser cotejados con el ADN de la niña asesinada.

       
      Cuando la Policía Científica allanó la casa del carpintero el 2 de septiembre había recogido pelos, elementos de cocina y sábanas, entre otras cosas, pero genetistas del laboratorio químico de San Martín que analizaron las muestras no hallaron rastros de Candela en ellos.

       
      "Esto contradice lo que declaró el testigo de identidad reservada acerca de que Candela estuvo secuestrada en la casa de Altamirano y que él fue su cuidador, es un mentiroso", sostuvo Srur, respecto de los dichos que derivaron en la detención de su cliente.

      Por otra parte, fuentes ligadas a la causa dijeron a Télam que se halló ADN de Bermúdez en la casa de su suegra, ubicada a cuatro cuadras de donde se halló el cuerpo de la nena, y adonde el acusado dijo que nunca había estado.

      Los voceros explicaron que cuando se detuvo a Bermúdez se allanó esa casa, situada en Cellini 4085 de Villa Tesei, donde hallaron restos genéticos en sillas y un atizador, que, ahora se determinó, pertenecen a este sospechoso.

       
      En esa misma casa se hallaron restos de ropa quemada, por lo que los investigadores tratan de determinar si pertenecía a Candela y si allí se pudo haber preparado el cuerpo antes de arrojarlo al costado de la autopista.


      En tanto, esta mañana declaró ante el fiscal de Morón Marcelo Tavolaro la esposa de Altamirano, Nélida Pistán, quien fue consultada acerca de su relación con Gladys Cabrera, la única mujer de los siete detenidos en la causa.

      Cabrera es la dueña de la vivienda de Kiernan 992 de Villa Tesei donde sí se halló ADN de la niña y se cree que fue el lugar donde sus captores la mantuvieron cautiva hasta matarla y luego arrojarla a la vera de la autopista del Oeste el 31 de agosto.

      Pistán contó que conoce a Cabrera desde hace muchos años porque era amiga de una tía de ella y que cuando ésta última falleció, se creó un vínculo porque acordaron que ella le iría a dar de comer al perro de la familia. Y dijo que la familia de Cabrera era "conflictiva", y que incluso a Gladys le quitaron la tenencia de un hijo.

       

      Agregó que ella no concurrió a esa casa los días que Candela estuvo cautiva, ya que se encontraba en Tucumán, circunstancia de la cual su abogada ya había aportado los comprobantes necesarios.