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      A juicio por huir de una granja para adictos: fueron absueltos

      Se probó que los cuatro jóvenes se escaparon porque eran torturados.

      Redacción Clarín

      Un tribunal oral de San Martín absolvió ayer a cuatro jóvenes que denunciaron haber sido torturados en una comunidad terapéutica para drogadictos en la localidad bonaerense de Tortuguitas, y que habían ido a juicio por haber robado dinero y amenazado y encerrado en un baño a sus celadores para escapar.

      Fuentes judiciales informaron que la decisión fue adoptada luego de escuchar a varios testigos que confirmaron los malos tratos sufridos y que la fiscal de juicio, Paula Leiva, desistiera de su acusación contra los imputados, que afrontaban penas de entre 5 y 15 años de cárcel.

      “Estamos muy conformes con la decisión del tribunal porque ahora quedó probado que las víctimas eran los jóvenes. Esperamos que avance la investigación contra los que manejaban esta comunidad y que se los envíe a juicio rápido”, dijo a Télam Walter Reinoso, defensor de dos de los imputados.

      En la etapa de instrucción de la causa, cuatro ex adictos denunciaron que, como “medidas educativas”, los coordinadores los mantenían gran parte del día en un pozo de tierra que les hacían cavar y donde, luego, les arrojaban agua podrida; que simulaban ahogarlos en una pileta y que los obligaban a desplazarse con los codos.

      El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Martín inició el debate ayer a la mañana y la fiscal adelantó que iba a sostener la carátula de robo. Luego declararon tres testigos, entre ellos Mariano Nuñez Gordillo, un ex coordinador de la ex comunidad terapéutica “Volver a Empezar” que admitió los malos tratos recibidos por los internos, pero dijo que “estaba en desacuerdo y que los disponía Carlos Nenning”, quien manejaba la fundación con el psiquiatra Silvio Hoffman.

      Luego fue el turno de Matías, un joven que estuvo internado en la comunidad y relató que lo metían “en una pileta de agua fría en pleno invierno” porque de esa forma “limpiaba” su adicción.

      Después de este testimonio, la fiscal Leiva desistió de acusar a los jóvenes, tras argumentar que “no hay elementos para acreditar el robo y el único objetivo era la fuga porque estaban siendo sometidos a malos tratos”.

      Los jueces decidieron absolver a Mauricio Melo, Marcelo Viñas, Alvaro San Juan y Matías Reinoso, todos de 25 años, pero que al momento del hecho tenían 19.

      En 2005, los chicos habían sido enviados por el juez de menores de Tucumán Oscar Ruíz a la Fundación Hoffman, de Buenos Aires, que nunca los recibió porque no rehabilitaba drogadictos y los derivó a la comunidad terapéutica “Volver a Empezar”.