Leandro Santos y hermanos: embargo de casi mil millones de pesos por lavar dinero de la trata y la prostitución VIP

Desfiles en Punta del Este, fiestas de ricos y famosos en el barrio porteño de Palermo, buena comida, excelente bebida, hoteles cinco estrellas en Buenos Aires. Mucha noche, mucha promesa, mucho brillo.

Así eran los espejitos de colores que el famoso representante de modelos Leandro Santos (41) les oficiaba a las chicas -siempre muy jóvenes y bellas- que en Argentina o Uruguay querían dar el salto.

Pero, en realidad, el salto era al vacío: las chicas soñaban con un destino glamoroso de modelos pero terminaban siendo usadas en fiestas privadas, orgías o debuts sexuales de nenes bien. Eran llevadas y traídas de acá para allá por el Río de la Plata para alimentar el negocio del sexo VIP y fueron la base con la que Santos, sus socios y buena parte de su familia se enriquecieron entre 2010 y 2019.

Sexo VIP, así se le dice en la calle, pero en este caso la Justicia federal consideró que estaban frente a una red de trata de mujeres con fines de explotación sexual.

Esa parte de la la investigación -a cargo del fiscal Federico Delgado, la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) y el juez Sebastián Casanello- ya está en manos del Tribunal Oral Federal N° 1, que aun no fijó fecha de debate.

Pero hay más.

Aunque no es muy frecuente, fiscales y juez siguieron ahondando en la parte económica del negocio. Iniciaron un proceso por posible lavado de activos proveniente de la trata (como delito precedente) y lograron llevar el expediente adelante.

Hace apenas unos días la Sala I de la Cámara Federal confirmó los procesamientos por lavado de Leandro Santos, sus hermanos Rodrigo y Micaela, su madre -Silvia Hebe Pastore-, su socio principal -Luis César Zanardi- y dos testaferros: Roberto Fuhn y Germán Gavito.

Los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi ratificaron los millonarios embargos impuestos en su momento por Casanello: 253.307.243 millones de pesos (cada uno) para los tres hermanos Santos y Zanardi.

Su madre, como solo participó en la compra de autos, fue embargada en $ 4.383.044, mientras que para los restantes dos imputados el monto se actualizó a $ 33.572.734.

La resolución de Cámara, de 56 páginas, valoró -como antes lo hizo Casanello- la información elaborada por la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac). Por eso confirmó el congelamiento de los bienes de los acusados ordenado por Casanello en dos etapas: el 24 de julio de 2020 y el 7 de junio de 2022.

"En el marco de esta investigación se pudo determinar, con el grado de probabilidad exigido para esta instancia, que entre 2009 y 2014 operó una organización dedicada a captar, trasladar -tanto dentro del país como desde y hacia la República Oriental de Uruguay- y acoger mujeres de nacionalidad argentina y uruguaya, mediante engaño y aprovechando su situación de vulnerabilidad, con fines de explotación sexual. Dicha estructura fue liderada por Leandro Ernesto Santos, junto a Micaela Hebe Santos, Luis César Zanardi y Rodrigo Ernesto Santos", había dicho el juez al momento de procesarlo por trata.

"El 7 de septiembre de 2021 se decretó la clausura parcial de instrucción y la elevación a juicio oral y público (saliendo sorteado el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1). En dicha oportunidad, se extrajeron testimonios para continuar la investigación respecto del segundo tramo que conforma parte del objeto procesal, esto es, la dimensión económica de la actividad ilegal desplegada por la organización criminal", agregó al momento de resolver por el lavado.

Ya con todo OK en Cámara de Apelaciones, la investigación por lavado pasó esta semana al fiscal Federico Delgado para que pida la elevación a juicio. Y ahí Santos no la tiene fácil.

Pronóstico complicado

En la etapa de juicio oral no sólo está el expediente de trata en el cual varias víctimas contaron detalles de las orgías a las que las llevaban en Buenos Aires y cómo eran entregadas a empresarios en Uruguay.

A cargo del Tribunal Oral Federal N° 1 también está una escandalosa causa en la que Leandro Santos es acusado de amenazar a la modelo Florencia Cocucci (34).

Santos quería atemorizar a la mujer para evitar que ésta declarara en la causa por la muerte de Alberto Nisman. Ella había conocido al fiscal en un boliche al cual Santos la había llevado para hacer "presencia".

En su denuncia, radicada en 2016, Cocucci hizo un completo relato de cómo Santos comenzó a perseguirla, hostigarla y amenazarla luego de la muerte del fiscal. Ella era del entorno íntimo de Nisman, con quien había viajado a Cancún pocos meses antes de su fallecimiento, ocurrido el 18 de enero de 2015.

"Santos no quería que dijera que yo hacía presencia en boliches, que lo asocie a él con nada porque lo iba a complicar en una causa que el tenía por prostitución VIP", declaró Cocucci en su momento.

Pese a las amenazas, ella dio detalles de cómo a las chicas de la agencia de Santos se les proponía "ciertos trabajos más rentables, cenar con empresarios y gente de muy buen pasar económico con fines de cenar y, a posterior, intimar sexualmente con ellos".

De acuerdo a su relato, Santos se quedaba con el 30% del pago. Cocucci siempre sostuvo que ella sólo hacía "presencias" en boliches y que en una de esas ocasiones, en el boliche Rosebar, conoció a Nisman, con quien viajó a Cancún para una producción fotográfica en septiembre de 2014.

"Pero muchas modelos que Santos tenía trabajando, tenían como el verdadero negocio la prostitución", denunció la modelo y su relato se correspondió exactamente con los testimonios de las causas por las que ahora santos y sus hermanos esperan juicio.

EMJ