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      Se aclararía rápido pidiendo informes a la Justicia de Suiza y EE.UU.

      El hijo de la Presidenta, además de cuestionar a periodistas, podría presentarse al juez y acelerar la investigación.

      Hace tres años que Clarín tenía una fuente que sostenía que existía la cuenta del banco Felton que tendría como cotitulares a Garré y a Máximo. Es muy difícil investigar una operación financiera por el secreto bancario y la existencia de paraísos fiscales. En el diario, en 2011, en medio de la campaña para la reelección de Cristina, decidimos no publicar la historia porque era una sola fuente e iba a aparecer como una “operación”. Después comprobé que existía la cuenta en ese banco de EE.UU., pero no vi personalmente quiénes eran los cotitulares. Sólo aparecía la empresa fantasma Business and Service IBC como la titular.

      Recién este año, una segunda fuente bancaria independiente de la primera me confirmó que la cuenta del Felton, más la del Morval de la isla Caimán y la de Tejarat de Irán existen. Pero mis notas no solo se basan en estas fuentes, sino en documentos y en el hecho clave que el banco suizo UBS cerró la cuenta del fideicomiso argentino-venezolano en Caracas en el 2010, después de la denuncia del ex embajador Eduardo Sadous sobre un supuesto faltante de 90 millones de dólares. Si en 2011 coincidí en que no debían publicarse aquellos datos, creo que en 2015 sí había que hacerlo. Por un deber con los lectores de este diario pero no por el contexto electoral: el escenario que planteó la muerte del fiscal Alberto Nisman urge que se investiguen todas las pistas.

      Documento oficial. El UBS cerró la cuenta del fideicomiso con Caracas.

      En ninguna de mis notas usé un adjetivo descalificativo contra Garré, Máximo u otros de los nombrados. Sin embargo, el hijo de la presidenta dijo que tengo “licencia para mentir”, que “soy un mero taquígrafo” (no sé qué tiene de despectivo este oficio), que me “apropié de la verdad” y afirmó, con ironía, que fui premiado por “mis múltiples servicios” a EE.UU. Garré fue más allá y dijo que era una operación de la CIA.

      Es cierto, recibí los premios Rey de España, María Moors Cabot de la Universidad de Columbia, Gabriel García Márquez y muchos otros más. Incluso, la entonces senadora Kirchner en el 2003 en una sesión por la frustrada ley de acceso enumeró, en un tono elogioso, los premios que recibí por mis investigación sobre la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia que llevó a Menem a tener una condena a 7,5 años que se encuentra ahora apelada. En este caso, tuve que usar los mismos métodos de investigación que usé ahora porque en la Argentina de 2015 todavía no hay una ley de acceso a la información.

      Solo le pido a Máximo que, con respeto y paciencia, espere ahora la investigación que inició la Justicia por una denuncia de diputados de Elisa Carrió. Mis fuentes, hasta ahora, no se equivocaron. Sería saludable y apuraría los trámites que podrían durar más de un año, si hoy Máximo se presenta espontáneamente ante el juez federal Julián Ercolini y le pide que envíe un exhorto a EE.UU. y a Suiza para confirmar o desmentir los datos.

      Pero no soy el dueño de la verdad. Si la Justicia de EE.UU. o Suiza, luego del exhorto que la justicia argentina seguramente enviará por esa causa, niega la existencia de la cuenta en el banco Felton (Caimán e Irán no contestarán o darán respuestas políticas) yo me retractaré y le pediré disculpas públicas a Máximo. De lo contrario, espero la misma actitud.


      Sobre la firma

      Daniel Santoro

      dsantoro@clarin.com

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