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      Denuncian la desaparición de un testigo que hoy debía declarar

      Se desconoce el paradero de Enrique Alfonso Severo, un empleado de Ferrobaires, quien había revelado que en la Unión Ferroviaria de Plaza Constitución se guardaban armas.

      Denuncian la desaparición de un testigo que hoy debía declarar   CLAIMA20121004_0146 La familia del trabajador ferroviario Alfonso Severo, un testigo en el juicio por el crimen del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, que debía declarar en Tribunales, denunció su desaparición.
      Redacción Clarín

      Un testigo que debía declarar hoy en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra está desde anoche con paradero desconocido, luego de que le balearan su casa y recibiera amenazas telefónicas, informó hoy el abogado de la querella, Ismael Jalil.


      Se trata de Enrique Alfonso Severo, un empleado de Ferrobaires, quien al declarar como testigo en la etapa de instrucción reveló que la agrupación del sindicato Unión Ferroviaria (UF) de Plaza Constitución guardaba armas en su oficina de esa terminal de trenes.


      También había señalado que, en la víspera del asesinato de Ferreyra, la empresa Trenes Metropolitanos y la UF habían convocado a los ferroviarios a sumarse a la patota del gremio para repeler la protesta de los trabajadores tercerizados, que querían cortar las vías de la línea Roca.

       

      Según el portal plazademayo.com, la familia de Alfonso Severo, ferroviario, testigo que debe declarar hoy, jueves 4, al mediodía en el juicio que investiga el asesinato de Mariano Ferreyra, desconoce desde anoche su paradero.

       

      Sus familiares contaron que Severo vestía jeans azules, zapatos y una camisa y se movía en un Renault Clio 5 puertas color negro, patente HCA 137.

       

      A media mañana, el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, instruyó a la Dirección de Personas Desaparecidas de la Subsecretaría de Justicia, y a las Superintendencias de Investigaciones y Delitos Complejos, a intensificar las acciones de búsqueda de Alfonso Severo.

       

       Y ordenó que todas las áreas de investigaciones se pongan a disposición del fiscal interviniente en la búsqueda.

       

      “Anoche habló con la mamá de mi hijo, que había sido operado, y le dijo que lo iría a visitar, y lo mismo le dijo a mi mamá. Eran las diez y media. Nunca llegó a destino y desde las once que llamamos a su celular y da directamente el contestador”, cuenta Gastón, hijo del testigo.

       

      Alfonso Severo es un ferroviario, trabajador de Ferrobaires -con sede en Constitución- que fue desalojado de su puesto de trabajo en Mantenimiento por una patota armada en 2009. El acontecimiento fue una de las primeras muestras de la degradación violenta que había copado el ferrocarril.

       

      Severo partió de su hogar a bordo de un Renault Clío negro placa HGA-137. “Recorrimos hospitales e hicimos denuncias en las comisarías 4° y 6° de Avellaneda, incluso recorrimos con un patrullero el trayecto hasta la casa de mi hijo para ver si había algún rastro, pero no encontramos nada -continúa Gastón-. A la tarde lo habían llamado al celular y se escuchaba el sonido de la tele y de una radio, según me contó. ‘¿Qué se piensan, que me van a intimidar?’, me dijo”.

       

      El testimonio de Alfonso Severo cobra vital importancia en este tramo del juicio que se desarrolla en Comodoro Py. El testigo conoce de primera mano los vínculos entre las patotas delictivas de Constitución y la dirección sindical de la Unión Ferroviaria.