Designan al dirigente radical Javier Monte a cargo de la TV Pública y Radio Nacional

El Directorio de Radio y Televisión Argentina (RTA) designó al dirigente radical cordobés Javier Monte como nuevo vicepresidente a cargo de la presidencia de Radio y Televisión Argentina (RTA), en reemplazo de Rosario Lufrano y Osvaldo Santoro, quienes habían renunciado el 10 de diciembre pasado.

Monte era el representante del radicalismo -como tercera minoría parlamentaria- en el Directorio de RTA. Y fue ascendido de director a vicepresidente -a cargo de la presidencia de la empresa estatal-, en la reunión de Directorio de RTA de este miércoles al mediodía, donde participaron Cristian Larsen, en representación de la segunda minoría parlamentaria (PRO); y los directores Alejandro Verano y Erica Schmocker, que representan al Consejo Federal de la Comunicación.

En cambio, la representante de la primera minoría parlamentaria en el Directorio de RTA, Cynthia Ottaviano (Frente de Todos/Unión por la Patria), no participó de la reunión porque renunció a su cargo el 10 de diciembre pasado.

La designación de Monte a cargo de RTA es transitoria, hasta que el gobierno de Javier Milei elija al presidente y al vicepresidente de la empresa estatal con un decreto del Presidente de la Nación, quien debería designar a sus dos representantes en el Directorio, con un mandato de cuatro años en el ejercicio de sus funciones.

Javier Monte es un exintendente radical de la ciudad cordobesa de Río Segundo, entre 2011 y 2019, quien asumió en 2021 como director de RTA. Y desde que renunció Lufrano, el pasado 10 de diciembre, ya venía ejerciendo como virtual titular de la Televisión Pública y Radio Nacional.

A pesar de la acefalía en que estuvieron durante estas dos semanas los medios públicos, fuentes cercanas a Monte aseguraron a Clarín que el flamante funcionario impulsó un ajuste en el gasto, dando de baja contratos y reduciendo horas extras de los empleados, que planea profundizar en los próximos meses.

De todos modos, la nueva conducción enfrenta una situación compleja, ya que RTA pasará a ser una Sociedad Anónima, según el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que dictó Milei la semana pasada, mientras se define si se achica todavía más, se privatiza o si pasa a manos de sus empleados, según planteó Milei.

Es que en 2023, RTA tuvo un presupuesto donde tenía previsto ingresos publicitarios por $930 millones y gastos de operación de $23.879 millones, con un déficit operativo de $22.949 millones.

Una parte de esas pérdidas operativas se cubrieron con fondos del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom), que este año tenía previsto enviar $4.843 millones, por la distribución que le corresponde a RTA por la Ley de Medios Audiovisuales. Mientras que poco más de $18.000 millones se iban a cubrir con fondos del Gobierno, a través de transferencias del Tesoro Nacional.

De cumplirse esa pauta presupuestaria, las transferencias del Gobierno a RTA habrán acumulado un aumento de 620% durante toda la gestión de Lufrano, en la presidencia de Alberto Fernández.

Se incrementarán desde los $2.502 millones que envió el Tesoro Nacional a RTA en el último año de la gestión de Mauricio Macri, hasta los más de $18.000 millones que tenía previsto transferir el Gobierno de Fernández este año.

Quién es Javier Monte

El nuevo presidente de la empresa estatal que maneja la TV Pública y Radio Nacional es un dirigente radical de la provincia de Córdoba, que fue designado director de RTA en septiembre de 2021 por la Comisión Bicameral de la Comunicación Audiovisual del Congreso, en representación de la tercera minoría parlamentaria (UCR) y que hasta ahora estaba a cargo de la Unidad de Integridad y Transparencia de la empresa estatal.

Monte es un empresario del sector alimenticio, con una dipomatura en Gestión Gerencial de la Universidad Siglo XXI, que fue intendente de Río Segundo, entre 2011 y 2019. Además, en ese período fue vicepresidente y tesorero del Foro de Intendentes de la provincia de Córdoba.

Asumió en 2021 como director de RTA, en representación del radicalismo. Y desde entonces fue un duro crítico de la gestión de Lufrano al frente de los medios públicos, a quien le cuestionó el profundo déficit de la TV Pública y Radio Nacional, así como la falta de pluralismo en sus programas y noticieros.