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      El Gobierno define qué tipo de ayuda policial y militar puede mandar a Ecuador frente al intento de golpe de los narcos

      • Lo pidió el presidente Daniel Noboa para combatir la ola de violencia de bandas criminales que vive el país. Patricia Bullrich dijo que espera recibir un pedido concreto para decir que cooperación policial enviar.
      • Pero no tropas militares que necesitan autorización del Congreso.

      El Gobierno define qué tipo de ayuda policial y militar puede mandar a Ecuador frente al intento de golpe de los narcosEl presidente de Ecuador, Daniel Noboa, visitó las instalaciones del canal TC Televisión, que el martes pasado fue asaltado por un comando fuertemente armado durante una transmisión en vivo y tomó por rehenes a los trabajadores Foto EFE

      El gobierno de Javier Milei mantiene intensas conversaciones con el equipo del presidente ecuatoriano Daniel Noboa sobre el envío de cooperación militar y tropas policiales argentinas a Ecuador para enfrentar el intento de golpe de estado del narcotráfico.

      El mandatario ecuatoriano ha sido explícito en su pedido de ayuda internacional para enfrentar la ola de violencia que sufre su país a manos de una veintena de bandas del crimen organizado. El presidente ecuatoriano pasó de decretar el estado de excepción a la categoría de conflicto armado interno.

      De todo ello se habló a lo largo de la semana en Buenos Aires entre el ministro de Defensa, Luis Petri y la embajadora de Ecuador ante Argentina, Lotty Farah Andrade Abdo, cuando se reunieron especialmente en el marco de la jura del nuevo jefe de la Armada, contralmirante Carlos Allievi.

      Fue la ministra de Seguridad Patricia Bullrich quien tiró el tema primero y en las horas siguientes se llamó a silencio entre otras cosas, por la complejidad del tema en Argentina. “Estamos dispuestos a ayudarlos y mandar fuerzas de seguridad si hace falta para ayudar a Ecuador”, había dicho primero manifestando que se trataba de un problema "continental" que "influye en la Argentina", del que había que protegerse.

      Después, el miércoles, la canciller Diana Mondino le habló por teléfono a su par ecuatoriana Gabriela Sommerfeld, a quien le expresó “la disposición de la Argentina para brindar la colaboración que fuera requerida por las autoridades ecuatorianas”.

      Este sábado, en el programa Dato sobre Dato de Radio Milenium, Bullrich volvió a la carga sobre el tema. “Nosotros todavía no hemos recibido ninguna comunicación. Hablaré con la Canciller para ver si ya ha tenido algún tipo de comunicación para poder delimitarlo, pero estamos en condiciones de poder delimitar una ayuda a corto plazo en la medida que lo requieran. Hasta ahora lo hemos leído en los diarios pero, por lo menos nosotros, no hemos tenido ningún tipo de pedido oficial de parte de Ecuador. No vamos a ser Ecuador”, dijo en una larga declaración en la que habló sobre política y aspectos de la inseguridad en Argentina.

      La comunicación en realidad ocurrió, pero aún no hay hechos sino un acercamiento. Clarín supo de fuentes ecuatorianas que además de cooperación militar, el gobierno de Noboa busca que le envíen fuerzas especiales armadas y de seguridad. Argentina lo desearía pero no comprometió ni un efectivo militar, porque entre otras cuestiones, la ley impide haberlo de manera automática. Esa decisión debe, en principio, pasar por el Congreso.



      Después, se sucedieron las otras conversaciones hasta que el viernes el propio Noboa afirmó tajante a FM Mundo, en Quito: “Aceptamos el apoyo de la Argentina y de Estados Unidos. No es momento de ego o vanidad, de decir ‘no, vamos a proteger nuestra soberanía, no vengan militares’. Necesitamos apoyo militar en fuerza de personas, soldados, asistencia en inteligencia, artillería y equipamiento”.

      Noboa entre otras cuestiones se refería también que en breve viajarán a Quito la jefa del Comando Sur, la general Laura Richardson; el subsecretario de la Oficina Internacional de Narcóticos y Aplicación de la Ley, Todd Robinson, y el subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Kevin Sullivan.

      En la larga conversacionales con el programa de Milenium este sábado Bullrich dijo que estaban "muy preocupados por lo que sucede con el narcotráfico y las implicancias continentales que tienen que un país pueda ser tomado como hemos visto el otro día". Pero aclaró que no era "un tema militar". Señaló que cualquiera de las fuerzas argentinas que pueda apoyar en inteligencia o en conocimiento de lo que está sucediendo, en ayuda de grupos especiales, y que eso es lo que hay que definir.

      "Esto no necesita que el Congreso lo autorice porque es una fuerza policial. Igualmente, imagino que si uno tuviese que recurrir al Congreso, el Congreso podría rápidamente hacerlo", agregó buscando mostrar la gravedad de la situación puso como ejemplo la tragedia de cuatro militares bolivianos que aparecieron quemados dentro de su vehículo en la frontera con Argentina.

      "Lo importante es entender que el fenómeno de toma territorial que pueda estar sucediendo hay que impedirlo en la Argentina y para eso hay que lograr entender y ayudar a entender y ayudar a desarmar los modelos y los grupos que se van armando en cada uno de los países. Hablaremos de cuál es la colaboración, pero nosotros queremos cuidar nuestro país y también creemos que cuidando al continente, y que no haya un país tomado por el narcotráfico como puede ser Ecuador, es también ayudar a nuestro país.”, propuso la ministra.

      Por qué el Gobierno lo toma con cautela

      País acosado por la violencia narco terrorista, y que pone a Latinoamérica ante perspectiva trágica, el tratamiento de la misma encaja en la doctrina del gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel.

      Para el caso, en el entorno de Petri -con ayuda de Bullrich- ya preparan un nuevo decreto que vuelva a reglamentar la ley de Defensa -que a su vez modificó el kirchnerismo- para que las Fuerzas Armadas puedan colaborar con las de Seguridad en el combate al narcotráfico y al terrorismo.

      En ese sentido se le agregará al nuevo decreto que los enemigos a combatir no son sólo agentes estatales, lo que permitirá incluir al crimen organizado.

      Sin embargo, si bien en el Gobierno hay una línea que se ilusiona con una participación argentina -carente de equipamiento pero con buenos cuadros profesionales - en servir a la cooperación internacional militar occidental como lo hizo Carlos Menem enviando naves argentinas a la guerra del Golfo Pérsico en 1990, las condiciones no son las mismas.

      Noboa, para el caso, quiere una alianza internacional en su país, que tiene una fuerte relación comercial con China, pero que es seguido de cerca por los Estados Unidos.

      Para cualquier envío de tropas al extranjero o permitir el ingreso de efectivos de otros países al extranjero se necesita una ley que año tras año debe ser aprobada en Diputados y en el Senado. El kirchnerismo suele ser sumamente doctrinario a la hora de decir que sí y que no y ya en estos últimos años, como lo hizo Nilda Garré en el pasado, Jorge Taiana fue sumamente restrictivo a la participación de tropas nacionales en ejercicios, por ejemplo, con Estados Unidos y Gran Bretaña.


      Sobre la firma

      Natasha Niebieskikwiat
      Natasha Niebieskikwiat

      Redactora especialista en política exterior natashan@clarin.com

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