Interna en Cambiemos: tientan a un periodista para competirle a Gladys González en Avellaneda

Hay pocas cosas en la política que apasionen más a un radical que las internas.

Curtidos en la intensa disputa del partido centenario, los afiliados a la UCR están habituados a las peleas partidarias y ahora, como miembros activos de la alianza Cambiemos, no perdieron las mañas y las costumbres.

Pero esta vez, la intención de varios dirigentes y militantes de disputar una interna con sus socios del PRO, no desafía en absoluto la paz interna. La intención de algunos “boinas blancas” de competir el año próximo por algunas de las intendencias bonaerenses no es mal vista por la gobernadora María Eugenia Vidal, quien tiene en su radar los municipios que quiere arrebatarle a la oposición en 2019.

Dos opciones se han conocido en el seno de Cambiemos en los últimos días: una, la de jugar el nombre del periodista Luis Otero para ir a unas PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) en Avellaneda contra Gladys González, actual senadora bonaerense y principal candidata del macrismo para suceder al kirchnerista Jorge Ferraresi, actual jefe comunal del sur del Conurbano.

El carismático conductor de Canal 13 es un vecino de Avellaneda, hincha de Racing que ya ha rechazado anteriores ofertas para competir electoralmente. Otero masticó una oferta similar, de boca del propio Mauricio Macri, tres años atrás, pero que rechazó para seguir dedicado a su trabajo periodístico y a su tarea en diversas ONGs.

Además, es un vecino conocedor de cada rincón de Avellaneda: cada día, camina por las 14 hectáreas del predio Tita Matiussi, sede de entrenamiento de las divisiones inferiores de Racing Club, las que ayudó a conseguir para el esforzado equipo del Gran Buenos Aires.

Otero, afiliado radical desde el año 1983, es además de periodista, miembro de los scouts de Argentina. Por una actividad de los scouts, la semana próxima compartirá un evento con el vicegobernador Daniel Salvador, el radical que secunda a Vidal en la Provincia.

Tal vez el tema de los Scouts lo acerque a una charla política con María Eugenia Vidal: la gobernadora también fue Scout y quizás ese tema allane la charla -y el acercamiento- con el racinguista.

Pero nada está cerrado aún en Avellaneda: Gladys González -bautizada por Jaime Durán Barba como “el clon de Vidal” por su relativo parecido físico y de estilo- corre con el apoyo de la gobernadora y del propio presidente Mauricio Macri. Y esta semana, se mostró activa en una actividad compartida con Néstor Grindetti y Martiniano Molina, jefes comunales de Cambiemos en Lanús y Quilmes, respectivamente.

De todos modos, la idea de una disputa en las PASO de 2019 -que arrastre voluntades para votar dentro de la interna cambiemista- no desagrada a los armadores oficialistas. Otro ejemplo de eso es el distrito de Mar del Plata, donde gobierna Carlos Arroyo, quien alcanzó la intendencia por Cambiemos pero cuya administración es calificada como "desastrosa" por los propios funcionarios de la gobernación vidalista.

Por eso, allí hay dos hombres que aspiran a disputar unas PASO: Maxi Abad, un hombre de confianza de Ernesto Sanz, se prepara para la carrera por la intendencia. Pero ya tiene el dato de que Guillermo Montenegro, actual diputado nacional y ex ministro porteño de Seguridad, está afincado en la Ciudad Feliz con el objetivo de ser el próximo alcalde.

En ese lugar, podría suceder otro capítulo de Primarias que nutra los números electorales de Cambiemos.

Mientras tanto, la gobernadora cocina todas estas decisiones tras los oficios políticos de su jefe de Gabinete, Federico Salvai, y de Alex Campbell, subsecretario de de Asuntos Municipales de la Provincia: ambos funcionan a “teléfono abierto” con los 135 intendentes del distrito bonaerense y conocen el mapa provincial al detalle.

En ese núcleo, se mira el mapa provincial y asoman los municipios a conseguir el año próximo: además de Avellaneda, aspiran a vencer electoralmente en San Fernando, San Antonio de Areco, Escobar, Hurlingham y Tigre, donde aspiran a destronar la hegemonía política de Sergio Massa.