Un juez electoral preso por un día y una desinfección sorpresa en la Legislatura: la historia detrás de la primera reelección de Gildo Insfrán

El fallo de la Corte Suprema de Justicia que frenó los intentos reeleccionistas de los gobernadores de San Juan y Tucumán, tiene una antítesis en Gildo Insfrán, el eterno gobernador de Formosa que este año buscará su octavo mandato.

Pero la primera reelección de Insfrán esconde una serie de episodios inéditos en la política argentina que van desde un sorpresivo cierre de la Legislatura por una desinfección no programada, la detención del presidente de la Suprema Corte provincial en un cuartel de Bomberos y hasta una persecución dentro de la Catedral.

La interna peronista entre Carlos Menem y Antonio Cafiero de 1988, se sintió con fuerza en Formosa diez años después. Para algunos peronistas, la del '88 fue última verdadera interna del PJ. La rivalidad tenía dividido al PJ en todo el país y Formosa no fue la excepción. Vicente Bienvenido Joga, gobernador entre 1987 y 1995, estaba alineado detrás de Cafiero.

En el peronismo aún recuerdan el enojo de Carlos Menem cuando por la interna del PJ visitó la provincia como gobernador de La Rioja y no hubo recepción oficial en el aeropuerto. Al final, en esa interna se impuso el riojano, que después ganó la presidencia, y el capítulo Formosa tuvo su correlato años más tarde.

En 1991, Insfrán fue elegido vicegobernador como compañero de fórmula del ex gobernador Vicente Bienvenido Joga. Para 1995, encabezó la fórmula a gobernador bendecido por Joga, y con ley de lemas el peronismo obtuvo el 55% de los votos. 

Durante su primer mandato, Gildo Insfrán expresó su intención de presentarse a una reelección, lo que fastidió a Joga, quien pretendía una alternancia pactada con su ungido y creció la interna.

Cuando el gobernador formoseño promediaba sus primeros tres años en el poder, llegó el primer episodio sorprendente que marcó su camino a la reelección. Los peronistas opositores, de Joga, y la UCR, buscaban acelerar su salida del Ejecutivo y el tema llegó a la legislatura.

"No había una sesión convocada para destituir a Insfrán, pero entre los radicales y los 'joguistas' teníamos el número para oponernos al gobernador", recordó a Clarín un ex diputado radical que participó en aquellos días de esa rosca que pretendía frenar cualquier intento de Gildo.

El vicegobernador Floro Bogado -gobernador entre 1983 y 1987 e histórico vicegobernador  de Insfrán desde 1995 hasta 2017-, presidía el cuerpo y según cuentan ordenó una desinfección sorpresa por lo que hubo que desalojar el recinto. Los legisladores opositores fueron a la Biblioteca para continuar la reunión y les cortaron la luz.

Minutos después, los legisladores escucharon una muchedumbre afuera. Salieron y se desató la violencia. Aseguran que por las veredas céntricas de la capital formoseña los persiguió un grupo de militantes. "Nos tiraban de todo al pasar y un grupo se refugió en la Catedral, donde no se animaron a entrar".

Quedaba claro que intentar frenar la reelección de Insfrán no sería un asunto sencillo. 

El juez que se opuso a Insfrán, preso por un día

Unos meses después de la desinfección sorpresiva en la Legislatura llegó otro escándalo mayor que signó la primera de las seis reelecciones que Gildo Insfrán tiene, hasta el momento, en su carrera.

Ante las intenciones de ir por otro mandato, en 1998 la UCR y los "joguistas" presentaron una acción declarativa de certeza ante el Superior Tribunal de Justicia (STJ), para que interprete el artículo de la constitucional provincial referido a la reelección de alguien que había integrado el Poder Ejecutivo como vicegobernador.

En la oposición local aseguran que los jueces que respondían a Joga se dieron vuelta, avalaron a Insfrán a excepción del presidente del STJ, Carlos Gerardo "Martillo" González.

González había sido recusado por el apoderado de Insfrán y apartado de la causa por la reelección. Pero la inquina no quedó ahí. Los colaboradores de Insfrán denunciaron que González se había apoderado de dos fojas del expediente Insfrán y realizaron una denuncia penal ante el juez de instrucción Ceferino Arroquigaray.

Arroquigaray allanó el despacho de González e incautó del expediente. Pero además ordenó la detención de González por la supuesta desaparición de esas páginas del expediente judicial.

A las 8.40 del miércoles 3 de marzo de 1999, efectivos de la policía de Formosa a bordo de dos patrulleros le cortaron el paso a la camioneta 4x4 del juez. Trajeado, "Martillo" González fue reducido y esposado por la fuerza policial. Poco importó que un juez sólo pueda ser detenido si previamente se lo destituye en juicio político. 

Lo llevaron hasta el Cuartel de Bomberos, el lugar de los presos VIP en Formosa, donde también eran detenidos policías o miembros de las fuerzas de seguridad. El escándalo político estalló y según publicó el diario Página/12, empleados de los Tribunales, abogados, dirigentes políticos y allegados al juez marcharon hasta la puerta del cuartel y cortaron el tránsito.

Los ministros del STJ hablaron con el juez Arroquigaray para que informe sobre la detención de González. Al no tener respuesta libraron una orden de liberación y el juez salió horas después de haber sido detenido.

"Indudablemente esta parodia está vinculada con la desesperada obsesión de Insfrán por poder competir por un nuevo período. Pero no comenzó hoy. En dos oportunidades ya allanaron mi despacho en búsqueda del expediente que se tramita en la Justicia para lograr la habilitación de Insfrán", comentó "Martillo" González al ser liberado en una entrevista con Página/12.

En ese reportaje, el juez -que murió en 2017- reconoció haber separado las fojas: "Ese expediente está en manos del juez Arroquigaray, salvo una parte que yo desglosé para expedirme a su debido tiempo, y que ellos quieren recuperar para armar una comisión judicial ad hoc para resolver el tema acorde a los tiempos políticos del gobernador".

Al otro día de la liberación de "Martillo" González, el juez Arroquigaray presentó su renuncia indeclinable: "Se han avasallado los derechos que me corresponden y, por lo tanto, no es la Justicia que yo pretendo".

Seis meses después, Gildo Insfrán se presentó a su primera reelección. El PJ ganó con el 65% de los votos, una amplia mayoría los obtuvo Insfrán y el 20% de los sufragios los aportó Vicente Joga, quien también se presentó a la elección y por la ley de lemas le sumó al discípulo que se le dio vuelta.

Insfrán, siempre agradecido a Carlos Menem por su apoyo inicial, producto en parte de aquel viejo desplante en la campaña del 89', fue uno de los que en 2001 lo fue a visitar a la quinta de Don Torcuato perteneciente a Armando Gostanián, donde el ex presidente pasó su prisión preventiva.

Ya durante su segundo gobierno, lejos de aquellos insólitos episodios que marcaron su primera reelección, el gobernador formoseño convocó a una Convención Constituyente, reformó el artículo que le impedía presentarse indefinidamente y en 2003, obtuvo el 67,1 % de los votos, la segunda de sus seis reelecciones.

El resto es historia conocida. Una historia que podría tener otro récord en las elecciones desdobladas del 25 de junio.