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      Legisladores uruguayos buscan restaurar una vieja relación con las Malvinas

      Redacción Clarín

      El grupo de legisladores uruguayos que se encuentra en las Malvinas en una visita más que simbólica y coincidente con la del ministro del Foreign Office y del Commonwealth, Hugo Swire, reavivó un aspecto poco conocido: el de las intensas relaciones que en el pasado tuvieron las islas con Uruguay, y que sectores en el país vecino que buscan ahora restaurar.


      Así lo reconoció en diálogo con Clarín el legislador Jaime Trobo, del Partido Nacional. Trobo integra el grupo de diputados que viajó al archipiélago el sábado pasado. En el grupo hubo una baja a último momento, con pasaje comprado y todo: la del diputado Jorge Pozzi, que integra la coalición gobernante, el Frente Amplio, que evitó hacer ruido en el reclamo de soberanía argentino. “No buscamos molestar a la Argentina, sino seguir los propios intereses de Uruguay, que tiene una agenda propia, y que además no es sólo la agenda oficial”, señaló Trobo, convertido en casi vocero del grupo.


      “Entre 1990 y 2006 la Argentina firmó numerosos acuerdos de cooperación pesquera y petrolífera con Gran Bretaña sobre el archipiélago y nosotros nos quedamos afuera”. Después, citado por la agencia Mercopress, Trobo señaló que en las entrevistas que mantuvieron en las islas -se vieron con la Asamblea Legislativa y con empresarios locales- se les dijo que en Malvinas querían tener “cientos de uruguayos trabajando en la industria petrolera, infraestructura, logítica, en el sector pesquero y en el turismo de cruceros de cada verano”.


      Ayer, en una charla con la prensa isleña, el ministro Hugo Swire, dijo en la versión británica -ni un cambio de coma en la posición sobre la soberanía- que Argentina podía obtener “prosperidad” si hubiera otro escenario diferente al de la presión hacia las islas. Desde 2003, al reclamo de soberanía en todos los foros, el gobierno kirchnerista agregó el formato de endurecimiento total de las políticas locales hacia los kelpers.


      El gobierno de José Mujica ha decidido no interferir en la visita de los legisladores de su país, que el Gobierno argentino sigue con lupa. Uruguay tuvo en el pasado una intensa relación con las islas, desconocida en la Argentina. Decenas de jóvenes kelpers estudiaron en el colegio británico de Montevideo, y otras decenas se atendieron en los hospitales uruguayos. A la capital vecina llegaban los barcos de la Falkland Islands Company, el último, el Darwin. Este unía el continente con las islas, y funcionó hasta 1971 cuando comenzaron a regir los acuerdos de comunicaciones entre Londres y Buenos Aires, por los que Argentina proveyó durante años de comunicación, educación, salud y combustible, entre otros. A cuentagotas se fue ganando el corazón de algunos isleños. Pero todo quedó interrumpido con el desembarco militar del 2 de abril de 1982. La prosperidad de posguerra cambió por completo el escenario en las islas.