Mauricio Macri “muda” su despacho a La Angostura: recibe a cuatro gobernadores en tres días

Mauricio Macri salió a navegar por el Nahuel Huapi. Volvió a jugar al fútbol ya sin secuelas de la operación de su rodilla derecha, practicó tenis, pádel y golf y aprovechó para leer y acostarse más tarde de lo normal. El Presidente disfruta de sus vacaciones y las alarga, aunque en su entorno dicen que vive atado al teléfono y que chatea y habla con ministros y funcionarios como si estuviera en Buenos Aires. “Eso de creer que si no está en la Casa Rosada no puede gobernar o que delegó el poder en algún funcionario es anticuado”, aclaran los cultores de lo que ellos mismos llaman la “nueva política”. Lo cierto es que el Presidente diseñó un raid de reuniones con gobernadores, funcionarios y diputados para antes de iniciar el regreso de sus vacaciones de Villa La Angostura. 

Este miércoles, a las 17, tiene agendado una hora de charla con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que viajará especialmente para repasar los principales temas de la gestión. Macri quiere explorar con él, además, una suerte de acuerdo de gobernabilidad parlamentario para este año, con eje en la Cámara de Diputados, donde a fines del año pasado Cambiemos sufrió algunos dolores de cabeza, más allá de la sanción del paquete de leyes económicas. “Seguimos buscando interlocutores en esa Cámara”, admiten en Interior. “Es necesaria la aparición de un Pichetto, alguien en el que aun en las diferencias se pueda confiar y que ordene”, admiten en el Gobierno. 

En el macrismo no niegan que se enfrió la discusión por la reforma laboral, pero será difícil sacársela de la cabeza al jefe de Estado. “La quiere sí o sí. Está al frente de ese proceso”, cuentan quienes hablan con él por estos días. Por ahora, las espadas legislativas del oficialismo han podido convencerlo de demorar la movida. Las espadas legislativas del macrismo ven hoy muy lejos el consenso que necesitan con la oposición y la CGT.

También mañana el jefe de Estado recibirá en el country Cumelén a dos gobernadores. Alberto Weretilneck, de Río Negro y Mariano Arcioni, de Chubut. Completará así la ronda de conversaciones con los gobernadores del sur, luego de la visita que horas antes del cierre de año le hizo el neuquino Omar Gutiérrez. La idea es hacer un punteo de obras que están en ejecución y de las que podrían ponerse en marcha este año. Al mismo tiempo, Macri les transmitirá su compromiso para enfrentar el accionar de la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM). Aunque ya hay un acuerdo con ellos, el Presidente insistirá en que necesita que se trabaje en forma coordinada y, llegado el caso, con todo el peso de las fuerzas de seguridad. En el Ejecutivo creen no sólo que se trata de un grupo violento. “No respeta la Constitución ni las leyes y se comportan como terroristas”, aseguran las voces más enérgicas del Ejecutivo.

La decisión de Macri de postergar unos días su regreso obligará a Horacio Rodríguez Larreta a mudar mañana a La Angostura a buena parte de su administración. La reunión inicialmente estaba agendada en Buenos Aires. Macri esperará para almorzar a Larreta y a sus principales hombres: el vicejefe, Diego Santilli; el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, y varios de los ministros. Repasarán las obras de infraestructura y los planes sociales. Es probable que en algún momento Macri mantenga una reunión a solas con el jefe de Gobierno para tocar algunas cuestiones sensible de la agenda nacional.

Lo mismo hará Macri, el viernes, con María Eugenia Vidal. La gobernadora trabajaba ayer con un borrador de temas que piensa tratar en el encuentro. “Vamos a hablar de números”, deslizó en una reunión con su equipo. En el temario está el plan de obras en ejecución y las pendientes y la política de urbanización de villas. Vidal viene dulce: gracias a la presión del Ejecutivo, los bonaerenses lograron quedarse con 105.000 millones de pesos para los próximos 24 meses en el marco de la discusión del Fondo del Conurbano.