Frente a Alberto Fernández, Mario Poli habló de las “tensiones que parecen repetir crueles enfrentamientos”

Este miércoles, en el tradicional Tedeum del Día de la Revolución de Mayo, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, advirtió que "cuando el pan falta en tantas familias, tenemos que pensar en el prójimo".

En un tramo de su discurso, cuando hacía referencia a la fraternidad y la amistad social, Poli dejó un mensaje que resuena en medio de la interna que atraviesa el Gobierno: "En medio de las tensiones que parecen repetir crueles enfrentamientos, el Papa nos dice con sus gestos de buen samaritano que la existencia de cada uno de nosotros está ligada a la de los demás, la vida no es tiempo que pasa, sino tiempo de encuentro".

En buena parte de su exposición, el arzobispo insistió con la Parábola del Buen Samaritano, a la que definió como un "ícono iluminador" para reconstruir un mundo "que duele".

"Ante tanto dolor y tanta herida, la única salida es ser como el buen samaritano, toda otra opción termina al lado de los salteadores o de los que pasan de largo. En nombre de la fraternidad humana que abraza a todos los hombres, nos anima a pensar y gestar una sociedad mas abierta", dijo Poli.

Y agregó: "No hay vida cuando pretendemos pertenecer a nosotros mismos y vivir como islas. En estas actitudes prevalece la muerte".

"A todos los argentinos que sienten arder el corazón": a ellos se dirigió Poli en la Catedral Metropolitana, ante la mirada de Alberto Fernández y gran parte de su Gabinete.

"Cuando el pan falta en tantas familias es cuando más tenemos que pensar en nuestro prójimo y sus necesidades básicas: educación, salud, justicia", enfatizó el cardenal.

El religioso insistió con las referencias a la Parábola del Buen Samaritano y destacó: "Hay un mañana esperanzador si no renunciamos a los valores auténticos que nos vienen del pasado. Siempre habrá destino si somos capaces de renunciar a nosotros mismos, por algo que está más allá de nosotros mismos. Cuando pensamos en los demás antes que en nosotros, el Dios de la Constitución actúa en forma soberana".

Después de remarcar la importancia de que haya "vínculo, comunión, fraternidad", Poli señaló que "la democracia" que sostiene a la sociedad "como cuerpo social organizado en instituciones da lugar a la fraternidad, pero además requiere de la ética, la bondad y la solidaridad, la honestidad, el diálogo siempre beneficioso para el acuerdo y el compromiso por el bien común de todos".

Y sentenció: "Sin estos valores que dan fundamento a la vida social, surge el enfrentamiento de unos con otros para preservar sus propios intereses".

Al finalizar el discurso de Poli, Alberto Fernández lo saludó y le dijo al Arzobispo que firmaba "cada palabra de las que dijo". Poli, por su parte, le regaló al Presidente un rosario para Francisco, su hijo, y le dijo que lo pusiera en su cuna.

En el Tedeum también estuvieron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y otros funcionarios.

La de este miércoles es la primera participación presencial de Fernández en el Tedeum, ya que en 2020 y 2021 participó del titual de manera remota, por la pandemia de coronavirus.

El Presidente arribó a media mañana de este miércoles a la Casa de Gobierno para compartir un tradicional chocolate con churros junto a los ministros nacionales. Luego cruzó la Plaza de Mayo para llegar a la Catedral porteña.

Previo al inicio de la celebración religiosa, el mandatario pasó por el mausoleo que guarda los restos del general José de San Martín para rendirle homenaje y colocar una ofrenda floral.

Luego del Tedeum, el jefe de Estado tenía previsto acudir a un locro en el partido bonaerense de Florencia Varela organizado por el dirigente del Movimiento Evita Emilio Pérsico.

LGP