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      Una feroz pelea entre hermanos puso fin a la supremacía del clan de los Rodríguez Saá en San Luis

      La fractura política entre Alberto y Adolfo Rodríguez Saá fue decisiva para explicar la derrota electoral en los comicios provinciales, en los que se impuso el candidato de Juntos por el Cambio, Claudio Poggi.

      Una feroz pelea entre hermanos puso fin a la supremacía del clan de los Rodríguez Saá en San LuisAdolfo y Alberto Rodriguez Saa.

      Desde diciembre no habrá un Rodríguez Saá sentado en el principal sillón de esta provincia, algo que sucedió únicamente en seis años de los cuarenta desde el regreso de la democracia. Las dos excepciones fueron delfines de los hermanos. María Alicia Lemme completó el período desde 2001 hasta 2003, bajo la sombra de Adolfo que regresó a la provincia luego de su semana como presidente. Claudio Poggi, el único electo sin el apellido, asumió en 2011 ungido por el clan.

      Alberto con 73 años, Adolfo con 75, la hegemonía de la dupla que controló San Luis desde 1983 y resultaba imbatible en el plano electoral dará paso a otro esquema de poder por el natural paso de tiempo aunque acaso principalmente por la feroz pelea entre los hermanos, que desintegró la sociedad y desembocó en que este domingo ninguno apareciera en las boletas.

      Adolfo pretendía ser candidato, al menos eso decía, pero no consiguió recuperar su lugar en el PJ provincial y decidió bajarse para pasarse al bando de Poggi. Colocó postulantes y su rostro en el sublema Unidos, dentro de Cambia San Luis. Alberto lo habia echado del partido, en un episodio con escándalo que incluyó la toma y el desalojo del edificio.

      Los 40 años de los Rodríguez Saá en San Luis formaron parte de la discusión en la campaña, segmentados de distintas maneras según la mirada de cada sector. Adolfo ponderó los primeros 20, sus cinco períodos como mandatario, con los beneficios de la promoción industrial y el empuje de la obra pública y la construcción de viviendas.

      El actual senador y ex presidente a fines de 2001 lo contrastó con los últimos dos mandatos de Alberto, en los que crecieron la pobreza (el último dato del INDEC dio 45,2% en el Gran San Luis) y la asistencia social, con unos 72 mil beneficiarios que cobran $54 mil, insuficientes para garantizar las necesidades básicas con los actuales niveles de inflación.

      Alberto designó como candidato a Jorge Fernández, ex juez del Superior Tribunal de Justicia y ex intendente de Tilisarao, una localidad del norte de 11 mi habitantes, con bajo nivel de conocimiento. El gobernador buscó presentarlo como una renovación (“El cambio que viene”, fue el slogan) y señalar a Adolfo y a Poggi como actores centrales del proceso político de las últimas cuatro décadas.

      Zigzagueantes en el escenario nacional, los posicionamientos quedaron cruzados en la provincia. Alberto abandonó su cercanía con el kirchnerismo y lo escenificó con la salida de la senadora Eugenia Catalfamo del bloque oficialista. Cerca de Adolfo remarcaron que el armado del gobernador abarcaba a La Cámpora y la permanencia de Ayelén Mazzina en el Gabinete de Alberto Fernández. A su vez, Adolfo quedó del lado del candidato respaldado por Juntos por el Cambio pero en el Senado se mantiene en una de las dos bancadas conducidas por Cristina Kirchner.

      Los hermanos llevan cuatro años sin hablarse. Las versiones sobre las motivaciones de la pelea incluyen cuestiones personales, pujas por negocios y celos familiares entre Gisela Vartalitis -la esposa de Adolfo, de alto perfil-, Albertito -el hijo del gobernador, ministro, que rechazó ser candidato- y Zulema, la hermana de ambos que tomó partido por el gobernador.

      La competencia entre Alberto y Adolfo quedó expuesta después de las legislativas nacionales de 2017. Ambos pretendieron atribuirse los méritos de la remontada entre las PASO y las generales. A su vez, el actual gobernador iba en la boleta como senador suplente, con la idea de un enroque dos años más tarde. Esos planes no se cumplieron y en 2019 por primera vez se enfrentaron los hermanos en las urnas, esa vez como candidatos. En este turno electoral, con el gobernador ya sin posibilidad de reelegir, Alberto volvió a cerrarle el camino a Adolfo y apostó por Fernández.


      Sobre la firma

      Martín Bravo
      Martín Bravo

      <font style="vertical-align: inherit;"><font style="vertical-align: inherit;">Periodista. </font><font style="vertical-align: inherit;">Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA). </font><font style="vertical-align: inherit;">Redactor en la Sección El País de Clarín desde 2009. Antes trabajó en el diario Olé. </font><font style="vertical-align: inherit;">Fue acreditado en el Congreso y en la Casa Rosada.</font></font> mbravo@clarin.com

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