Un sector del PJ desobedeció a Cristina y concurrió a la jura

Aunque muchas bancas quedaron libres, hubo dentro del Frente para la Victoria un grupo de “rebeldes” que desoyó la orden K de vaciar la Asamblea Legislativa. Entre propios y aliados fueron una docena de senadores y una veintena de diputados, además de un puñado de gobernadores que hasta hace poco accedían sin objeciones a los pedidos de la ex mandataria, pero que ayer asistieron a la jura de Mauricio Macri. Se diferenciaron así del núcleo duro kirchnerista, que pegó el faltazo “en solidaridad” con Cristina Kirchner, por el fallo que estableció el fin de su mandato la medianoche del 9 de diciembre.

Si bien los dirigentes se ampararon en la “responsabilidad institucional” para justificar la asistencia, la falta de acuerdo en ambas bancadas y la consecuente “libertad de acción” sintetizan el proceso de reconstrucción que afrontará el Partido Justicialista en el postkirchnerismo. Con el ex candidato a presidente Daniel Scioli como principal exponente, fueron varios los mandatarios del FPV que acompañaron –y hasta se permitieron aplaudir durante su discurso– a Macri: el salteño Juan Manuel Urtubey, el tucumano Juan Manzur, la catamarqueña Lucía Corpacci, la fueguina Rosana Bertone, el riojano Sergio Casas –arribó junto su antecesor Luis Beder Herrera, ahora diputado– y el formoseño Gildo Insfrán.

Más allá de lo simbólico, con este gesto los mandatarios se aseguraron mandar un mensaje puertas adentro de su espacio. “Tenemos que acostumbrarnos, comenzó otra etapa y ahora hay cuestiones que son tema de debate horizontal”, explicó a Clarín el diputado salteño Pablo Kosiner, en sintonía con Urtubey, quien aspira a tomar la conducción del PJ. Sin el temor de otros tiempos y aunque señaló que “ojalá no ocurra” una ruptura, Kosiner fue contundente: “Nadie está en condiciones de tomar represalias”.

El mensaje es claro: para evitar rupturas, el núcleo duro K, liderado por La Cámpora, deberá aceptar que ahora hay igualdad de fuerzas con el peronismo. Es que Salta no fue la excepción, ya que cada gobernador presente aportó a sus respectivas espadas parlamentarias. Y parece que la cita de ayer no será la última vez. Así lo dejó saber el senador catamarqueño Dalmacio Mera (estuvo con su compañera de banca, Inés Blas), que fue claro a la hora de fijar la posición que tendrán como oposición: “El que quiera poner sus intereses políticos por sobre el funcionamiento de las instituciones, conmigo no va a contar”, indicó, al señalar que la Argentina “necesita más madurez política y cívica”. En el Senado es donde el macrismo debe tejer más acuerdos con el FPV, que con aliados llega a 44 bancas.

En ese sentido, la postura que mostró ayer el Frente Cívico de Santiago del Estero, a través de su referente el senador Gerardo Zamora –estuvo acompañado por su mujer, la gobernadora Claudia Ledesma– consideró “muy importante” entablar un “diálogo” con el Gobierno. Ellos cuentan con una cifra nada despreciable de bancas para la tarea de lograr el quórum: 6 en Diputados y 3 en el Senado.
Un escenario similar espera en Misiones, pese a que el gobernador saliente Maurice Closs decidió faltar. Sucede que, en un gesto que no pasó desapercibido, el Frente Renovador estuvo representado por la senadora Sandra Giménez. Otro misionero K del Senado fue Juan Irrazábal. Por Tucumán asistieron José Alperovich y Beatriz Mirkin. De Santa Fe y Corrientes, provincias donde el PJ no gobierna, fueron Omar Perotti y Carlos “Camau” Espínola. Por Diputados concurrieron tres de Salta y Catamarca, dos de Santa Fe, Corrientes, Misiones y La Rioja, además de un fueguino.