El cierre frenético del peronismo tuvo a pocos protagonistas al tanto de la verdadera rosca.
Como contó Clarín, hasta el propio Agustin Rossi (designado candidato a Vice presidente) aceptó no haber estado en la “cocina” final.
Cristina Elisabet Kirchner, Sergio Massa y Alberto Fernández (en un revival inesperado) concentraron las negociaciones que desembocaron en la lista de unidad y la salida de juego de la efímera esperanza electoral de Daniel Osvaldo Scioli.
A ese team se sumo Juan Manuel Olmos, abogado porteño peronista y Vice jefe de Gabinete.
Olmos es un caso particular: es funcionario de Alberto, viajó con Massa y Máximo Kirchner a China y mantiene diálogo político con Cristina.
Olmos bregó por el cierre de unidad y guarda los secretos de la rosca final bajo siete llaves.
Por eso, Cristina y Massa le pidieron a Olmos que sea el apoderado nacional de UP, cargo codiciado por cualquier armador político.
Eso le dará al abogado peronista la lapicera que aprobará cualquier acuerdo y cualquier lista que se presente a nivel nacional. Más allá de la negociación que dio fruto a la fórmula Massa-Rossi, en las horas finales de inscripción de las listas, todo puede pasar.
Olmos deberá así, garantizar que las promesas que se le dieron a Alberto F. y los suyos (Tolosa Paz y Santiago Cafiero) como los pedidos que hizo el propio Massa (asegura puertas adentro del Frente Renovador que no negoció sólo por él) sean cumplidos y resulten todos medianamente satisfechos.
Pero Olmos también tendrá que garantizar cumplirle a La Cámpora pues Máximo Kirchner terminó dañado al haber debido bajar a Wado de Pedro de la ilusión presidencial.
El jefe de La Cámpora debió lidiar en las últimas horas con la propia interna de su agrupación y deberá sostener en el armado de las listas nacionales y bonaerenses el equilibrio de su equipo.
Las listas nacionales serán para los y las funcionarias que dejan cargos y desean tener fueros en un eventual gobierno de Juntos por el Cambio.
Olmos, curtido abogado capitalino de relaciones fluidas en la Justicia nacional y porteña, sostendrá la lapicera electoral sin generar jaleo interno, algo que Unión por la Patria logró casi al filo del cierre de listas.
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