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      Otra vez superávit por aportes del Banco Central y la ANSeS

      Sin esos giros el resultado hubiera sido deficitario en $ 35.000 millones.

      Redacción Clarín

      El Ministerio de Economía informó ayer que en 2010, tras el pago de los intereses, las cuentas publicas cerraron con un superávit financiero de $ 3.035 millones.

      Los datos fueron presentados por el titular del Palacio de Hacienda, Amado Boudou, durante una conferencia de prensa. Lo acompañaron el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezzoa, y el subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo.

      Sin embargo, y como viene pasando en los últimos años, este resultado positivo se obtuvo gracias a que el Banco Central le transfirió al Tesoro la friolera de $ 21.200 millones por “utilidades” meramente contables que no fueron efectivizadas por el BCRA. .

      Además, Economía registró como una “transferencia corriente” un saldo de $ 816 millones de los aportes que en 2009 hizo el FMI (los DEG-Derechos Especiales de Giro). Y la ANSeS aportó lo suyo ya que contabilizó, sumando los intereses del Fondo de Garantía, un superávit de $ 16.096 millones.

      Sin estos aportes y el excedente de la ANSeS, el resultado del Tesoro, organismos descentralizados y Fondos Fiduciarios fue claramente deficitario en $ 35.000 millones.

      En el informe oficial, Economía no menciona estos aportes y transferencias y presenta el superávit financiero de $ 3.035 millones como resultado “del conjunto de políticas implementadas por parte del Gobierno Nacional, que contribuyeron al crecimiento del país” y permitieron “mantener uno de los pilares del esquema macroeconómico, a saber, el superávit fiscal”.

      El informe destaca que en 2010 los recursos crecieron un 34,7% “en gran medida por el fuerte dinamismo del consumo interno, del comercio exterior, del precio de los commodities y de la masa de salarios imponibles”.

      En esta enumeración no se menciona un elemento clave: la inflación de más del 25%, que explicaría así buena parte del 34,7% de incremento recaudatorio.

      Además de la mayor actividad, la fuerte suba de los precios domésticos fue permitiendo que los ingresos del Fisco crecieran todos los meses como mínimo al ritmo de la inflación, mientras los gastos fueron subiendo menos y retrasados respecto de la suba de los precios. Los gastos corrientes tuvieron un aumento del 30,5% , en tanto los gastos de capital aumentaron el 34,7%.

      Por su parte, las prestaciones de la Seguridad Social, un rubro clave por su peso en total del gasto, aumentaron el 28,6%.

      Así, la inflación jugó a favor de las cuentas públicas por partida doble: ayudó a mejorar más la recaudación nominal de los ingresos y a retrasar las mejoras nominales de los gastos.

      Del informe, surge que los ingresos corrientes sumaron $ 350.925 millones, de los cuales más de $ 38.000 millones corresponden a “transferencias” y “rentas de propiedad” del BCRA, los DEG del FMI y los excedentes de la ANSeS. En 2009, con un déficit de $7.138 millones, esos rubros sumaron unos $ 29.000 millones.

      De esta manera, mientras Economía presenta las cuentas con una mejora de más de $ 10.000 millones –por pasar de un déficit de $ 7.138 millones en 2009 a un superávit de $ 3.035 millones en 2010–, esos cambios se explicarían por los $9.000 millones de esas asistencias y transferencias adicionales que tuvieron lugar el año pasado.

      Para 2011 el desafío fiscal es mayor porque se esperan que esas transferencias y aportes disminuyan, a la vez que debería aumentar muy fuerte el pago de los intereses de la deuda ajustados por el cupón PBI.