Noticias hoy
    En vivo

      Balance 20 años. Szifrón y relatos salvajes atrapados en la grieta (2014)

      Sobre el estreno de la exitosa película argentina Relatos salvajes.

      Balance 20 años. Szifrón y relatos salvajes atrapados en la grieta (2014)Fotograma facilitado por Warner del actor Leonardo Sbaraglia, protagonista de una de las seis historias que componen la comedia "Relatos Salvajes". EFE

      ¿Cuándo fue la última vez que una película argentina mereció algo más que elogios automáticos o críticas sumarias y movió a una discusión encendida, con posiciones duras, irreconciliables? Relatos salvajes se estrenó en 2014 y compitió por un premio Oscar: hace casi una década, pero parece que fue hace menos. La tercera película de Damián Szifrón se transformó rápidamente en el evento cinematográfico del año y generó una polémica que se extendió durante meses.

      Sus historias sobre personajes comunes lanzados a una espiral de violencia trazó en poco tiempo dos bandos, tanto en el campamento de la crítica como del lado del público: en un extremo estaban quienes leían la película como el catálogo de síntomas de una Argentina en la que los lazos sociales se degradan siguiendo el ritmo de los sucesivos gobiernos kirchneristas; para el otro grupo, el film presentaba un retrato malicioso del país que buscaba azuzar los prejuicios de sectores medios y altos que adherían a alguna variante de antiperonismo. No podía ser de otra manera: el carácter político de la discusión perdió de vista los logros y los problemas estéticos de la película, que exhibía una eficacia formal y narrativa desigual entre cada episodio. Más allá de esos puntos ciegos, tal vez inevitables, Relatos salvajes fue la galvanizadora de una querella vivificante cuya escala y virulencia el cine argentino hoy no podría ya repetir.

      La tercera película de Damián Szifrón se transformó rápidamente en el evento cinematográfico del año y generó una polémica que se extendió durante meses. Sus historias sobre personajes comunes lanzados a una espiral de violencia trazó en poco tiempo dos bandos, tanto en el campamento de la crítica como del lado del público: en un extremo estaban quienes leían la película como el catálogo de síntomas de una Argentina en la que los lazos sociales se degradan siguiendo el ritmo de los sucesivos gobiernos kirchneristas; para el otro grupo, el film presentaba un retrato malicioso del país que buscaba azuzar los prejuicios de sectores medios y altos que adherían a alguna variante de antiperonismo.

      No podía ser de otra manera: el carácter político de la discusión perdió de vista los logros y los problemas estéticos de la película, que exhibía una eficacia formal y narrativa desigual entre cada episodio. Más allá de esos puntos ciegos, tal vez inevitables, Relatos salvajes fue la galvanizadora de una querella vivificante cuya escala y virulencia el cine argentino hoy no podría ya repetir.


      Mirá también


      Mirá también


      Sobre la firma

      Diego Mate

      Bio completa

      Tags relacionados