Noticias hoy
    En vivo

      Rodolfo Walsh, detective privado y público

      Las reveladoras Cartas a Donald A. Yates muestran el fanatismo del autor por el policial y su vasto conocimiento del género.

      Rodolfo Walsh, detective privado y públicoRodolfo Walsh brinda una charla el 7/6/1972 en el Sindicato de Prensa de Mar del Plata, Argentina, en el marco del Día del Periodista. Foto: Omar Luque/La Capital, Mar del Plata/dpa

      Donald Yates no podría haber conseguido un mejor informante. A principios de 1954, cuando trabajaba en su tesis doctoral “The Argentine Detective Story” en la Universidad de Michigan, le escribió una carta a Rodolfo Walsh en busca de datos y mayores referencias sobre el tema. Walsh había compilado el año anterior la antología Diez cuentos policiales argentinos y publicado su primer libro, Variaciones en rojo; trabajaba como traductor para editorial Hachette y la revista Leoplán y podía jactarse de su competencia: “Estoy en condiciones de explicarle todo el proceso de publicación de una novela policial”.

      Cartas a Donald A. Yates (1954-1964), con edición al cuidado de Juan José Delaney, pone un lente de aumento sobre una etapa relativamente valorada en la historia de Walsh. Sus reflexiones y su producción dentro del policial suelen ser consideradas a partir de la ruptura que provocó la investigación de Operación Masacre. La correspondencia presenta a un Walsh distinto –aunque no exactamente desconocido–, con un proyecto literario aun indefinido pero que se encuadra dentro del género y contrasta con la imagen más difundida del escritor comprometido.

      Las cartas estuvieron acompañadas por un intenso intercambio de libros y revistas, y de manuscritos propios. Walsh aporta información precisa sobre las colecciones de literatura policial, los autores más importantes y las condiciones de la industria editorial, reflexiona sobre el género y oficia de intermediario para contactar a Yates con Borges y Manuel Peyrou.

      Las cartas de Yates no se conservaron, pero parte de su contenido puede inferirse en las devoluciones de Walsh, que responde punto por punto a cuestionarios específicos, o por pasajes retomados a través de citas y alusiones. Yates también estaba en contacto con editores y autores notables, como la revista The Saint o el británico Roy Vickers.

      La propuesta y el nombre de la New World Literary Agency, en la que ambos se asociaron formalmente, parece haber sido su inspiración: la empresa se propuso traducir norteamericanos al español y argentinos al inglés y, si bien no se concretó, las fantasías que movilizó a través de la correspondencia son reveladoras del carácter del joven Walsh y de sus aspiraciones como escritor.

      Leídas desde la trayectoria posterior de Walsh, las cartas confirman con más detalle circunstancias como su antiperonismo, la adhesión al golpe militar de 1955 y la admiración hacia Borges. Al mismo tiempo, permiten observar con mayor nitidez sus concepciones sobre el policial y en particular el proceso de reflexión que se produce como efecto de la investigación de los fusilamientos en los basurales de José León Suárez.

      Quizá el procedimiento de lectura más interesante sería el inverso, para volver a pensar aspectos de la obra. Hay prefiguraciones notables, como el comentario sobre sus lecturas de Cicerón y el plan de escribir una novela con cartas, que remite tanto a la “Carta abierta de un escritor a la Junta Militar” –cuyo estilo proviene de las Catilinarias del escritor romano– como a sus planes de escritor hacia fines de 1976. También es posible plantear, en el tránsito de los cuentos protagonizados por Daniel Hernández a los del comisario Laurenzi, cierta influencia de los debates con Yates sobre el color local en el policial.

      El 14 de enero de 1957, cuando pone al tanto a Yates de su investigación sobre los fusilamientos, Walsh pasa a escribir en inglés, o más bien en la variante irlandesa que se hablaba en su casa y en el instituto donde cursó como pupilo la escuela primaria.

      Como se aprecia en sus papeles personales, Walsh recurrió a esa lengua para asentar sucesos de intensidad excepcional (su reacción al enterarse del asesinato de Augusto Vandor, por ejemplo). La correspondencia descubre así la significación del “inglés heredado”, como lo llama, en tanto lengua de la intimidad y del secreto y también, señala Delaney, la matriz de las virtudes formales que se reconocen a su escritura.

      Cartas a Donald Yates (1954-1964), Rodolfo Walsh. Notas y trad. de J.J. Delaney. De la Flor, 160 p.


      Mirá también


      Mirá también


      Sobre la firma

      Osvaldo Aguirre

      Bio completa

      Tags relacionados