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      El último sueño de Almodóvar

      • El cineasta manchego es una usina de novedades constante.
      • Escribe un libro casi autobiográfico, estrena un mediometraje novedoso, se lanza al mundo de las series.
      • Un recorrido por lo último de su incansable camino.

      El director Pedro Almodóvar en su suite de hotel en Toronto, el 9 de septiembre de 2019. (Arden Wray/The New York Times).

      “Esta colección de relatos (yo llamo relato a todo, no distingo de géneros) muestra la estrecha relación entre lo que escribo, lo que filmo y lo que vivo”, dice Pedro Almodóvar en El último sueño, su libro-autorretrato, tan personal como divertido, que publicó Penguin Random House en abril. Son cuentos, también es una revisión de su vida, porque son cuentos que fue creando desde su infancia y recorren su origen de pueblo, la escuela religiosa, la contracultura madrileña de los 80 y 90, el desarrollo de su cine. Sin chisme, pura inspiración.

      Fotografía de archivo, tomada el 28 de septiembre de 2019, del director de cine Pedro Almodóvar (i) y el actor Antonio Banderas durante el Festival del Cine de Nueva York. EFE/Archivo/Kena BetancurFotografía de archivo, tomada el 28 de septiembre de 2019, del director de cine Pedro Almodóvar (i) y el actor Antonio Banderas durante el Festival del Cine de Nueva York. EFE/Archivo/Kena Betancur

      La observación sobre lo que considera relato la hace en la introducción. Y qué ojo certero para observarse. A sí mismo. Y también a su obra. El resultado es una autobiografía fragmentada, un encuentro estimulante, inteligente, sensible y pop con uno de los artistas más interesantes de los últimos 40 años. Pero esto no es una reseña sobre el libro. Es otra cosa.

      Es genialmente interesante que no hay forma de detenerse en un foco, una noticia, porque Pedro Almodóvar es una usina de novedades constante. Escribe algo genial. Estrena un mediometraje novedoso. Se mete al mundo de las series. Planea hacer un largo en inglés, abandona la idea, da una entrevista, finalmente cambia de proyecto y se pone con eso. Lo que sea que haga se expande. Resplandece. Y si a alguien no le llegó aun su brillo, bueno, que salga a buscarlo ahora. ¿Dónde? Hay muchas opciones.

      Aunque no hay nada nuevo suyo en los cines ahora, hace poco estrenó Extraña forma de vida, el corto de media hora protagonizado por Ethan Hawke y Pedro Pascal. Una de vaqueros, gay. Nada que ver con Secreto en la montaña, que le habían ofrecido dirigir en 2005, pero dijo que no y finalmente se encargó Ang Lee. Todavía faltaba, en la trama de la vida de Almodóvar, para que dirija en inglés.

      Cambio de idioma

      Recién cambió de idioma cuando en 2020 hizo La voz humana, su primer cortometraje comercial, protagonizado por Tilda Swanson, que es una adaptación libre del monólogo teatral homónimo de Jean Cocteau. Para su segunda vuelta en inglés, se metió en un mundo western. Pero con intriga, sentimientos, intenciones ocultas, sexo, comida, tiros y hasta tareas domésticas. Es sobre un sheriff y un pistolero en el lejano oeste, a inicios del siglo XX, que tienen unos asuntos pendientes y se reencuentran después de 25 años. Nada que ver con cualquier cosa ya vista.

      Es Almodóvar. No se parece a nada más que a sí mismo, que a la vez siempre cambia. Se reconoce en el primer fotograma. La placa roja que anuncia “Una producción de El Deseo”, con letras de molde dramáticas. Y lo que sigue es su paleta de colores, las excelentes actuaciones, los interiores estridentes, la intimidad, el melodrama elegante. Y en este caso, además, el desierto. El calor. El sol tremendo. Un experimento genial que presentó en Cannes, revolucionó el festival, y después de pasar por el cine local, se puede ver en Mubi desde el 20 de octubre.

      El cineasta español Pedro Almodóvar asiste a la manifestación ciudadana que recorre este domingo el centro de Madrid bajo el lema "Madrid se levanta por la sanidad pública" en 2022. EFE/ J.J. GuillenEl cineasta español Pedro Almodóvar asiste a la manifestación ciudadana que recorre este domingo el centro de Madrid bajo el lema "Madrid se levanta por la sanidad pública" en 2022. EFE/ J.J. Guillen

      Lo que se venía esperando, porque se venía anunciando desde enero del año pasado, era su versión de Manual para mujeres de la limpieza, una adaptación de varios de los cuentos de Lucia Berlín, impulsada por Dirty Films, la productora de Cate Blanchet, que iba a ser la próxima chica Almodóvar. Pero a la semana de haber terminado el rodaje de Extraña forma de vida, el director anunció que ya no formaría parte de ese proyecto.

      “Estaba cegado por la emoción, pero desafortunadamente, ya no me siento capaz de realizar esta película por completo”, dijo Almodóvar en un comunicado difundido por El Deseo, su productora. Entonces los medios estadounidenses interpretaron que era porque no se sentía capaz de dirigir un largometraje en inglés. Acá podría entrar un meme de “Pues no, mi ciela”. El motivo es otro.

      Pedro Almodóvar y Rossy de Palma para la firma Missoni.Pedro Almodóvar y Rossy de Palma para la firma Missoni.

      “En el nuevo siglo me convertí en alguien más sombrío, más austero y más melancólico, con menos certezas, más inseguro y con más miedo: y es ahí donde encuentro mi inspiración”, escribe en la introducción de su último libro. En una entrevista con Clarín en Cannes, realizada por Pablo O. Scholz, explicó su “no” a Manual para mujeres de la limpieza: “Transcurre en los 60, 70, 80 e incluso llega a los 90. Entonces todo, todo había que hacerlo. Es decir, toda esta mesa, todos los dulces, los vasos, dos botellas y la idea de rodar todo el decorado me creaba muchísima inseguridad, porque yo en los decorados de mis películas intervengo, lo pongo todo”.

      Y se fue a poner todo a otro lado. Su largo número 23, que será el primero en inglés, ya está en marcha. Según contó en varias entrevistas, en octubre comenzó la preproducción, se va a rodar en marzo en Nueva York y es una historia intima, con dos personajes femeninos y uno masculino. Queda la incógnita del elenco, del que solo se sabe que es "de apretada agenda", pero recientemente se filtró el nombre de la película: The Room Next Door (La habitación de al lado).

      Si está en cortometrajes, largos, libros, salas de cine y streaming, el único lugar en donde falta algo del director manchego sería en el mundo de las series. Y entonces otra vez el meme, las uñas largas, las pestañotas y “pues no, mi ciela”. En España se acaba de estrenar en plataformas Mentiras pasajeras, que en la Argentina aún no tiene fecha, pero sería por Paramount, pronto. Es la primera que produce El Deseo, una comedia negra con sello estético almodovariano y un homenaje a la desfachatez de sus primeras tramas.

      La actriz argentina Cecilia Roth, que recupera su relación de amor con España y su cine de la mano de la última película de Pedro Almodóvar "Los amantes Pasajeros", durante una entrevista con Efe en la que afirma "La vuelta a Pedro y España siempre es maravillosa" en 2013. EFE La actriz argentina Cecilia Roth, que recupera su relación de amor con España y su cine de la mano de la última película de Pedro Almodóvar "Los amantes Pasajeros", durante una entrevista con Efe en la que afirma "La vuelta a Pedro y España siempre es maravillosa" en 2013. EFE

      Lucía, de origen humilde, logró ascender económica y socialmente hasta llegar a ser ejecutiva de una empresa de alta tecnología. Ese día, el que le dan su gran puesto, es acusada de espionaje. Entonces la despiden. Decidida a regresar al ruedo, vende picos de ácido hialurónico a toda señora y chica que se cruce. Esto sucede en una paleta de clores vivos, contrastantes. La música de la serie, y el ritmo de la historia, son pop. Y si eso deja gusto a poco, hay más.

      En marzo se cumplieron 35 años del estreno de Mujeres al borde un ataque de nervios, la película más mítica y popular de Almodóvar. Fue la número siete de su lista y la primera que le valió una de sus varias nominaciones al Oscar. Entre otros hitos, es el film por el que Carmen Maura ganó un Goya a Mejor actriz protagónica, puso en el mapa a Antonio Banderas y descubrió al mundo a la icónica Rossy de Palma. Y sí, este súper clásico ahora va a ser una serie.

      Es la historia de Pepa, abandonada por su amante Iván, que entra en crisis sentimental y existencial. Entonces, sin proponérselo, termina enredada en aventuras que incluyen terroristas chiítas que quieren secuestrar un avión, despecho, una mujer que escapa de una clínica psiquiátrica, gazpacho con somníferos, mucho taco aguja, un teléfono rojo, la voz de un hombre en el contestador automático, cuernos, un ritmo frenético, desmayos, drama, amistad.

      El director de cine Pedro Almodóvar junto a las actrices Penélope Cruz (d) y Carmen Maura. EFE_Emilio Naranjo.El director de cine Pedro Almodóvar junto a las actrices Penélope Cruz (d) y Carmen Maura. EFE_Emilio Naranjo.

      Apple TV+ compró los derechos y ya la está desarrollando. Anunciaron que será bilingüe, en inglés y español, y la actriz estadounidense Gina Rodriguez (la estupenda Jane the virgin, serie por la que ganó un Globo de Oro) es la protagonista.

      Del punk al chic

      Nació en 1949 en Calzada de Calatrava en Castilla, La Mancha. Llegó a Madrid a mediados de los 70 y se instaló en el corazón de la escena under. Hacía fotonovelas, trabajaba en oficinas y hasta tuvo un dúo glam punk con el artista, actor y poeta Fabio Mcnamara. El nombre era poco creativo, Almodóvar & McNamara, pero el contenido resultó absolutamente inesperado y original.

      En 1982 hicieron dos canciones guarro-glamorosas para incluir en Laberinto de pasiones, la segunda película de Almodovar: Suck it to Me y Gran Ganga, que interpretan en la escena final. “Vivo en continua temporada de rebajas, sexo lujo y paranoias”, arranca la letra.

      Su grupo inicial de actores y actrices, cómplices y compinches, incluía a Carmen Maura Imanol Arias y Cecilia Roth. Después fueron llegando Victoria Abril, Antonio Banderas, Marisa Paredes, Miguel Bosé, Penélope Cruz y un etcétera tan ecléctico como fabuloso, que incluye hallazgos como la icónica Bibi Ándersen.

      Tiene una paleta de colores que lo define y un estilo que deja marca en el cine contemporáneo. Esto ya estaba presente en su primer trabajo cinematográfico, aunque fue un proyecto trash punk que buscaba escandalizar. Folle... folle... ¡fólleme Tim!, filmada en Super 8 en 1978, con Maura, un guitarrista ciego, traición, sexo y vorágine urbana.

      Un corto para jugar a los cowboys. Pedro Almodovar. Un corto para jugar a los cowboys. Pedro Almodovar.

      Un año después comenzó formalmente su filmografía con Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, protagonizada por Maura, por supuesto, y la cantante Alaska, con Cecilia Roth en un pequeño papel. El protagónico para la argentina llegaría en la siguiente película de Almodovar, Laberinto de pasiones, en donde hace de una cantante ninfómana junto a Imanol Arias como un príncipe de Medio Oriente. Hay traición, incesto y un Antonio Banderas recién llegado al cine.

      A lo largo de las siguientes cuatro películas, entre 1983 y 1986, Almodóvar fue dejando lo experimental para acercarse cada vez más a la sutileza de trama. En 1986 fundó, junto a su hermano Agustín, la compañía productora El Deseo y se hizo parte de la cultura popular. Más allá de sí mismo. Comenzó a existir lo “almodovariano”. Las actrices quieren ser una chica Almodóvar, como cantaba Sabina en 1992, pero también las espectadoras en general de sus películas. Después del salto al mundo que significó Mujeres al borde de un ataque de nervios, llegó la provocativa ¡Átame! (1990) y la más conmovedora Tacones lejanos (1991), con una de las escenas más sexys de la historia del cine, protagonizada por Abril, una Rebeca nerviosa y tensa, y Bosé, una Femme Letal a medio montar, disfrazado de su madre.

      El romance de las plateas argentinas con Almodóvar comenzó en 1989, cuando se estrenaron –a lo largo de ese año y en este orden– Mujeres al borde de un ataque de nervios, La ley del deseo (de 1987), ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (de 1984) y Laberinto de pasiones. Desde entonces, el público le fue fiel (entre sus más vistas en salas está Todo sobre mi madre, en 1999, con 350 mil espectadores) y él correspondió incorporando actores de estas pampas. Darío Grandinetti es el personaje proncipal del incómodo thriller Hable con ella (2002) y Leonardo Sbaraglia está en la autoficción Dolor y gloria (2019), protagonizada por su muso Banderas.

      Su filmografía –disponible casi completa entre Netflix y Mubi–, que incluye melodrama, comedia, realismo, denuncia, reflexión, escandalo, según la época, explora, siempre, lo complejo de las relaciones humanas. Almodóvar debería tener, de hecho, su apartado propio en las plataformas, porque él –que no distingue géneros y a todo lo dice “relato– es un género de cine en sí mismo.


      Sobre la firma

      Daniela Pasik

      Especial para Clarín

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