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      Funes Mori: El héroe de la Bombonera

      Su cabezazo goleador quedó en la historia porque River ganó en la Boca tras una década. Ese éxito fue el despegue hacia la conquista.

      Funes Mori: El héroe de la BomboneraCLAIMA20140519_0099 Loco festejo. Ramiro, ayer, pura felicidad. Arriba: su gol a Boca.
      Redacción Clarín

      lcides Ghiggia aún hoy es recordado y lo será eternamente. El uruguayo fue quien decretó el Maracanazo en el Mundial de 1950. Ese gol produjo el silencio de 200 mil personas que fueron a ver la consagración de Brasil y se encontraron con una impensada victoria de Uruguay. Salvando las distancias entre un episodio y otro, y respetando la figura del ex delantero uruguayo, Ramiro Funes Mori puede decir que tiene algo en común con Ghiggia. El defensor será eternamente recordado por los hinchas de River por ese gol en la cancha de Boca que quedará grabado en sus retinas. Por sentenciar el Bombonerazo, dado lo que significó ese triunfo para los millonarios. Motivos sobraron. A saber: le ganó al rival de toda la vida a pocos minutos del final del clásico; silenció a todo un estadio colmado por hinchas de Boca; cortó una sequía en la Bombonera de diez años sin triunfos; se afirmó en la pelea por el título; y dejó a su eterno contrincante prácticamente sin chances de pelear. Por todo eso, el triunfo en Boca tuvo un sabor muy especial para los hinchas de River. Y fue Ramiro, con su cabezazo, tras ese notable salto y la mala salida de Agustín Orion, el que desató la alegría y tiñó de rojo y blanco el terreno enemigo.

      “Ojalá vengan muchos más, pero no tengo dudas de que ese gol va a ser el más importante de mi carrera”, asegura Ramiro en una charla a solas con Clarín para rememorar aquel momento que lo dejará inmortalizado en las históricas páginas riverplatenses. “Fue algo único, una alegría enorme”.

      ¿Te diste cuenta después del impresionante salto que pegaste?

      -Sí, me lo dijeron varios compañeros. Cuando salté, lo único que pensé era en cabecearla, y justo se dio que fue al arco y que entró. Hasta el día de hoy que todavía veo el gol por Internet y vuelvo a gritarlo. Fue muy emocionante.

      -¿Qué es lo que más recordás de ese momento?

      -Todo. El salto, el cabezazo, el festejo con mis compañeros y el silencio que se sintió en el estadio. Era lógico. Los único que estábamos gritando éramos nosotros y los que estaban en nuestro banco.

      -¿Ese Superclásico resultó el partido bisagra para ir por el título?

      -Fue un partido importante para conseguir el título, pero no fue el único. También hubo otros vitales como el de San Lorenzo, el de Newell’s, el de Vélez, el de Lanús; fueron encuentros fundamentales que teníamos que ganar para afirmarnos y lo hicimos.

      En la actualidad, las redes están marcando en muchos casos el termómetro social. Allí, el descargo de los hinchas es habitual. Y todavía sigue habiendo referencias a ese gol de Funes Mori, algo que al protagonista de esta historia también le ocurre en la calle. “La gente me recuerda en todo momento el gol. Y al haber logrado el título, seguramente que será más recordado todavía”, afirma el marcador central, quien ese día en la Bombonera jugó de lateral izquierdo, un puesto al que se acostumbró y en el que Ramón Díaz lo utilizó en más de una oportunidad.

      Tan emotivo fue el gol para los fanáticos de la banda roja que le harán un lugar en la memoria al lado de la vaselina de Ricardo Rojas -otro marcador de punta izquierdo- en 2002, y de aquellos dos gloriosos del Beto Alonso, el 6 de abril de 1986, con pelota naranja incluida. Además, con ese impacto de Ramiro, River le puso fin a una racha negativa de 10 años sin victorias en la Boca. Para Funes Mori fue más especial por su sentimiento por River. “Por haber salido del club, uno quiere más hacerle goles a Boca. Y encima ese día también marcó uno Manu (Lanzini), que también hizo Inferiores en River. Fue fantástico”, comenta el defensor.
      Hay otra cuestión en esta historia que tiene que ver con los lazos familiares del mellizo, que hizo lo que no pudo su hermano: dejar estampado el apellido en la Bombonera. De todas maneras, su hermano Rogelio pudo ver desde Portugal el clásico y festejó enloquecido a la distancia. “Lo vivió como un hincha más. Siempre me comunico con él y está al tanto de todo lo que pasa en River”, cuenta Ramiro. Y se va dejando un deseo: “Ojalá que mi gol se siga recordando, pero que también se acuerden de mí por dejar todo por la camiseta y por haber salido campeón, un sueño cumplido”. Lo firma Ramiro Funes Mori, el héroe de la Bombonera.