La alegría en el Obelisco se repitió en el Interior y en Nueva York

Los 8.500 kilómetros que separan el Obelisco porteño del Times Square de Nueva York tuvieron un punto de encuentro en los festejos de River. Y es que el ícono de Buenos Aires fue el epicentro de los festejos de miles de hinchas del Millonario, que colmaron el cruce de 9 de Julio y Corrientes apenas minutos después de haber terminado el encuentro en Núñez. Ese no fue el único espacio de emoción roja y blanca. Porque las filiales de River de todo el país y de todo el mundo se organizaron para gritar desde algún lugar del planeta su felicidad. Así ocurrió con la de Nueva York, cuyos integrantes se reunieron en el tradicional bar The Football Factory para sentirse allí como en el Monumental, pero en Manhattan.
En suelo argentino, Mendoza y Córdoba fueron dos de los puntos fuertes de encuentro. En Mar del Plata, en Mendoza, en Rosario y en La Plata también hubo fuegos artificiales celebrando la 35ª corona. En San Salvador de Jujuy, más de cien hinchas gozaron la conquista del título en la esquina céntrica de Belgrano y Lavalle.
Las postales de la locura de River también cruzaron el Atlántico. En varias ciudades de España se repitió la imagen de felicidad. La filial de Madrid aglutinó cientos de hinchas que salieron a las calles a festejar por la Plaza Mayor, la Puerta de Alcalá y Cibeles. En Barcelona y en Málaga, también saltaron a las calles. En el Obelisco, en el Interior, en Nueva York y en Europa, el grito fue uniforme: “Dale campeón, dale campeón”. Gritaban por River, claro.