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      Tras 25 años, Argentina perdió el primer puesto en manos de Brasil del producto que más dólares aporta

      • Es el principal producto exportable del país.
      • Caería al segundo lugar a nivel global.
      • Gracias a su cosecha récord, Brasil liderará el podio.

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      Es el principal producto exportable del país.

      Después de haber atravesado la sequía más grave de las últimas décadas, que provocó una drástica reducción de la producción de granos y derivados, Argentina perdió el liderazgo en ventas al exterior de harina de soja -su principal producto exportable- posición que ostentaba desde hacía 25 años. Las exportaciones llegarían a 21,1 millones de toneladas, un 21 por ciento menos que el ciclo previo.

      Sin embargo, este derrumbe no se debe únicamente a la falta de lluvias de la última campaña. Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), mientras en el ciclo 2010/2011 Argentina detentaba el 17 por ciento de la producción global, la participación bajó al 13 por ciento en la campaña 2020/2021 y al 10 por ciento en la última cosecha. Esto se debe, por un lado, a que la producción mundial aumentó más rápidamente que la local, y por otro, a la merma derivada de la sequía. Por caso, en 2021/2022 la cosecha argentina llegó a 30,3 millones de toneladas y en la actual campaña apenas a 23,6, es decir que disminuyó un 22 por ciento, el volumen más bajo desde 2004/2005. No obstante, para el próximo ciclo, la entidad proyecta una recuperación de la producción de la oleaginosa de alrededor de un 14 por ciento.

      Argentina es el cuarto productor mundial de harina de soja, ubicándose por arriba China, Estados Unidos y Brasil. Estos países, junto a la Unión Europea que ocupa el quinto lugar en el ranking, concentran más del 80% del volumen de harina de soja producido a nivel global. Además, desde los años ’90, Argentina el principal exportador global de harina de soja ya que, a diferencia de China, Estados Unidos y Brasil, su consumo interno es bajo en relación con la producción total, por lo que cuenta con un importante saldo exportable.

      Esta campaña, no obstante, la sequía llevó a una significativa caída de la producción argentina de harina de soja y, paralelamente, Brasil la incrementó notablemente tras obtener un récord de cosecha de la oleaginosa. Así, por primera vez desde 1997/1998, Argentina perderá el puesto como principal exportador mundial de harina de soja, y será superado por Brasil.

      De acuerdo a estimaciones de la BCR, las exportaciones de Argentina serían de 21,1 millones de toneladas esta campaña, lo cual representa un descenso del 21 por ciento en comparación al ciclo previo. Mientras que Brasil, vendería al exterior 21,5 millones de toneladas.

      El girasol avanza

      Contrariamente a lo que sucede con la soja, la producción de la de girasol se incrementó un 11 por ciento en esta campaña luego de que el área sembrada aumentara un 25 por ciento, pasando de 2 a 2,5 millones de hectáreas, alentada por el aumento de los precios de esta oleaginosa y sus subproductos a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania, países que concentran más del 50 por ciento de la producción mundial de girasol. Esto, sumado a la mayor resistencia del cultivo a la sequía, derivó en un crecimiento de la producción de girasol del 24 por ciento en Argentina, y en consecuencia, hubo mayor disponibilidad de materia prima para la industria procesadora.

      Al revés que en el caso de la soja, para la próxima campaña, “el retorno de los precios a sus valores previos a la guerra, llevaría a una reducción en la producción de harina del 9 por ciento”, advirtieron Belén Maldonado y Emilce Terré, especialistas en mercados de la BCR:

      Cabe señalar que Argentina está entre los principales productores de girasol del mundo, solo por detrás de Rusia, Ucrania y la Unión Europea, mientras que en el quinto puesto se ubica Turquía. En conjunto, estos cinco países, concentran el 88 por ciento de la producción mundial, teniendo Argentina una participación del 7 por ciento.

      En cuanto a las exportaciones de harina de girasol, Argentina ocupa el tercer puesto, con un volumen estimado de 1,0 millones de toneladas para 2022/2023. “Si bien este volumen muestra un ascenso del 2,5 por ciento en comparación a la campaña previa, nuestro país aún se encuentra lejos de las exportaciones de los principales productores mundiales, Ucrania y Rusia, los cuales se estima que para el ciclo actual alcanzaron exportaciones por 4,1 y 2,2 millones de toneladas respectivamente”, detallaron .

      La demanda

      Actualmente, la Unión Europea, Indonesia y Vietnam, concentran más del 42 por ciento de las compras de haría de soja a nivel mundial. Pero, tal como advirtió la BCR, la Unión Europea muestra un descenso en su nivel de demanda con el correr de los años debido a un menor consumo doméstico, en tanto el volumen de compras por parte de Indonesia y Vietnam exhibe una tendencia ascendente. Aun así, “se proyecta un importante nivel de demanda por parte de los países del viejo continente para la próxima campaña, principalmente para satisfacer un consumo doméstico aún elevado de 26,9 millones de toneladas que no llegaría a cubrirse con producción local”, dijeron las expertas de la BCR

      Respecto de la harina de girasol, los tres importadores mundiales principales, China, la Unión Europea y Turquía, concentran el 76 por ciento de las operaciones. “Hay que destacar la creciente participación de China en estas compras campaña tras campaña”, indicó la BCR. Mientras que en el ciclo 2017/2018 su volumen importado totalizó 0,2 millones de toneladas, para la campaña actual se estima un volumen de 2,8 millones, y se proyecta un total de 3,3 millones para el ciclo próximo. “En tan solo cinco años el país asiático incrementó sus importaciones de harina de soja en más del 1.200 por ciento, y se proyecta una consolidación de la tendencia”, señalaron las analistas de la Bolsa rosarina.

      Según las previsiones de oferta y demanda mundial de World Oil, se proyectan excedentes en la producción de harinas oleaginosas para la campaña 2023/2024 que podría repercutir en los precios. Con respecto a la harina de soja, "hay que destacar que los precios durante la campaña actual se mantuvieron sostenidos por la reducción de la producción y exportación de nuestro país, que no pudo ser compensada por otros países proveedores, y se espera que el sostén en los precios continúe hasta diciembre de este año", explicaron las analistas de la BCR . No obstante, a partir de principios de 2024, la producción mundial y los suministros de exportación de harina de soja aumentarían drásticamente, por lo que se proyecta una caída pronunciada en los precios entre enero y junio de 2024, disminuyendo entre 24 y 29 por ciento con respecto al año anterior, detalló la entidad. En lo que respecta a la harina de girasol, "los precios se han visto últimamente presionados por los crecientes suministros de exportación de Rusia y Ucrania, aliviadas las tensiones de la guerra", indicaron las especialistas.


      Sobre la firma

      Kitty Vaquero

      Redactora de la sección Rural

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