Giro en el comercio global: ¿cae el Imperio chino? ¿quién se queda con el liderazgo?

Durante la década de 2000 a 2010, China fue el motor de crecimiento económico, con un promedio de crecimiento del Producto Bruto Interno (PIB) del 10,4 por ciento anual. Sin embargo, desde 2010, el este país ha experimentado un enfriamiento económico. Actualmente, India y otros países del este y sudeste asiático están tomando el liderazgo como motores de crecimiento económico mundial.

La economía mundial está cambiando. En la década de 2000 a 2010, el principal motor de crecimiento económico en el mundo fue China, gracias a su auge en las exportaciones y el mercado inmobiliario interno. Durante esa década, el crecimiento promedio de su Producto Bruto Interno (PIB) fue del 10,4 por ciento anual, y la población de China aumentó en 94 millones de personas. Sin embargo, desde 2010, su crecimiento económico se ha ralentizado, proyectándose un aumento del PIB del 4 por ciento en 2024, mientras que su población comenzó a disminuir en 2022, y se prevé más contracción hacia 2025.

El liderazgo del motor de crecimiento económico mundial se está trasladando a India y a países más pequeños en el este y sudeste de Asia. En 2022, la población de India superó a la de China y se espera que aumente en otros 26 millones en los próximos dos años. Los incrementos de población en India superan con creces las pérdidas en China. Además, los datos muestran que las economías de India y Vietnam crecerán entre un 5,8 y un 7 por ciento en 2024 y 2025. Todo se centra en India y el sudeste asiático como impulsores del aumento de la demanda de productos básicos.

El enfriamiento chino

¿Por qué China aumentó sus importaciones de granos en 2019-2021 y por qué disminuyeron luego? Durante los años 2019 a 2021, el gigante asiático experimentó un crecimiento significativo en las importaciones de granos, especialmente maíz, debido a varios factores clave.

Durante la temporada 2020-2021, China enfrentó problemas de calidad en sus cosechas debido a condiciones climáticas desfavorables, como tifones y lluvias excesivas durante la maduración de los granos. Esto hizo que tuviera que importar más granos para satisfacer su demanda interna.

Otro factor importante fue el acuerdo comercial que China firmó con Estados Unidos en enero de 2020, una tregua en la que se comprometió a comprar grandes cantidades de productos agrícolas estadounidenses. Esto incluyó importaciones de maíz, que subieron significativamente en 2020 y 2021.

Por otro lado, China registró un crecimiento de la población de cerdos, después de brotes de enfermedades. Al mismo tiempo, la calidad de los granos locales se vio afectada, lo que aumentó la necesidad de importar alimentos para animales.

Además, el precio del maíz en China en comparación con el precio de este cereal importado fue muy favorable para las importaciones. La economía tenía sentido, por lo que China compró grandes cantidades de maíz, así como otros granos como cebada, sorgo y trigo.

Sin embargo, estos factores que impulsaron las importaciones se han revertido en gran medida. Las condiciones climáticas se han normalizado, el acuerdo comercial con Estados Unidos ha perdido fuerza y los precios de los granos importados se han vuelto más caros. Esto ha reducido significativamente la ventana de oportunidad para la importación de granos en China.

En resumen, las razones que llevaron a un aumento en las importaciones de granos en 2019-2021 ya no son tan relevantes, lo que ha llevado a una disminución en las compras de granos en China en los últimos tiempos.

¿Fin de una era?

Durante las últimas tres décadas, China ha experimentado un crecimiento económico sin precedentes, impulsado por su capacidad de fabricación, consumo y proyección de poder a nivel mundial. Sin embargo, este período de expansión constante está llegando a su fin.

El gobierno chino, bajo el liderazgo del presidente Xi Jinping, ha cambiado su enfoque de priorizar el desarrollo económico a enfocarse en la seguridad nacional y el poder geopolítico. Esto marca un giro importante en las prioridades de China y su comportamiento en el escenario internacional.

La economía china también se enfrenta a una desaceleración de las exportaciones, lo que afecta su crecimiento económico. Los expertos señalan que esta desaceleración no es solo cíclica, sino que refleja un cambio más profundo en las cadenas de suministro globales debido a tensiones comerciales con Europa y Estados Unidos. Esto amenaza la inversión extranjera y el consumo interno chino.

La demografía china es otro desafío importante, con una población envejecida y una disminución de la fuerza laboral. Esto podría ejercer una presión significativa sobre el sistema de seguridad social chino y dificultar aún más el crecimiento económico.

La economía china enfrenta problemas en el mercado inmobiliario, una desaceleración de las exportaciones y desafíos demográficos. Esto tiene implicaciones tanto para las empresas extranjeras como para el escenario económico global, ya que China ya no es vista como un mercado de crecimiento seguro. La economía china podría no volverse rica, pero seguirá siendo poderosa y centrará sus esfuerzos en la tecnología y la seguridad nacional. Este cambio marca el fin de una era en la que China dominaba la economía global.

Por Esteban Moscariello, ejecutivo comercial de Díaz Riganti Cereales.